Derrota total a los electricistas del SME fue por confiar en lo jurídico, en el gobierno y quizá por cobardía
Pedro Echeverría V.
1. El pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló ayer el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro al validar las facultades del presidente ilegítimo Felipe Calderón para emitir el “acto administrativo” que desapareció ese organismo descentralizado. Los diez ministros coincidieron en que la acción del Ejecutivo no violó el convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), porque el decreto impugnado “no está orientado a extinguir al sindicato ni a la afectación de los derechos sindicales”, sino que el objetivo era liquidar la empresa por considerar que “ya no resultaba conveniente para la economía nacional”. Para estos pinches jueces los trabajadores y su sindicato no existen. ¿Por qué entonces los electricistas se dejaron manipular por Gobernación, las leyes y la SCJN frenando sus acciones y marchas?
2. Imagínense la fuerza de 44 mil obreros electricistas cesados, con 24 horas libres, diariamente en la calle con sus familias (unas 200 mil personas) denunciando al gobierno y al sistema capitalista de explotación. Imagínense a 20 de sus dirigentes reuniéndose a diario con los directivos de partidos (López Orador, APPO, Panchos, colonos y demás) y sindicatos como teléfonos, mineros, universitarios, profesores, transportistas, etcétera, planeando la paralización del país. ¿Cuántas fuerzas ciudadanas más se hubieran unido si el activismo de los electricistas hubiese sido consecuente, confiable y el centro de la lucha? Lo que sucedió es que la clase política que gobierna se movió con gran inteligencia jugando a la legalidad, al diálogo de “tontos útiles”, a las amenazas, mientras día tras día sometía al movimiento y a sus líderes.
3. Obvio, no son solamente a los obreros electricistas del SME a quienes les han jugado el dedo en la boca por el gobierno. Son varios centenares de movimientos sindicales y políticos que se han acobardado ante las amenazas del gobierno de aplicar el llamado “Estado de Derecho” y la cárcel. ¿Para qué carajos sirven las leyes aprobadas por la burguesía sino para someter y castigar a sus enemigos? ¿Se olvida que las leyes son instrumentos que redactan los abogados del poder, aprueban los legisladores y aplican los jueces por órdenes de quienes pagan y mandan? Si no hubiese leyes, policías, ejércitos, Estado en una palabra, que cuide las propiedades y capitales del pequeño grupo de políticos y empresarios que nos dominan desde hace varios siglos, hace mucho que los sectores mayoritarios de trabajadores tendrían en sus manos el poder.
4. No sé si los campesinos, los obreros, los ciudadanos, en los movimientos de masas, siempre están dispuestos y preparados para seguir adelante y han sido lo líderes quienes los han frenado por miedo o cobardía. Tampoco sé si los líderes inteligentes –al dar prioridad a las negociaciones- han evitado mayores represiones o masacres del ejército contra el pueblo. Pero lo que sí sé es que el 99 por ciento de las luchas de los trabajadores han sido derrotadas y, a pesar de que por un tiempo se desarrolla la conciencia de lucha, en poco tiempo se borra esa conciencia y las cosas vuelven a su estado normal, se regresa a cero o menos cero porque hay que comenzar de nuevo con mayor dificultad que antes. Lo que sí sé es que no tenemos que alegrarnos de nada o brincar por la liberación de inocentes después de tenerlos en la cárcel por cuatro años.
5. Me imagino al niño que le meten el chupón en la boca después de llorar cinco horas por hambre y, además, por eso estar agradecidos por el chupón. Por eso en esta década he admirado a los trabajadores argentinos y ecuatorianos que por mucho menos de lo que ha sucedido en México, echaron del poder a tres de sus presidentes traidores y siguen luchando. Me imagino que corran del trabajo a 100 o a 200 obreros y no pase nada, pero se joden a 44 mil obreros expertos electricistas y todo queda igual, sólo pasa en México: el país que le obligan a cantar diariamente el Himno Nacional, a jurar a la Bandera, a honrar a la Patria y a gritar México, México, como México no hay dos. Pero mientras tanto todos están entretenidos con los resultados de las elecciones porque los medios de información no dicen otra cosa. Si México no la hizo en fútbol en elecciones sí.
