Sergio Barbosa*
A estas alturas, parecería obvia la respuesta a la anterior pregunta. La respuesta lógica sería que las alianzas son necesarias ya que son la única posibilidad para triunfar rumbo al 2012. Otros argumentan con más “profundidad” que es para remover y quitar a los “caciques que llevan más de 80 años en el poder” como si realmente ese fuera el cometido. Pero más allá de este análisis superficial tenemos que preguntarnos como ciudadanos realmente que representan las alianzas.
En primer lugar si analizamos a los candidatos surgidos de las alianzas y que han sido proclamados vencedores podemos ver con claridad que todos ellos son personas emanadas del partido contra el cual se aliaron, es decir el PRI, pero ahora cobijados por las siglas del PAN, el PRD chuchista, y algunos más como Convergencia o el PANAL.
Por ejemplo, en Oaxaca el candidato aliancista fue Gabino Cué quien anteriormente era un miembro del PRI, y que incluso fue impulsado por el ex priísta Diódoro Carrasco (neo-panista) y el ex gobernador priísta José Murat.
En Puebla, el candidato Rafael Moreno Valle, quien contó con el apoyo de la maquinaria magisterial encabezada por Elba Esther Gordillo (ex priísta) pudo vencer al candidato del PRI Javier López.
Y en Sinaloa el triunfo fue para Mario López Valdéz; quien tuvo el apoyo de una facción del PRI representada por el ex gobernador Juan S. Millán y por el senador Francisco Labastida (quien por cierto fue un activo promotor de la reforma petrolera calderonista junto con el senador Manlio Fabio Beltrones).
Así que como podemos ver, son las mismas fuerzas que cohabitaron dentro del PRI y que por resentimiento, ya sea por habérseles negado una posición política, o por simple afinidad con el panismo calderonista, movilizaron sus maquinarias para adjudicarles el triunfo a los partidos que jugaron con las alianzas: el PAN y el PRD bajo la dirección de Jesús Ortega.
Ahora bién ¿Qué podemos esperar de ello? ¿En verdad el triunfo de las alianzas representa un mensaje alentador de un cambio en lo económico, lo político y lo social?
Lamentablemente podemos vaticinar que esto no será así: En primer lugar, por el origen genérico de los partidos y las corrientes que apoyaron dichas alianzas. Hemos visto que el PRD chuchista y el PAN, en cuanto a conducción de la política económica tienen muchas coincidencias: Ellos mismos son promotores de la política globalizadora que ha destruido a este país a lo largo de los últimos 27 años. Piensan devotamente en la supremacía del mercado sobre el Estado. Creen así también, en la religiosidad puntual del pago de “compromisos” con las instituciones financieras (como llaman elegantemente a la sangría representada por el pago de intereses de las diferentes deudas del Estado y de la inviolabilidad de dichos pactos).
Tanto Felipe Calderón, Jesús Ortega así como el mentor político de Marcelo Ebrard, Manuel Camacho (a quien se le atribuye la estrategia aliancista), tienen como mismo proyecto la entrega de México y de sus recursos a las empresas trasnacionales, así como someter al país a los dictados financieros de los organismos internacionales como el FMI y el BM y los Bancos extranjeros. Son partidarios de la disciplina fiscal, que no es otra cosa que el impedimento para que el país pueda utilizar sus recursos financieros para el desarrollo de proyectos de infraestructura ni nada por el estilo. Y actúan como representantes de ventas cuando promueven la inversión privada en rubros exclusivos como el petróleo y la electricidad.
No hay ninguna divergencia ideológica, ni de principios. Esto ha quedado claro en la conducción de la política económica que ha llevado a cabo Felipe Calderón con la complicidad del PRD chuchista y el sector tecnócrata del PRI en el Congreso.
De tal manera que si las alianzas representan algo, ese algo es el mismo proyecto globalizador que ha sido llevado hasta el día de hoy y con los mismos resultados catastróficos para la mayoría de los mexicanos. Por eso preguntamos al inicio y como título alianzas para qué, si como se puede ver todo seguirá igual. Solo es cuestión de tiempo.
* El autor es alumno de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales UNAM.
