Tormentosa sesión en la Permanente

Martha Anaya / Crónica de Política

Se suponía que iban a hablar sobre la inseguridad en el estado de Nayarit, pero aquello derivó en sanquintín de acusaciones y denuestos contra el Presidente de la República y su estrategia contra el crimen organizado.

Dos horas con veinte minutos –diecinueve oradores– se llevó la refriega verbal, en la que salieron a relucir calificativos no sólo contra Felipe Calderón (hasta “genocida” le dijeron) sino contra su esposa, Margarita Zavala (el diputado Héctor Pablo Ramírez Puga la llamó “mafiosa”) por hacer “proselitismo” en Oaxaca.

Priístas y panistas fueron los más rabiosos en este debate. De por sí los del tricolor andaban furiosos con las grabaciones que se dieron a conocer del gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, de las que se derivarían posibles desviaciones de recursos públicos a las campañas.

Pero los priistas fueron los que más se hicieron notar. Había que ver las carcajadas del senador Adolfo Toledo cuando el diputado panista Javier Corral demandó que se retirara, por respeto a la política, el calificativo de “mafiosa” contra Margarita Zavala.

Sólo que la risa se le borró del rostro cuando habló del secuestro de Aurora López y lo que dijeron al respecto los “voceros del oficialismo”: ¡que la señora se había auto secuestrado, que se infligió ella misma el ultraje y los golpes!

El diputado coahuilense Rubén Moreira intentó darle otro giro al debate. Se centró en la estrategia de Calderón con el narcotráfico: ¿de verdad quieren que se debata el tema?, preguntaba. Y se arrancó solito:

-Bien sabemos que Calderón buscó el tema del narcotráfico para legitimarse, pero ahora no sabe cómo salir de eso. Cuando lanzó el grito de guerra, lo hizo solo, sin consultar a nadie, y ahora que le están tupiendo, entonces sí quiere que todos lo apoyen.

Los panistas guardaban silencio. Moreira seguía:

-En su desplegado y en su mensaje no tiene orden, se contradice. Agarra contra todos, no reflexiona… Si quiere que le ayudemos en este genocidio ¡no le vamos a ayudar!

Lo secundo el diputado oaxaqueño Ramírez Puga, pero además alegó que en el caso del “levantón” de Aurora López “algún duende” les hizo llegar el expediente médico “¡y no tiene absolutamente nada!, sólo detectaron un dolor abdominal producido por gases gástricos” (¿Les recuerda algo semejante declaración?)

Javier Corral volvió a la tribuna. Copia en mano de un recibo, acusó a Ramírez ¨Puga de recibir 750 mil pesos mensuales del gobierno del estado para su periódico, “¡ya se engulló 56 millones de pesos por su libelo!”

Sebastián Lerdo de Tejada (PRI) insistió en lo mal diseñada que estaba la estrategia de Calderón contra el narcotráfico: “El presidente –subrayaba—tiene que abandonar la soberbia y hacer un acto de reflexión porque con desplegados no van a arreglar la situación… Es el Presidente de los diagnósticos, no el presidente de las soluciones, lo lamentamos profundamente.”

El yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín remató señalando que la estrategia de Calderón contra el crimen “es de maquillaje, de imagen”, dice que urge un cambio de imagen…¡caramba, “la casa se está cayendo pero necesitamos un cuadro del Louvre”, ironizó.

La última defensa del PAN la intentó Carlos Alberto Pérez Cuevas. Les recordó que ésta era una política de estado y no de gobierno, que los soldados no habían salido por gusto sino que fueron llamados por los distintos gobiernos, “no se vale tirar la piedra y esconder la mano”.

Y en cuanto a que si se trataba de una estrategia de maquillaje, les respondió que lo que realmente era “estrategia de maquillaje, es no entrarle a las reformas de fondo” . A eso se redujo la respuesta del partido en el gobierno.

Después de esto vendría el debate sobre las elecciones en los distintos estados, pero lo más bronco ya se había dicho en esta tormentosa sesión.

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