AP
Estados Unidos arrestó a una duodécima persona como parte de la investigación de una red de espionaje de Rusia, pero no tiene pruebas suficientes para acusarlo de algún delito, dijeron el martes cuatro agentes del FBI.
Los funcionarios dijeron que el hombre, un ciudadano ruso, fue detenido por violaciones a las leyes de inmigración y prevén que sea deportado de Estados Unidos al final del día.
El nombre de la persona, de 23 años de edad, salió a relucir durante la pesquisa del FBI sobre la red de espionaje y entró a Estados Unidos en octubre pasado, precisaron dos de los funcionarios. Las cuatro fuentes oficiales hablaron bajo condición de no ser identificados, alegando que se trata de una investigación en desarrollo.
Los funcionarios dijeron que el hombre había estado viviendo en una parte diferente de Estados Unidos que los otros agentes de Rusia y que no tenía ningún vínculo directo con ellos, más allá de que su nombre apareciera como parte de la misma investigación penal.
El diario The Wall Street Journal informó por primera vez sobre el asunto el martes.
El Departamento de Justicia investigó a fondo y hubiese procesado al hombre si las autoridades contaran con las pruebas suficientes para hacerlo, dijeron los funcionarios.
A la fecha, los investigadores no han hallado evidencia de que el hombre posea, mantenga o haya transmitido información delicada o clasificada, dijo uno de las fuentes.
En el reciente canje de espías, el más grande desde la Guerra Fría, 10 agentes que actuaron a favor de Rusia y que se infiltraron en suburbios estadounidenses fueron deportados la semana pasada a cambio de cuatro personas declaradas culpables de traicionar a Moscú en favor de Occidente. Una undécima persona está prófuga desde que huyó de las autoridades de Chipre tras burlar las condiciones de su libertad bajo fianza.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) no hizo declaraciones sobre los arreglos de deportación.
Estados Unidos arrestó a una duodécima persona como parte de la investigación de una red de espionaje de Rusia, pero no tiene pruebas suficientes para acusarlo de algún delito, dijeron el martes cuatro agentes del FBI.
Los funcionarios dijeron que el hombre, un ciudadano ruso, fue detenido por violaciones a las leyes de inmigración y prevén que sea deportado de Estados Unidos al final del día.
El nombre de la persona, de 23 años de edad, salió a relucir durante la pesquisa del FBI sobre la red de espionaje y entró a Estados Unidos en octubre pasado, precisaron dos de los funcionarios. Las cuatro fuentes oficiales hablaron bajo condición de no ser identificados, alegando que se trata de una investigación en desarrollo.
Los funcionarios dijeron que el hombre había estado viviendo en una parte diferente de Estados Unidos que los otros agentes de Rusia y que no tenía ningún vínculo directo con ellos, más allá de que su nombre apareciera como parte de la misma investigación penal.
El diario The Wall Street Journal informó por primera vez sobre el asunto el martes.
El Departamento de Justicia investigó a fondo y hubiese procesado al hombre si las autoridades contaran con las pruebas suficientes para hacerlo, dijeron los funcionarios.
A la fecha, los investigadores no han hallado evidencia de que el hombre posea, mantenga o haya transmitido información delicada o clasificada, dijo uno de las fuentes.
En el reciente canje de espías, el más grande desde la Guerra Fría, 10 agentes que actuaron a favor de Rusia y que se infiltraron en suburbios estadounidenses fueron deportados la semana pasada a cambio de cuatro personas declaradas culpables de traicionar a Moscú en favor de Occidente. Una undécima persona está prófuga desde que huyó de las autoridades de Chipre tras burlar las condiciones de su libertad bajo fianza.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) no hizo declaraciones sobre los arreglos de deportación.
Comentarios