José Cárdenas
México está arrinconado. El asesinato de Rodolfo Torre Cantú y cinco personas más y el secuestro del Jefe Diego (hace 50 días), demuestran la dimensión del poder que tiene el crimen organizado. También el tamaño de la debilidad del gobierno.
La delincuencia viola a la patria. Sabe demasiado. La inteligencia de los criminales desconcierta. El Presidente promete castigo a los culpables. Preocupa que en México el 98% de los delitos quede impune. En lo que va del sexenio llevamos 25 mil asesinatos no resueltos. Con el de Torre Cantú, 25 mil uno.
El Presidente repite un mantra: “El crimen organizado es una amenaza permanente y pretende imponer las reglas. Hago un llamado a todas las fuerzas políticas para unirnos en momentos tan delicados”. No convence. No asiste al funeral de Torre Cantú. ¿El Presidente no puede presentarse como jefe del Estado porque se le percibe más como jefe del PAN? —pregunta Leo Zuckermann.
El liderazgo de Felipe Calderón está desgastado. No convoca. Provoca. Apela a la responsabilidad de los actores políticos y al mismo tiempo receta medidas electoreras fiscales y judiciales (libera a los líderes de Atenco y golpea de paso a Peña Nieto). Los partidos acusan recibo de puñalada. Calderón es imprudente. ¿Por qué no esperar al lunes?
A bipolaridad, mezquindad. “¡Ni una palabra de diálogo!”. “Nos sentimos profundamente agraviados” —clama Beatriz Paredes. El PRI monopoliza una agresión que es afrenta contra el Estado. AMLO regatea. Rehúye el diálogo. Chantajea. El PAN, cómplice del PRD, se bate en lodo. La oposición trabaja a conciencia para terminar de hundir al régimen. Dice Juan Ignacio Zavala: “El país está viviendo situaciones inéditas y los políticos no han sabido reaccionar”. Prevalece la intriga.
¿Por qué Calderón no fue a Tamaulipas para mandar el mensaje de una República unida en contra de aquellos que quieren ejercer el poder con terror y a balazos? ¿Eso no es urgente? ¿Mostrar a todos, defendiendo y no arrebatando el país a pedazos? Qué lejos quedan Colombia y España. Sociedades en peligro. Países que dan ejemplo: abandonan diferencias; buscan coincidencias. ¿A quién van a tener que matar ahora, para que México supere dificultades? Estamos en peligro. La sociedad rehúsa mirarse al espejo. Sobran inseguridad y pesimismo. El domingo, las elecciones estarán manchadas de sangre y miedo. Demasiado miedo.
EL MONJE LOCO:
El Presidente sentencia: “Yo me voy pero la violencia se queda”. Dará dos gritos en septiembre…// —¿El Ejército rechazará la recomendación (acusación) de la CNDH en el caso de los niños Almanza? Se sabrá el lunes…// —¿Cuál fue la diferencia de criterio entre el procurador Arturo Chávez al cuadrado y la fiscal electoral Arely Gómez? —¿Era indispensable fumigarla a cuatro días de las elecciones?// —¿Que el PAN perderá ocho estados; el PRD, Zacatecas y Ulises, Oaxaca? ¿De las 14, cuántas elecciones terminarán en tribunales y cuántas, anuladas? Nadie sabe, nadie supo…
México está arrinconado. El asesinato de Rodolfo Torre Cantú y cinco personas más y el secuestro del Jefe Diego (hace 50 días), demuestran la dimensión del poder que tiene el crimen organizado. También el tamaño de la debilidad del gobierno.
La delincuencia viola a la patria. Sabe demasiado. La inteligencia de los criminales desconcierta. El Presidente promete castigo a los culpables. Preocupa que en México el 98% de los delitos quede impune. En lo que va del sexenio llevamos 25 mil asesinatos no resueltos. Con el de Torre Cantú, 25 mil uno.
El Presidente repite un mantra: “El crimen organizado es una amenaza permanente y pretende imponer las reglas. Hago un llamado a todas las fuerzas políticas para unirnos en momentos tan delicados”. No convence. No asiste al funeral de Torre Cantú. ¿El Presidente no puede presentarse como jefe del Estado porque se le percibe más como jefe del PAN? —pregunta Leo Zuckermann.
El liderazgo de Felipe Calderón está desgastado. No convoca. Provoca. Apela a la responsabilidad de los actores políticos y al mismo tiempo receta medidas electoreras fiscales y judiciales (libera a los líderes de Atenco y golpea de paso a Peña Nieto). Los partidos acusan recibo de puñalada. Calderón es imprudente. ¿Por qué no esperar al lunes?
A bipolaridad, mezquindad. “¡Ni una palabra de diálogo!”. “Nos sentimos profundamente agraviados” —clama Beatriz Paredes. El PRI monopoliza una agresión que es afrenta contra el Estado. AMLO regatea. Rehúye el diálogo. Chantajea. El PAN, cómplice del PRD, se bate en lodo. La oposición trabaja a conciencia para terminar de hundir al régimen. Dice Juan Ignacio Zavala: “El país está viviendo situaciones inéditas y los políticos no han sabido reaccionar”. Prevalece la intriga.
¿Por qué Calderón no fue a Tamaulipas para mandar el mensaje de una República unida en contra de aquellos que quieren ejercer el poder con terror y a balazos? ¿Eso no es urgente? ¿Mostrar a todos, defendiendo y no arrebatando el país a pedazos? Qué lejos quedan Colombia y España. Sociedades en peligro. Países que dan ejemplo: abandonan diferencias; buscan coincidencias. ¿A quién van a tener que matar ahora, para que México supere dificultades? Estamos en peligro. La sociedad rehúsa mirarse al espejo. Sobran inseguridad y pesimismo. El domingo, las elecciones estarán manchadas de sangre y miedo. Demasiado miedo.
EL MONJE LOCO:
El Presidente sentencia: “Yo me voy pero la violencia se queda”. Dará dos gritos en septiembre…// —¿El Ejército rechazará la recomendación (acusación) de la CNDH en el caso de los niños Almanza? Se sabrá el lunes…// —¿Cuál fue la diferencia de criterio entre el procurador Arturo Chávez al cuadrado y la fiscal electoral Arely Gómez? —¿Era indispensable fumigarla a cuatro días de las elecciones?// —¿Que el PAN perderá ocho estados; el PRD, Zacatecas y Ulises, Oaxaca? ¿De las 14, cuántas elecciones terminarán en tribunales y cuántas, anuladas? Nadie sabe, nadie supo…
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