EFE
Tras décadas de lucha contra el sida, el ritmo de propagación del mal ha disminuido y la ciencia avanza poco a poco hacia una vacuna, aunque la falta de fondos es un problema creciente que amenaza los logros.
Las autoridades sanitarias de todo el mundo se preparan para reunirse en la XVIII Conferencia Internacional del Sida, que se llevará a cabo del 18 al 23 de julio en Viena (Austria), donde se discutirá, entre otros temas, la sostenibilidad de las campañas sanitarias.
Según explicó a EFE Paulo Lyra, portavoz de la Organización Panamericana de la Salud para los temas del sida, algunos gobiernos dependen de los recursos donados por el Fondo Global para luchar contra la pandemia.
Mientras los países afrontan la expansión de la enfermedad, la comunidad científica sigue trabajando sin descanso en la búsqueda de una cura. La semana pasada, la revista Science dio cuenta de nuevos descubrimientos que podrían conducir a una vacuna contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Un equipo de investigadores de Estados Unidos ha identificado tres anticuerpos naturales que son capaces de neutralizar más del 90 por ciento de las variedades principales del VIH.
Los investigadores de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. afirman que es poco lo que se sabe acerca de estos anticuerpos, que se encuentran en la sangre de muchos infectados con el VIH.
Pero podrían ayudar en el diseño de vacunas eficaces contra el virus que se considera como causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
Otra de las novedades más interesantes provino del Instituto Nacional de Investigación Médica del Reino Unido, donde los científicos descubrieron que un gen que se encuentra en los monos africanos puede prevenir la infección con el equivalente del VIH en simios.
El mismo gen, en los humanos, no puede contrarrestar el virus pero aparentemente bastaría con una sola modificación en el gen para que pudiera hacerlo.
En otra investigación, los científicos de la Universidad de Oregón y del Instituto de Tecnología de California han descubierto que un regulador genético -denominado Ctip2-, crítico para muchas funciones de la vida, desempeña un papel clave en la formación de las células del sistema inmunológico, que podría ser reforzado.
Pero los avances científicos y sobre todo, las campañas de prevención y tratamiento en los países más pobres, están amenazados por la falta de fondos.
Según recordó a EFE Paulo Lyra, muchos gobiernos no tienen capacidad para financiar con sus presupuestos la lucha contra el sida, por lo que dependen de la ayuda exterior.
"Por lo tanto, la continuación de las campañas estará amenazada cuando se termine el Fondo Global", una iniciativa internacional impulsada por la ONU para combatir el sida, la malaria y la tuberculosis.
En 2006 todos los estados miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a lograr un acceso universal a la prevención y tratamiento de estas infecciones hasta finales de 2010.
"Al aproximarse el plazo está claro que la comunidad global no ha cumplido ese compromiso", sostiene un estudio publicado hace unos días en la revista Science.
"En 2009, el Fondo de Naciones Unidas para el Sida calculó que necesitaría en 2010 unos 25.000 millones de dólares para la respuesta al sida en países de ingresos bajos y medios, y lo que está disponible ahora son unos 11.300 millones de dólares", prosigue el estudio.
Lyra dijo que en América Latina y el Caribe, donde hay unos 2 millones de personas portadoras del VIH, la atención de este problema de salud consume hasta el 30 por ciento de los presupuestos sanitarios de varios países.
Asegurarse los recursos a largo plazo se ha convertido en uno de los principales retos para los países que luchan por frenar la expansión del virus y por ofrecer tratamientos con antirretrovirales para las personas infectadas.
"En todo el mundo hay más de 33 millones de personas que viven con el VIH y cada año hay por lo menos 2,7 millones de nuevas infecciones", indicó Rachel Jewkes, del Consejo de Investigación Médica en Pretoria (Sudáfrica).
No obstante, hay indicios de que la velocidad de propagación de las infecciones con el VIH y el desarrollo del síndrome de inmunodeficiencia adquirida "está disminuyendo en varias regiones del mundo", apuntó Lyra.
Los expertos consideran, sin embargo, que todavía hay mucho que hacer para brindar tratamientos en los estadios iniciales del contagio, cuando son más efectivos.
Según Jewkes, "menos de una de cada ocho personas infectadas con VIH en todo el mundo recibe terapia antirretroviral".
Por eso, la ONU lanzó hace unos días una novedosa iniciativa llamada 2.0, que permitiría evitar diez millones de muertes y un millón de nuevas infecciones de aquí a 2025.
El 2.0 es un tratamiento que engloba iniciativas para la prevención del VIH, nuevas prácticas para su detección e innovadoras fórmulas para crear fármacos más inocuos, aunque aún no hay ninguna que se haya aplicado de momento.