6. Como todo son elecciones y reparto del botín político en México no sólo acallaron a los electricistas con el golpe de la SCJN, sino que hasta los narcotraficantes bajaron sus acciones cotidianas, ¿O será que estén muy ocupados en los 10 estados asegurando la victoria de sus gobernadores, legisladores y presidentes municipales? Sin embargo los dirigentes electricistas, ante su incapacidad para organizar acciones unitarias fuertes de confrontación, para tapar su derrota, “acudirán a instancias jurídicas internacionales”. Por eso para mí en cada “elección democrática” los ciudadanos electores masoquistas eligen felices a la autoridad que los va a seguir sometiendo, explotando y oprimiendo, aunque con distinto discurso. De todas maneras los electricistas no son los primeros ni los últimos en ser burlados por el famoso “Estado de Derecho” y todos los legalismo instituidos.
7. ¿Por qué partido votaron los electricistas el pasado domingo para luego ser derrotados como simples corderos? ¿Qué partido hizo algo por ellos que no sea apoyar en los hechos al gobierno de Calderón? No importa, se madrearon a los electricistas pero hicieron historia; una historia que pronto se olvidará para repetir el mismo camino de derrotas. Quizá los dirigentes se acobardaron y tuvieron miedo a que el movimiento los rebasara, pero hay que incluir obligatoriamente a todos aquellos otros dirigentes de organizaciones sociales que por estar entretenidos en otros quehaceres particulares no apoyaron a los electricistas destruidos con una facilidad inaudita. Los culpables los conocemos: no es el gobierno burgués que por obligación defiende sus intereses como clase explotadora, sino los dirigentes de trabajadores que por caudillismos e intereses particulares no unifican sus luchas.
Pedro Echeverría V.
1. El pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló ayer el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro al validar las facultades del presidente ilegítimo Felipe Calderón para emitir el “acto administrativo” que desapareció ese organismo descentralizado. Los diez ministros coincidieron en que la acción del Ejecutivo no violó el convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), porque el decreto impugnado “no está orientado a extinguir al sindicato ni a la afectación de los derechos sindicales”, sino que el objetivo era liquidar la empresa por considerar que “ya no resultaba conveniente para la economía nacional”. Para estos pinches jueces los trabajadores y su sindicato no existen. ¿Por qué entonces los electricistas se dejaron manipular por Gobernación, las leyes y la SCJN frenando sus acciones y marchas?
2. Imagínense la fuerza de 44 mil obreros electricistas cesados, con 24 horas libres, diariamente en la calle con sus familias (unas 200 mil personas) denunciando al gobierno y al sistema capitalista de explotación. Imagínense a 20 de sus dirigentes reuniéndose a diario con los directivos de partidos (López Orador, APPO, Panchos, colonos y demás) y sindicatos como teléfonos, mineros, universitarios, profesores, transportistas, etcétera, planeando la paralización del país. ¿Cuántas fuerzas ciudadanas más se hubieran unido si el activismo de los electricistas hubiese sido consecuente, confiable y el centro de la lucha? Lo que sucedió es que la clase política que gobierna se movió con gran inteligencia jugando a la legalidad, al diálogo de “tontos útiles”, a las amenazas, mientras día tras día sometía al movimiento y a sus líderes.
