Jorge Sifuentes Cañas / La Jornada
CUERNAVACA. Bajo la consigna de que el arte también es ruptura, cuando no se subordina a la voz del amo, diversos artistas plásticos convocan a la subasta de arte en solidaridad con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME); que tendrá lugar el próximo viernes 2 de julio, a partir de las 19 horas, en la cooperativa socio-cultural La Comuna.
Adolfo Mexiac, Eduardo del Río Rius, Vlady (qepd), Hugo Velázquez, Olivia Garza, Patricia Salas, Alejandra Iñigo, Claudia Sánchez, Philipie, Armando Brito, Carlos Kunte, Xerxes Díaz, Pilar García, Elena Gil, Rita Ordaz, Marcos Límenes, Roger Von Gunten y Rosa Velazco, son algunos de los creadores que han apoyado esta iniciativa.
Las obras que estarán a subasta, han sido generosamente donadas por los artistas en apoyo a los trabajadores electricistas que se mantienen en lucha y resistencia durante ocho meses, a pesar de las acciones de violencia emprendidas contra ellos. El propósito fundamental de la convocatoria es que el público pueda adquirir obra de arte, que sea también un regalo para los que resisten y luchan.
En México, los años cincuenta y sesenta significaron un punto de encuentro entre tres grandes muralistas como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros; posteriormente, surgió el grupo de artistas que integraron la llamada Generación de la Ruptura, que sumando perspectivas distintas, representan una síntesis de la gran riqueza cultural que existe en el país.
En entrevista con La Jornada Morelos, Adolfo Mexiac, pintor, muralista y grabador, consideró que es una tradición en los creadores plásticos ser solidarios con las luchas del pueblo en general, más que con los intereses de los poderosos.
“Siempre estamos con la gente, los campesinos, los obreros, los maestros y los sindicatos; en esta ocasión no iba a ser la excepción. Al contrario, creo que es una muy justa lucha la que están llevando a cabo los electricistas, después de esta política represiva que, de un solo golpe, el actual gobierno de la República quita 40 mil trabajos y plazas a jefes de familia; realmente es incomprensible”.
Esta tradición también forma parte de los principios del Taller de Gráfica Popular, del que Mexiac fue integrante en los años cincuenta. “En el Taller había compañeros de partido y gente sin partido; había gente del partido comunista, del obrero-campesino, del partido popular y también gente sin ningún otro partido. Todos convivíamos muy civilizadamente, nuestras ideas las respetábamos cada uno y lo que hacíamos era de manera individual. Claro que también realizamos una gran cantidad de trabajos colectivos. Y eso caracterizó al Taller de Gráfica Popular”.
“Para mi fue realmente un grupo que me ayudó a formar, porque yo estaba muy joven en aquel entonces. Me siento orgulloso de haber pertenecido a un grupo tan heterogéneo y a la vez, tan solidario con las luchas populares”, apuntó Mexiac.
Por su parte, Eduardo del Río Rius, es otro de los artistas identificado con las causas sociales del pueblo mexicano. De formación autodidacta, Rius empezó a publicar sus primeras caricaturas en 1955; desde entonces ha colaborado en casi todas las revistas importantes de México, como Proceso, Siempre!, Sucesos o Política; y en periódicos como El Universal, Ovaciones, La Prensa y La Jornada. También ha creado revistas de humor político como La Gallina, Marca Diablo, El Chahuistle y El Chamuco.
Uno de sus mayores éxitos fue la historieta Los Supermachos, con la cual empezó a acercarse al pueblo, combinando el humor y la política. El éxito fue inusitado y la revista alcanzó un tiraje semanal de 250 mil ejemplares. Poco después, el editor de la revista, presionado por el gobierno, le quitó los personajes a Rius, quien se vio obligado a fundar un nuevo comic: Los Agachados.
En esta publicación, Rius abordó, de 1968 a 1981, todos los temas imaginables: política, religión, sexo, música, futbol, economía, filosofía, historia, ecología, vegetarianismo y naturismo, entre otros. Con esto, formó una fuente de material importante, que utiliza recurrentemente para hacer sus libros, escritos de manera informal e ilustrados con sus propias caricaturas y recortes de obras artísticas de otros autores, muchas veces intervenidas.
Actualmente colabora con la revista de crítica y humor político El Chamuco y los hijos del averno, de la cual es fundador, junto a otros moneros igualmente reconocidos, como Rafael Barajas El Fisgón.
