En el municipio neoleonés de Anáhuac, 18 mil personas fueron evacuadas ante el riesgo de que el río Salado se desborde. Por otro lado, la liberación de agua de un embalse dejó inundadas e incomunicadas 2 comunidades tamaulipecas.
Notimex / La Jornada
Monterrey, NL. Las fuertes lluvias originadas por paso del huracán Álex por el norte del país la semana pasada dejaron al límite los niveles de almacenamiento en las presas de la región, obligando al desfogue de varias de ellas y al desalojo de comunidades aledañas. Asimismo, autoridades locales tamaulipecas denunciaron que la liberación de caudales sin previo aviso dejó a dos de sus comunidades bajo el agua.
En Nuevo León, alrededor de 18 mil habitantes del municipio de Anáhuac son evacuados desde esta madrugada ante el riesgo de que el río Salado se desborde por la apertura de compuertas en la presa “Venustiano Carranza”, informó el alcalde Santos Garza García.
Indicó que los límites de almacenamiento en el embalse obligan a tomar medidas precautorias en dicha municipalidad, 224 kilómetros al norte de Monterrey.
En Tamaulipas, por cuya costa entró la semana pasada Álex como huracán categoría 2, el edil de Miguel Alemán, Servando López Moreno, informó que dos de sus comunidades (San Antonio de Reyna y Arcabuz) están totalmente inundadas e incomunicadas luego de que la presa El Cuchillo, en Nuevo León, fuera desfogada a embalses tamaulipecos.
López Moreno señaló que Miguel Alemán no se vio afectado por el paso de Álex, sino por la falta de comunicación de las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), quienes no alertaron sobre el desfogue de las presas.
Indicó que los habitantes de San Antonio de Reyna y Arcabuz, en la zona fronteriza, registran pérdidas totales en casas, cultivos de sorgo, equipo de trabajo, además de falta de energía eléctrica, telefonía y servicios e insumos para poder sobrevivir.
Señaló que las pérdidas en estas dos comunidades son totales, aunque descartó el fallecimiento de personas.
Refirió que se requiere del apoyo de las autoridades federales y estatales, pues de continuar inundados, se podrían registrar diversos brotes epidémicos.
El munícipe indicó que el nivel del agua en Arcabuz y San Antonio de Reyna subió más de un metro y que a la fecha se ha logrado disminuir, pero que aún continúan inundados.
Señaló que “en la zona sur de Miguel Alemán, Pemex tiene instalaciones y éstas corren el peligro de una fuga o bien contaminar el agua que pasa por el río San Juan y a su vez a la presa “Marte R. Gómez” ante la falta de mantenimiento, pues con los terrenos inundados la paraestatal no puede dar el mantenimiento correspondiente”.
En tanto, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) alertó este martes sobre posibles inundaciones en partes del sur de Texas y el noreste de México tras la liberación de agua de la presa binacional La Amistad.
El organismo de México y Estado Unidos, que regula los límites geográficos y tratados de agua entre ambas naciones, precisó que ayer lunes comenzó a descargar agua de La Amistad a un ritmo de 481 metros cúbicos por segundo, y que la mañana de este martes el desfoque casi se duplicó a 991 metros cúbicos por segundo.
De acuerdo con un comunicado de la CILA, la liberación de agua está programada con base en la cantidad de lluvia y el monto de agua en la reserva.
Autoridades del condado de Val Verde, en la frontera con México, ordenaron la evacuación obligatoria de la subdivisión Vega Verde, una vecindad de la comunidad de Del Río, Texas, ubicada a un lado del Río Bravo.
El Servicio Nacional del Clima (NWS) emitió de su lado la advertencia de inundación para los condados de Val Verde, Webb y Maverick y las comunidades de Del Río e Eagle Pass.
La CILA informó que está monitoreando la Presa Internacional Falcón, corriente abajo del Río Bravo, ante la posibilidad de liberar agua de esa reserva, en caso de que sea necesario a finales de esta semana.
Un desbordamiento de la presa afectaría en México los municipios de Acuña y Piedras Negras, Coahuila, así como de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Desfogue amortiguó 50% crecientes de agua: Conagua
De su lado, la Conagua, por medio del Organismo de Cuenca Río Bravo (OCRB), informó que el desfogue controlado de las presas de Nuevo León y Tamaulipas amortiguó 50 por ciento las crecientes de agua en los ríos de esas entidades provocadas por Álex.
En un comunicado, subrayó que al controlar el desfogue de agua de las presas Las Blancas, Cerro Prieto y El Cuchillo hacia los ríos Santa Catarina, San Fernando y Bravo se pudo evitar que se presentaran grandes derrames que generaran inundaciones en las comunidades cercanas.
Asimismo, indicó que la óptima operación de la presa rompepicos Corral de Palma, ubicada en el cauce aguas arriba del Río Santa Catarina, permitió que sólo transitaran por éste dos mil 500 metros cúbicos por segundo.
Subrayó que de no haber existido dicha infraestructura, la creciente hubiera superado los cinco mil metros cúbicos por segundo, generando una catástrofe mayor como la destrucción total de las principales avenidas de la zona metropolitana de Monterrey, como son Constitución y Morones Prieto, y graves pérdidas por inundaciones.
Aunado a lo anterior, y a la pronta operación de la presa El Cuchillo, la cual sigue desfogando, se amortiguó al menos 50 por ciento del volumen de agua que transitó por el Río San Juan hasta llegar a la presa Marte R. Gómez.
Esa presa, con la colocación de agujas, logró una mayor capacidad y permitió que el volumen acumulado saliera de una manera controlada por el bajo Río Bravo, explicó.
Todas esas maniobras han generado que las presas se encuentren arriba de su nivel de conservación, lo cual hará necesario que sigan desfogando hasta alcanzar su nivel ordinario, para estar en posibilidades de atender cualquier contingencia hidrometeorológica que pudiera presentarse.
Asimismo, subrayó que desde el 30 de junio la Conagua informó a los gobiernos de Nuevo León y Tamaulipas la posibilidad de operar las presas ante el escenario que se vislumbraba con Alex e intensificó las alertas meteorológicas a fin de que esas entidades tomaran las medidas pertinentes para salvaguardar la integridad de los habitantes.
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