Panistas de Padrés quieren embolsarse una millonada

Álvaro Cepeda Neri

En Sonora los panistas se han dividido. Mejor dicho: el ya desgobernador Guillermo Padrés (quien dirigió, con Lozano Alarcón y García Luna, la invasión militar-policiaca para reprimir a los mineros de Cananea), los ha dividido. Cuando el PAN en todo el país está al borde de la catástrofe electoral y sus militantes desconcertados por la pésima Dirección de Cesarín Navita (los diminutivos es por su enanés lilliputiense), el desgobernador de marras se ha dedicado, con su facción encabezada por el gordísimo Héctor Larios y quien debería entrar al programa escolar contra el exceso de peso, a dividir a los panistas de la entidad y no para de echar mano de la máxima, atribuida a Luis XI, del “divide et impera” que en español (no en castellano) significa: divide y vencerás.

En todo caso, el vencerás será para el PRI ante el divisionismo del PAN, y todo porque los “padrecistas” se quieren embolsar aproximadamente 4 mil millones de pesos, en la compra de un equipo para desalar el agua del mar de Cortés. Luege y Cordero presentaron esta propuesta a Calderón, para que se las apruebe y poder llevar agua potable a Hermosillo y algunos otros municipios colindantes y conurbados. La escasez de ese líquido tiene en vilo a esos sonorenses. Pues bien, Padrés y los suyos, en caso de no aprobarse el proyecto de la desaladora, quieren construir un acueducto desde la Presa Plutarco Elías Calles, alias El Novillo, hasta la capital de Sonora. Su precio es de más de 5 mil millones de pesos, más el agregado para el botín.

Padrés quiere robarse la poca agua del sur del estado, donde apenas los valles de Mayo y del Yaqui si pueden llevar a cabo un cultivo al año, cuando las tierras, sembrando trigo, frijol, maíz, etc., pueden dar hasta tres cultivos anuales. Pero no hay agua suficiente. Y aún así Padrés-Larios con los empresarios agrícolas que están en la complicidad, quieren repartir el agua que dejaría en peor situación a los municipios de Cajeme y Hermosillo. Tendrían ambos tan poca agua que no se resolvería el problema y, en cambio, generaría escasez en la mitad del territorio sonorense. Padrés quiere medio resolver, en el corto plazo, un problema, creando de inmediato, un señor problema.

Mientras tanto, además de querer llevarse una “comisión”, que es una rapiña, de 4 mil millones de pesos, Padrés, su equipo y sus panistas están dividiendo al partido. Y es que el desgobernador se está comportando como un bribón y no halla cómo saldar sus deudas electorales y, como todo politiquillo que vive de la política, cómo obtener dividendos de las inversiones con cargo a los ingresos, aportaciones federales (que amañadamente y al alimón con Bours, publicó un dizque dictamen-auditoría: El Financiero: 8/VI/10). Ya le salieron al paso los panistas del estado que no comulgan con el documento: Agua para todo Sonora y alimentos para todo México (Proceso: 6/VI/10), donde exhiben las maniobras de Padrés quien ha traicionado a los sonorenses con lo de la Guardería ABC y ahora con lo de Cananea y el agua.

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