3. Obvio, no son solamente a los obreros electricistas del SME a quienes les han jugado el dedo en la boca por el gobierno. Son varios centenares de movimientos sindicales y políticos que se han acobardado ante las amenazas del gobierno de aplicar el llamado “Estado de Derecho” y la cárcel. ¿Para qué carajos sirven las leyes aprobadas por la burguesía sino para someter y castigar a sus enemigos? ¿Se olvida que las leyes son instrumentos que redactan los abogados del poder, aprueban los legisladores y aplican los jueces por órdenes de quienes pagan y mandan? Si no hubiese leyes, policías, ejércitos, Estado en una palabra, que cuide las propiedades y capitales del pequeño grupo de políticos y empresarios que nos dominan desde hace varios siglos, hace mucho que los sectores mayoritarios de trabajadores tendrían en sus manos el poder.
4. No sé si los campesinos, los obreros, los ciudadanos, en los movimientos de masas, siempre están dispuestos y preparados para seguir adelante y han sido lo líderes quienes los han frenado por miedo o cobardía. Tampoco sé si los líderes inteligentes –al dar prioridad a las negociaciones- han evitado mayores represiones o masacres del ejército contra el pueblo. Pero lo que sí sé es que el 99 por ciento de las luchas de los trabajadores han sido derrotadas y, a pesar de que por un tiempo se desarrolla la conciencia de lucha, en poco tiempo se borra esa conciencia y las cosas vuelven a su estado normal, se regresa a cero o menos cero porque hay que comenzar de nuevo con mayor dificultad que antes. Lo que sí sé es que no tenemos que alegrarnos de nada o brincar por la liberación de inocentes después de tenerlos en la cárcel por cuatro años.
5. Me imagino al niño que le meten el chupón en la boca después de llorar cinco horas por hambre y, además, por eso estar agradecidos por el chupón. Por eso en esta década he admirado a los trabajadores argentinos y ecuatorianos que por mucho menos de lo que ha sucedido en México, echaron del poder a tres de sus presidentes traidores y siguen luchando. Me imagino que corran del trabajo a 100 o a 200 obreros y no pase nada, pero se joden a 44 mil obreros expertos electricistas y todo queda igual, sólo pasa en México: el país que le obligan a cantar diariamente el Himno Nacional, a jurar a la Bandera, a honrar a la Patria y a gritar México, México, como México no hay dos. Pero mientras tanto todos están entretenidos con los resultados de las elecciones porque los medios de información no dicen otra cosa. Si México no la hizo en fútbol en elecciones sí.
6. Como todo son elecciones y reparto del botín político en México no sólo acallaron a los electricistas con el golpe de la SCJN, sino que hasta los narcotraficantes bajaron sus acciones cotidianas, ¿O será que estén muy ocupados en los 10 estados asegurando la victoria de sus gobernadores, legisladores y presidentes municipales? Sin embargo los dirigentes electricistas, ante su incapacidad para organizar acciones unitarias fuertes de confrontación, para tapar su derrota, “acudirán a instancias jurídicas internacionales”. Por eso para mí en cada “elección democrática” los ciudadanos electores masoquistas eligen felices a la autoridad que los va a seguir sometiendo, explotando y oprimiendo, aunque con distinto discurso. De todas maneras los electricistas no son los primeros ni los últimos en ser burlados por el famoso “Estado de Derecho” y todos los legalismo instituidos.
7. ¿Por qué partido votaron los electricistas el pasado domingo para luego ser derrotados como simples corderos? ¿Qué partido hizo algo por ellos que no sea apoyar en los hechos al gobierno de Calderón? No importa, se madrearon a los electricistas pero hicieron historia; una historia que pronto se olvidará para repetir el mismo camino de derrotas. Quizá los dirigentes se acobardaron y tuvieron miedo a que el movimiento los rebasara, pero hay que incluir obligatoriamente a todos aquellos otros dirigentes de organizaciones sociales que por estar entretenidos en otros quehaceres particulares no apoyaron a los electricistas destruidos con una facilidad inaudita. Los culpables los conocemos: no es el gobierno burgués que por obligación defiende sus intereses como clase explotadora, sino los dirigentes de trabajadores que por caudillismos e intereses particulares no unifican sus luchas.
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