Pedro Zamora Briseño
El gobierno del estado no tiene “ningún elemento para afirmar o negar” que el presunto narcotraficante fallecido ayer, Ignacio Nacho Coronel, “controlaba el estado de Colima, ya que esta información depende de otra instancia, en este caso de la que tenga la Procuraduría General de la República (PGR)”, afirmó el secretario general de Gobierno, Jesús Orozco Alfaro.
No obstante, representantes del PRD y PAN en el estado alertaron sobre los riesgos de una escalada de violencia en Colima como reacción a la eliminación del capo que, según la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), operaba el tráfico de drogas en la ruta del Pacífico, especialmente en Colima, Jalisco y Nayarit.
Orozco Alfaro aceptó que la muerte de Coronel constituye uno de los logros del combate al narcotráfico que encabezan las autoridades federales, con el apoyo de los gobiernos locales.
El funcionario dijo, sin embargo, que en este caso, por tratarse de un asunto de competencia federal, deberán esperarse los resultados de las investigaciones, para evitar especulaciones en lo relativo a la supuesta repercusión en los estados donde se ha manejado que operaba Ignacio Coronel, por lo que corresponderá al Ejército, la Secretaría de Marina y la PGR dar a conocer los detalles.
Respecto de las medidas de seguridad en el estado, Jesús Orozco recordó que el gobierno estatal tiene planes de comprar un helicóptero para reforzar los operativos de vigilancia, la contratación de 50 policías más para el puerto de Manzanillo, así como la adquisición de más chalecos antibalas y armamento para el personal policiaco.
Por su parte, el dirigente estatal del PRD, Francisco Rodríguez García advirtió que, tras la caída de Nacho Coronel, la banda de Los Zetas podría buscar desplazar el control que ese narcotraficante tenía de las entidades del pacífico.
“Los ataques y ejecuciones pueden aumentar en los próximos días hasta que `La Federación`, grupo de cárteles en los que se encuentra el de Sinaloa, vuelva a reordenarse, lograr nuevas alianzas y retomar el control de las plazas”, indicó el líder opositor.
A su vez, el diputado Raymundo González Saldaña, coordinador de la bancada panista en el Congreso del estado, consideró lógico que, tras una baja de la magnitud de Coronel, haya una reacción de los grupos del crimen organizado.
“Mientras se tocan intereses de esta magnitud, creo que lo lógico es que haya reacciones; aquí esperemos que en el caso concreto de Colima ya no veamos hechos violentos porque lo preocupante es que ya se hagan en lugares públicos donde hay gente inocente”, puntualizó.
El gobierno del estado no tiene “ningún elemento para afirmar o negar” que el presunto narcotraficante fallecido ayer, Ignacio Nacho Coronel, “controlaba el estado de Colima, ya que esta información depende de otra instancia, en este caso de la que tenga la Procuraduría General de la República (PGR)”, afirmó el secretario general de Gobierno, Jesús Orozco Alfaro.
No obstante, representantes del PRD y PAN en el estado alertaron sobre los riesgos de una escalada de violencia en Colima como reacción a la eliminación del capo que, según la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), operaba el tráfico de drogas en la ruta del Pacífico, especialmente en Colima, Jalisco y Nayarit.
Orozco Alfaro aceptó que la muerte de Coronel constituye uno de los logros del combate al narcotráfico que encabezan las autoridades federales, con el apoyo de los gobiernos locales.
El funcionario dijo, sin embargo, que en este caso, por tratarse de un asunto de competencia federal, deberán esperarse los resultados de las investigaciones, para evitar especulaciones en lo relativo a la supuesta repercusión en los estados donde se ha manejado que operaba Ignacio Coronel, por lo que corresponderá al Ejército, la Secretaría de Marina y la PGR dar a conocer los detalles.
Respecto de las medidas de seguridad en el estado, Jesús Orozco recordó que el gobierno estatal tiene planes de comprar un helicóptero para reforzar los operativos de vigilancia, la contratación de 50 policías más para el puerto de Manzanillo, así como la adquisición de más chalecos antibalas y armamento para el personal policiaco.
Por su parte, el dirigente estatal del PRD, Francisco Rodríguez García advirtió que, tras la caída de Nacho Coronel, la banda de Los Zetas podría buscar desplazar el control que ese narcotraficante tenía de las entidades del pacífico.
“Los ataques y ejecuciones pueden aumentar en los próximos días hasta que `La Federación`, grupo de cárteles en los que se encuentra el de Sinaloa, vuelva a reordenarse, lograr nuevas alianzas y retomar el control de las plazas”, indicó el líder opositor.
A su vez, el diputado Raymundo González Saldaña, coordinador de la bancada panista en el Congreso del estado, consideró lógico que, tras una baja de la magnitud de Coronel, haya una reacción de los grupos del crimen organizado.
“Mientras se tocan intereses de esta magnitud, creo que lo lógico es que haya reacciones; aquí esperemos que en el caso concreto de Colima ya no veamos hechos violentos porque lo preocupante es que ya se hagan en lugares públicos donde hay gente inocente”, puntualizó.
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