Tras décadas de lucha contra el sida, el ritmo de propagación del mal ha disminuido y la ciencia avanza poco a poco hacia una vacuna, aunque la falta de fondos es un problema creciente que amenaza los logros.
Las autoridades sanitarias de todo el mundo se preparan para reunirse en la XVIII Conferencia Internacional del Sida, que se llevará a cabo del 18 al 23 de julio en Viena (Austria), donde se discutirá, entre otros temas, la sostenibilidad de las campañas sanitarias.
Según explicó a EFE Paulo Lyra, portavoz de la Organización Panamericana de la Salud para los temas del sida, algunos gobiernos dependen de los recursos donados por el Fondo Global para luchar contra la pandemia.
Mientras los países afrontan la expansión de la enfermedad, la comunidad científica sigue trabajando sin descanso en la búsqueda de una cura. La semana pasada, la revista Science dio cuenta de nuevos descubrimientos que podrían conducir a una vacuna contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Un equipo de investigadores de Estados Unidos ha identificado tres anticuerpos naturales que son capaces de neutralizar más del 90 por ciento de las variedades principales del VIH.
Los investigadores de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. afirman que es poco lo que se sabe acerca de estos anticuerpos, que se encuentran en la sangre de muchos infectados con el VIH.
Pero podrían ayudar en el diseño de vacunas eficaces contra el virus que se considera como causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
Otra de las novedades más interesantes provino del Instituto Nacional de Investigación Médica del Reino Unido, donde los científicos descubrieron que un gen que se encuentra en los monos africanos puede prevenir la infección con el equivalente del VIH en simios.
El mismo gen, en los humanos, no puede contrarrestar el virus pero aparentemente bastaría con una sola modificación en el gen para que pudiera hacerlo.
En otra investigación, los científicos de la Universidad de Oregón y del Instituto de Tecnología de California han descubierto que un regulador genético -denominado Ctip2-, crítico para muchas funciones de la vida, desempeña un papel clave en la formación de las células del sistema inmunológico, que podría ser reforzado.
Pero los avances científicos y sobre todo, las campañas de prevención y tratamiento en los países más pobres, están amenazados por la falta de fondos.
Según recordó a EFE Paulo Lyra, muchos gobiernos no tienen capacidad para financiar con sus presupuestos la lucha contra el sida, por lo que dependen de la ayuda exterior.
"Por lo tanto, la continuación de las campañas estará amenazada cuando se termine el Fondo Global", una iniciativa internacional impulsada por la ONU para combatir el sida, la malaria y la tuberculosis.
En 2006 todos los estados miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a lograr un acceso universal a la prevención y tratamiento de estas infecciones hasta finales de 2010.
"Al aproximarse el plazo está claro que la comunidad global no ha cumplido ese compromiso", sostiene un estudio publicado hace unos días en la revista Science.
"En 2009, el Fondo de Naciones Unidas para el Sida calculó que necesitaría en 2010 unos 25.000 millones de dólares para la respuesta al sida en países de ingresos bajos y medios, y lo que está disponible ahora son unos 11.300 millones de dólares", prosigue el estudio.
Lyra dijo que en América Latina y el Caribe, donde hay unos 2 millones de personas portadoras del VIH, la atención de este problema de salud consume hasta el 30 por ciento de los presupuestos sanitarios de varios países.
Asegurarse los recursos a largo plazo se ha convertido en uno de los principales retos para los países que luchan por frenar la expansión del virus y por ofrecer tratamientos con antirretrovirales para las personas infectadas.
"En todo el mundo hay más de 33 millones de personas que viven con el VIH y cada año hay por lo menos 2,7 millones de nuevas infecciones", indicó Rachel Jewkes, del Consejo de Investigación Médica en Pretoria (Sudáfrica).
No obstante, hay indicios de que la velocidad de propagación de las infecciones con el VIH y el desarrollo del síndrome de inmunodeficiencia adquirida "está disminuyendo en varias regiones del mundo", apuntó Lyra.
Los expertos consideran, sin embargo, que todavía hay mucho que hacer para brindar tratamientos en los estadios iniciales del contagio, cuando son más efectivos.
Según Jewkes, "menos de una de cada ocho personas infectadas con VIH en todo el mundo recibe terapia antirretroviral".
Por eso, la ONU lanzó hace unos días una novedosa iniciativa llamada 2.0, que permitiría evitar diez millones de muertes y un millón de nuevas infecciones de aquí a 2025.
El 2.0 es un tratamiento que engloba iniciativas para la prevención del VIH, nuevas prácticas para su detección e innovadoras fórmulas para crear fármacos más inocuos, aunque aún no hay ninguna que se haya aplicado de momento.
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