Cofetel y el abuso del poder presidencial

Álvaro Cepeda Neri

El símil de la caja de cambios de velocidades es bastante ilustrativo para precisar lo que los panistas, desde 1939, izaron como bandera con fondo blanco y siglas azules. Un partido fundado por el asesor financiero de Plutarco Elías Calles, don Manuel Gómez Morín, ahora degradado a facciosos grupos desde que Fox puso en la dirección nacional al yunquista Manuel Espino, rematado por Calderón (al que estos dos no sueltan, le ladran y le tiran a morder), cuando impuso a Germán Martínez y, finalmente, a Cesarín Navita a quien Manuel Camacho, previo convencimiento del mismo Calderón, lo indujo a las “alianzas” entre las izquierdas de pacotilla y las derechas fundamentalistas. Regresando a lo del principio, el único cambio del PAN es la reversa o cuando mucho se van de lado como los cangrejos en “neutral”.

Los panistas, desde el cocacolero, pillo y bribón Fox, hasta el inepto Calderón, vorazmente corrupto con su grupo, han empujado al país al desastre económico y político: brutal desempleo masivo desde 2007, con las estupideces de Calderón y Ebrard (ésta fue la primera alianza entre el izquierdismo y el derechismo); mayor empobrecimiento en los últimos diez años; terror por la inseguridad que ha sembrado el miedo colectivo; cientos de miles de homicidios cometidos por militares, policías y narcotraficantes con sus sicarios. El alza de impuestos (el IETU es un robo) y bienes gubernamentales como la gasolina, etc.

Y ahora el abuso presidencial para manejar, pasando por encima de su autonomía, a la Cofetel (Comisión Federal de Telecomunicaciones), cuando al estilo más cínico y retador del autoritarismo, puso como su presidente, que no servirá para los fines establecidos, sino que será un órgano de Televisa, al amigo de Molinar Horcasitas, el todavía titular de la SCT, de nombre Mony de Swaan y a quien en su casa lo conocen. Si la cúpula de Cofetel está integrada por cinco funcionarios, al votar De Swaan por sí mismo y apoyarlo dos más, fue suficiente para autoelegirse como su presidente.

Mony de Swaan Addati, tal vez naturalizado mexicano con nombre impronunciable, a menos de saber arameo o sánscrito, por mencionar algunos idiomas, nada sabe de telecomunicaciones. Es sólo el testaferro de Calderón-Horcasitas, para continuar favoreciendo al imperio de Azcárraga y que sirva a los intereses del PAN cuando la sucesión presidencial, hoy comprometida con el copetes Peña Nieto a cambio de millonarios contratos de publicidad (y dinero por debajo de la mesa, como en la canción de Manzanero para sus comentaristas que le echan porra al mexiquense). El abuso de Calderón demuestra, una vez más, que ya superó en autoritarismo al propio Salinas y otros ex presidentes. El cambio del PAN es para atrás. Van en reversa, atropellando los intereses nacionales como depredadores. Son el reverso de la moneda. En una cara las delincuencias. En la otra el PAN con los foxes y los calderón, incluyendo a los que toman su distancia encabezados por los traidores Espino y el hocicón de Fox.

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