PRI y PAN, mentiras e hipocresía en la crisis de Cananea

Samuel R. G. / uzkediam@gmail.com

El doble discurso es lo que prevalece hoy en día en la política mexicana. Recientemente el gobierno panista desalojó por la fuerza a los obreros del Sindicato 65 de Mineros de las instalaciones de la Productora de cobre Mexicana de Cananea y posteriormente, con tan sólo algunas horas de diferencia de la violencia ejercida contra los trabajadores de Cananea, también hizo acto de presencia un convoy de la policía estatal de Coahuila escoltando automóviles para que Grupo México se posesionara de la mina 8 Unidad Pasta de Conchos.

Una de las primeras reacciones fue la que expresó el líder de la bancada priista en el Congreso de la Unión, Francisco Rojas Gutiérrez. El diputado lamentó que a casi tres años del conflicto minero de Cananea no se haya encontrado una salida de diálogo entre el sindicato y la empresa, por lo que afirmó que el PRI respaldaría la lucha de los obreros y defenderían el derecho a huelga de los trabajadores. Pero bien se dice que "del dicho al hecho, hay un largo trecho", sobre la hipocresía del PRI comparto algunos antecedentes.

PRM y el sector obrero

El PRI, principalmente en su etapa como Partido de la Revolución Mexicana (PRM, de 1938 a 1946), bajo el mando de Lázaro Cárdenas eliminó la estructura basada en partidos regionales y estatales del antiguo Partido Nacional Revolucionario (PRN) y la substituyó con una base de carácter corporativo o corporatista en la que se esperaba que los intereses de los ciudadanos fueran representados y transmitidos por los denominados "sectores".

Fueron cuatro los sectores integrados en el PRM: obrero, campesino, popular y militar, que, al mismo tiempo, aglutinaron a distintas organizaciones. Durante ese período la organización del partido fue vertical, es decir, las decisiones importantes se tomaron desde arriba sin permitir a las masas integradas al partido su participación real.

Algunas corporaciones y agrupamientos que conformaron el PRM gozaron de cierta autonomía política, la CROM, la CGT, la CTM, el Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros y el Sindicato Mexicano de Electricistas formaron parte del sector más importante en esa etapa del partido: el sector obrero.

Sería incorrecto afirmar que el PRM surgió como un partido de masas, la historia constata que fue más bien un partido de corporaciones, en el que sus unidades de base eran las organizaciones, mientras que los individuos resultaban elementos secundarios. Tiempo después, en 1946 se convocó a la Segunda Gran Convención del Partido de la Revolución Mexicana y nació el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Complicidad entre el PRI y el PAN

Si bien es cierto que fue el gobierno panista el ejecutor de la violencia en contra de los mineros y sus derechos laborales, el PRI ha sido el "padrino" en la mayoría de golpes que ha dado el PAN en contra de la clase trabajadora. Salir a lamentar lo ocurrido en Cananea debe alertar a toda la población mexicana, ya que históricamente nunca se ha escuchado a los trabajadores y las conquistas -mínimas por cierto- han costado sangre. Parece que buscan repetir la historia y ahora que el PRI aspira a recuperar la presidencia en 2010 con Enrique "El copete" Peña Nieto, no dudemos que se sigan aplastando los derechos de los mexicanos.

Debido al esquema corporativista que alguna vez manejó el PRI y que todavía se observa -aunque ya menos- en las dos administraciones panistas, podemos hablar que únicamente los líderes de los sindicatos y organizaciones de obreros han salido beneficiados, pero el grueso de la clase trabajadora a penas sobrevive con un raquítico salario mínimo de 55 pesos y los privilegios son para los líderes coptados por el sistema.

La alianza PRI y PAN se observa también desde la implementación del modelo neoliberal en México, una fase del capitalismo que dicta a los gobiernos terminar a toda costa con los sindicatos. Se privilegia a la iniciativa privada, como es el caso ahora de Grupo México, cuyas acciones en la Bolsa de Valores subieron una vez que se dio a conocer la intervención del gobierno federal para reprimir a los mineros.

Esas son las reglas del juego, impuestas desde las altas esferas del poder y no se ve por donde alguna movilización obrera y/o ciudadana pueda revertir la situación. El caso de los mineros en Cananea y el de Pasta de Conchos son ejemplos claros de la política mentirosa y manipuladora del llamado PRIAN, pero faltaría describir otros grupos y sectores de la sociedad que actualmente son golpeados por el gobierno federal.

Es evidente también que la administración calderonista busca aprovechar la fiebre del Mundial de Sudáfrica 2010, para asestar golpes bajos a los diferentes sectores productivos del país. Ya empezó con los mineros y otro tema importante es también el relativo a los empleados de la Banca de Desarrollo, ante la inminente desaparición de dicha institución crediticia.

¿Presidente del empleo?, ¿las manos limpias?, ¿para que vivamos mejor? Tiene razón Javier Aguirre, el segundo pelele de México, vocero de la presidencia y actual entrenador de la selección mexicana de Televisa: México está jodido, jodidísimo...

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