A estas alturas, parecería obvia la respuesta a la anterior pregunta. La respuesta lógica sería que las alianzas son necesarias ya que son la única posibilidad para triunfar rumbo al 2012. Otros argumentan con más “profundidad” que es para remover y quitar a los “caciques que llevan más de 80 años en el poder” como si realmente ese fuera el cometido. Pero más allá de este análisis superficial tenemos que preguntarnos como ciudadanos realmente que representan las alianzas.
En primer lugar si analizamos a los candidatos surgidos de las alianzas y que han sido proclamados vencedores podemos ver con claridad que todos ellos son personas emanadas del partido contra el cual se aliaron, es decir el PRI, pero ahora cobijados por las siglas del PAN, el PRD chuchista, y algunos más como Convergencia o el PANAL.
Por ejemplo, en Oaxaca el candidato aliancista fue Gabino Cué quien anteriormente era un miembro del PRI, y que incluso fue impulsado por el ex priísta Diódoro Carrasco (neo-panista) y el ex gobernador priísta José Murat.
En Puebla, el candidato Rafael Moreno Valle, quien contó con el apoyo de la maquinaria magisterial encabezada por Elba Esther Gordillo (ex priísta) pudo vencer al candidato del PRI Javier López.
Y en Sinaloa el triunfo fue para Mario López Valdéz; quien tuvo el apoyo de una facción del PRI representada por el ex gobernador Juan S. Millán y por el senador Francisco Labastida (quien por cierto fue un activo promotor de la reforma petrolera calderonista junto con el senador Manlio Fabio Beltrones).
Así que como podemos ver, son las mismas fuerzas que cohabitaron dentro del PRI y que por resentimiento, ya sea por habérseles negado una posición política, o por simple afinidad con el panismo calderonista, movilizaron sus maquinarias para adjudicarles el triunfo a los partidos que jugaron con las alianzas: el PAN y el PRD bajo la dirección de Jesús Ortega.
Ahora bién ¿Qué podemos esperar de ello? ¿En verdad el triunfo de las alianzas representa un mensaje alentador de un cambio en lo económico, lo político y lo social?
Lamentablemente podemos vaticinar que esto no será así: En primer lugar, por el origen genérico de los partidos y las corrientes que apoyaron dichas alianzas. Hemos visto que el PRD chuchista y el PAN, en cuanto a conducción de la política económica tienen muchas coincidencias: Ellos mismos son promotores de la política globalizadora que ha destruido a este país a lo largo de los últimos 27 años. Piensan devotamente en la supremacía del mercado sobre el Estado. Creen así también, en la religiosidad puntual del pago de “compromisos” con las instituciones financieras (como llaman elegantemente a la sangría representada por el pago de intereses de las diferentes deudas del Estado y de la inviolabilidad de dichos pactos).
Tanto Felipe Calderón, Jesús Ortega así como el mentor político de Marcelo Ebrard, Manuel Camacho (a quien se le atribuye la estrategia aliancista), tienen como mismo proyecto la entrega de México y de sus recursos a las empresas trasnacionales, así como someter al país a los dictados financieros de los organismos internacionales como el FMI y el BM y los Bancos extranjeros. Son partidarios de la disciplina fiscal, que no es otra cosa que el impedimento para que el país pueda utilizar sus recursos financieros para el desarrollo de proyectos de infraestructura ni nada por el estilo. Y actúan como representantes de ventas cuando promueven la inversión privada en rubros exclusivos como el petróleo y la electricidad.
No hay ninguna divergencia ideológica, ni de principios. Esto ha quedado claro en la conducción de la política económica que ha llevado a cabo Felipe Calderón con la complicidad del PRD chuchista y el sector tecnócrata del PRI en el Congreso.
De tal manera que si las alianzas representan algo, ese algo es el mismo proyecto globalizador que ha sido llevado hasta el día de hoy y con los mismos resultados catastróficos para la mayoría de los mexicanos. Por eso preguntamos al inicio y como título alianzas para qué, si como se puede ver todo seguirá igual. Solo es cuestión de tiempo.
* El autor es alumno de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales UNAM.
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