Contra el pacto de los “Chuchos”

Martha Anaya / Crónica de Política

Afirma el senador Ricardo Monreal que el pacto entre Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador no está roto; que el acto de AMLO el domingo en el zócalo no es incompatible con lo que se ha pactado entre ambos aspirantes a la candidatura presidencial.

El zacatecano es ciertamente un hombre cercano de Andrés Manuel, pero sus dichos distan mucho de lo que ocurre, se ve y se dice en el entorno y aún frente al propio tabasqueño.

Comencemos por lo que ocurrió en la plaza de la Constitución: una y otra vez los delegados de los estados manifestaron que iban con López Obrador por el 2012, “queremos a Andrés Manuel, no a otro”. Lo dijeron de modos muy distintos pero a ello se redujo.

Mantas y carteles se sumaban a ello, comenzando por el “¡Vamos!” que aparecía como telón de fondo en plena tribuna, mirando hacia el Gobierno del DF.

La misma propuesta que planteó Andrés Manuel a sus seguidores para portar la candidatura presidencial en el 2012 va en ese sentido: ser él quien vuelva a competir por la silla del águila.

Podrán argüir que esto es sólo para “posicionarse” vis a vis de Marcelo para cuando llegue el momento de decidir quién es el mejor posicionado, pero lo cierto es que el evento del zócalo no se vivió así entre los seguidores de AMLO. Se vivió como un lanzamiento inequívoco de Andrés Manuel, sin pauta para otra posible decisión.

El mismo Peje, en su mensaje semanal al día siguiente del mitin, subrayó como lo más importante del acto el hecho de que volverá de nuevo a contender por el 2012.

¿Qué eso abre la puerta a que lo haga por el PT y Convergencia únicamente y que el PRD lleve a otro candidato?

Sí, es probable; sin embargo los pejistas van también tras el PRD. En los próximos meses intentarán de nueva cuenta quitarles las riendas del sol azteca a Jesús Ortega y los suyos, además de hacer a un lado a Marcelo ubicándolo entre los miembros de “la derecha del PRD” y de “apuntalar” el régimen de Felipe Calderón.

De hecho, la guerra ya comenzó. El periódico marxista “Militante” –distribuido por cierto a manos llenas durante la asamblea de AMLO—refería las “lecciones” del proceso electoral del 4 de julio y entre otras cosas apuntaba que una de ellas era “el destape” de Ebrard como precandidato a la presidencia de la República “por parte del PRD”.

Esto lo desprenden por su participación en la mayoría de los mítines de la coalición PAN-PRD, y a “su toma de posición” a favor de las alianzas. Ello, señalan, “representa toda una declaración de rompimiento respecto a Andrés Manuel López Obrador””.

Marcelo, escriben en su editorial, “es ya el virtual candidato de la derecha del PRD y de ahora en adelante toda la política de la derecha del PRD estará encaminada a forzar a AMLO a declinar a favor del delfín de Manuel Camacho Solís”.

Ante esta situación, advierten, se “debe obligar a los sectores de izquierda a deslindarse abiertamente de las pretensiones de Marcelo y lanzar una batalla interna por recuperar al partido de manos de la derecha chuchista”.

Esto es parte del editorial de “Militante”. Y es, a la vez, el rostro verdadero de miles y miles de seguidores de López Obrador. Para ellos, hay dos pasos a seguir: hacer a un lado a Marcelo de la candidatura (borrar el pacto) y recuperar el PRD.

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