Reuters Uruguay y Francia empataron el viernes sin goles, repitiendo el irregular fútbol que mostraron durante la clasificación al Mundial, lo que deja abiertas todas las posibilidades en el Grupo A tras las tablas firmadas por Sudáfrica y México unas horas antes.
El equipo sudamericano terminó con un hombre de menos, ya que fue expulsado Nicolás Lodeiro tras doble amonestación.
Todo podría haber sido diferente si el centrocampista francés Sidney Govou hubiera rematado a los 6 minutos un magnífico centro de gol que envió su compañero Franck Ribéry, que le dejó a escasos metros del arco uruguayo en la ocasión más clara del partido.
El desordenado juego ofensivo galo no pudo traspasar la maraña defensiva que tejieron los "celestes" en el área, que optaron por despejar los balones con potentes disparos hacia campo contrario, esperando una genialidad de sus afamados delanteros.
Sin embargo, no fue la noche de los artilleros charrúas.
Diego Forlán, obligado a bajar constantemente hasta el centro del campo por la poca actividad en la línea de creación uruguaya, tan sólo gozó de oportunidades con disparos desde media distancia.
A los 15 minutos, el ariete del Atlético de Madrid realizó el único disparo uruguayo a puerta del primer tiempo, un habilidoso recorte terminado en un poderoso cañonazo desde las inmediaciones del área francesa que fue despejado por el guardameta Hugo Lloris.
Su socio en el ataque celeste, Luis Suárez, estuvo poco inspirado en el estadio Green Point de Ciudad del Cabo y se estrelló una y otra vez con jugadas en solitario contra los defensores franceses, que concedieron pocos espacios.
En el ataque del vigente subcampeón del mundo, tan sólo las eléctricas escapadas de Ribéry por la banda izquierda y los lejanos disparos de Yoann Gourcouff, que probó desde todas las posiciones, inquietaron el arco de Fernando Muslera.
Precisamente Gourcuff firmó un ajustado disparo desde la banda izquierda que fue salvado por el portero uruguayo en una espectacular estirada, donde logró meter un providencial guante en la escuadra para evitar el tanto francés.
Aunque Uruguay desapareció del medio del campo, tampoco los galos lograron ordenar un ataque consistente. Su único punto de referencia arriba, el delantero del Chelsea Nicolás Anelka, se mostró muy activo pero poco efectivo en las jugadas ofensivas, buscando portería insistentemente sin éxito.
Tras el relativo dominio de los europeos en los primeros 45 minutos, los uruguayos comenzaron la segunda parte presionando más arriba, pero tan sólo Forlán, quien reclamaba más ayuda de sus compañeros, logró llevar algo de peligro al área rival.
En la recta final, el partido subió en intensidad física y perdió el poco control táctico que mostraron ambas partes.
Ambos seleccionados parecían buscar el gol más por intuición y suerte que por táctica, lo que mantiene las dudas que han arrojado ambos entrenadores en su camino hacia la primera copa en suelo africano.
Buscando más inspiración, Raymond Domenech y el uruguayo Oscar Tabárez en sus ofensivas reemplazaron a Anelka por Thierry Henry y a Suárez por Sebastián Abreu, aunque tampoco ellos lograron marcar la diferencia.
La expulsión en los últimos minutos de Nicolás Lodeiro por doble amarilla tras una dura entrada a Bacary Sagna hizo arreciar los ataques de Francia, que se volcó en tromba contra el área contraria pero sin conseguir franquear el muro del combinado sudamericano.
Uruguay y Francia quedaron con una unidad en la tabla de posiciones del grupo, al igual que Sudáfrica y México, selecciones que empataron 1-1 horas antes.
(Escrito por Enrique Andrés Pretel en Pretoria, reporte adicional de Conrado Hornos en Montevideo, editado por Patricia Avila)
El equipo sudamericano terminó con un hombre de menos, ya que fue expulsado Nicolás Lodeiro tras doble amonestación.
Todo podría haber sido diferente si el centrocampista francés Sidney Govou hubiera rematado a los 6 minutos un magnífico centro de gol que envió su compañero Franck Ribéry, que le dejó a escasos metros del arco uruguayo en la ocasión más clara del partido.
El desordenado juego ofensivo galo no pudo traspasar la maraña defensiva que tejieron los "celestes" en el área, que optaron por despejar los balones con potentes disparos hacia campo contrario, esperando una genialidad de sus afamados delanteros.
Sin embargo, no fue la noche de los artilleros charrúas.
Diego Forlán, obligado a bajar constantemente hasta el centro del campo por la poca actividad en la línea de creación uruguaya, tan sólo gozó de oportunidades con disparos desde media distancia.
A los 15 minutos, el ariete del Atlético de Madrid realizó el único disparo uruguayo a puerta del primer tiempo, un habilidoso recorte terminado en un poderoso cañonazo desde las inmediaciones del área francesa que fue despejado por el guardameta Hugo Lloris.
Su socio en el ataque celeste, Luis Suárez, estuvo poco inspirado en el estadio Green Point de Ciudad del Cabo y se estrelló una y otra vez con jugadas en solitario contra los defensores franceses, que concedieron pocos espacios.
En el ataque del vigente subcampeón del mundo, tan sólo las eléctricas escapadas de Ribéry por la banda izquierda y los lejanos disparos de Yoann Gourcouff, que probó desde todas las posiciones, inquietaron el arco de Fernando Muslera.
Precisamente Gourcuff firmó un ajustado disparo desde la banda izquierda que fue salvado por el portero uruguayo en una espectacular estirada, donde logró meter un providencial guante en la escuadra para evitar el tanto francés.
Aunque Uruguay desapareció del medio del campo, tampoco los galos lograron ordenar un ataque consistente. Su único punto de referencia arriba, el delantero del Chelsea Nicolás Anelka, se mostró muy activo pero poco efectivo en las jugadas ofensivas, buscando portería insistentemente sin éxito.
Tras el relativo dominio de los europeos en los primeros 45 minutos, los uruguayos comenzaron la segunda parte presionando más arriba, pero tan sólo Forlán, quien reclamaba más ayuda de sus compañeros, logró llevar algo de peligro al área rival.
En la recta final, el partido subió en intensidad física y perdió el poco control táctico que mostraron ambas partes.
Ambos seleccionados parecían buscar el gol más por intuición y suerte que por táctica, lo que mantiene las dudas que han arrojado ambos entrenadores en su camino hacia la primera copa en suelo africano.
Buscando más inspiración, Raymond Domenech y el uruguayo Oscar Tabárez en sus ofensivas reemplazaron a Anelka por Thierry Henry y a Suárez por Sebastián Abreu, aunque tampoco ellos lograron marcar la diferencia.
La expulsión en los últimos minutos de Nicolás Lodeiro por doble amarilla tras una dura entrada a Bacary Sagna hizo arreciar los ataques de Francia, que se volcó en tromba contra el área contraria pero sin conseguir franquear el muro del combinado sudamericano.
Uruguay y Francia quedaron con una unidad en la tabla de posiciones del grupo, al igual que Sudáfrica y México, selecciones que empataron 1-1 horas antes.
(Escrito por Enrique Andrés Pretel en Pretoria, reporte adicional de Conrado Hornos en Montevideo, editado por Patricia Avila)
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