CUERNAVACA. Bajo la consigna de que el arte también es ruptura, cuando no se subordina a la voz del amo, diversos artistas plásticos convocan a la subasta de arte en solidaridad con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME); que tendrá lugar el próximo viernes 2 de julio, a partir de las 19 horas, en la cooperativa socio-cultural La Comuna.
Adolfo Mexiac, Eduardo del Río Rius, Vlady (qepd), Hugo Velázquez, Olivia Garza, Patricia Salas, Alejandra Iñigo, Claudia Sánchez, Philipie, Armando Brito, Carlos Kunte, Xerxes Díaz, Pilar García, Elena Gil, Rita Ordaz, Marcos Límenes, Roger Von Gunten y Rosa Velazco, son algunos de los creadores que han apoyado esta iniciativa.
Las obras que estarán a subasta, han sido generosamente donadas por los artistas en apoyo a los trabajadores electricistas que se mantienen en lucha y resistencia durante ocho meses, a pesar de las acciones de violencia emprendidas contra ellos. El propósito fundamental de la convocatoria es que el público pueda adquirir obra de arte, que sea también un regalo para los que resisten y luchan.
En México, los años cincuenta y sesenta significaron un punto de encuentro entre tres grandes muralistas como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros; posteriormente, surgió el grupo de artistas que integraron la llamada Generación de la Ruptura, que sumando perspectivas distintas, representan una síntesis de la gran riqueza cultural que existe en el país.
En entrevista con La Jornada Morelos, Adolfo Mexiac, pintor, muralista y grabador, consideró que es una tradición en los creadores plásticos ser solidarios con las luchas del pueblo en general, más que con los intereses de los poderosos.
“Siempre estamos con la gente, los campesinos, los obreros, los maestros y los sindicatos; en esta ocasión no iba a ser la excepción. Al contrario, creo que es una muy justa lucha la que están llevando a cabo los electricistas, después de esta política represiva que, de un solo golpe, el actual gobierno de la República quita 40 mil trabajos y plazas a jefes de familia; realmente es incomprensible”.
Esta tradición también forma parte de los principios del Taller de Gráfica Popular, del que Mexiac fue integrante en los años cincuenta. “En el Taller había compañeros de partido y gente sin partido; había gente del partido comunista, del obrero-campesino, del partido popular y también gente sin ningún otro partido. Todos convivíamos muy civilizadamente, nuestras ideas las respetábamos cada uno y lo que hacíamos era de manera individual. Claro que también realizamos una gran cantidad de trabajos colectivos. Y eso caracterizó al Taller de Gráfica Popular”.
“Para mi fue realmente un grupo que me ayudó a formar, porque yo estaba muy joven en aquel entonces. Me siento orgulloso de haber pertenecido a un grupo tan heterogéneo y a la vez, tan solidario con las luchas populares”, apuntó Mexiac.
Por su parte, Eduardo del Río Rius, es otro de los artistas identificado con las causas sociales del pueblo mexicano. De formación autodidacta, Rius empezó a publicar sus primeras caricaturas en 1955; desde entonces ha colaborado en casi todas las revistas importantes de México, como Proceso, Siempre!, Sucesos o Política; y en periódicos como El Universal, Ovaciones, La Prensa y La Jornada. También ha creado revistas de humor político como La Gallina, Marca Diablo, El Chahuistle y El Chamuco.
Uno de sus mayores éxitos fue la historieta Los Supermachos, con la cual empezó a acercarse al pueblo, combinando el humor y la política. El éxito fue inusitado y la revista alcanzó un tiraje semanal de 250 mil ejemplares. Poco después, el editor de la revista, presionado por el gobierno, le quitó los personajes a Rius, quien se vio obligado a fundar un nuevo comic: Los Agachados.
En esta publicación, Rius abordó, de 1968 a 1981, todos los temas imaginables: política, religión, sexo, música, futbol, economía, filosofía, historia, ecología, vegetarianismo y naturismo, entre otros. Con esto, formó una fuente de material importante, que utiliza recurrentemente para hacer sus libros, escritos de manera informal e ilustrados con sus propias caricaturas y recortes de obras artísticas de otros autores, muchas veces intervenidas.
Actualmente colabora con la revista de crítica y humor político El Chamuco y los hijos del averno, de la cual es fundador, junto a otros moneros igualmente reconocidos, como Rafael Barajas El Fisgón.
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