AFP
PARÍS — Transportes, escuelas, oficinas de correo, industrias y bancos registraban el jueves trastornos en su funcionamiento con motivo de una nueva jornada de huelga y manifestaciones contra la reforma de las jubilaciones impulsada por el presidente francés Nicolas Sarkozy.
La convocatoria a la huelga y a manifestarse fue reafirmada la semana pasada por las seis grandes centrales sindicales franceses luego de que el ministro francés de Trabajo, Eric Woerth, presentara una batería de propuestas que prevén subir la edad mínima de la jubilación a los 62 años (contra 60 en la actualidad) para recortar el déficit presupuestario.
Las primeras manifestaciones tenían lugar en el oeste y el sur del país.
En Le Mans, Le Havre, Rouen y Rennes (oeste de Francia), miles de personas habían salido a la calle según la policía.
En Marsella (sur), más de 120.000 personas ya estaban en la calle para rechazar la reforma de las jubilaciones, según datos de los sindicatos.
En París, la gran manifestación está prevista a las 14H00 locales (12H00 GMT).
El 68% de los franceses expresó su "apoyo" o "simpatía" hacia las manifestaciones, según una encuesta del instituto CSA.
En los transportes, este jueves sólo funcionaba un tren de alta velocidad de cada dos con salida y destino de París, así como en las líneas internacionales. En el metro parisino, el 60% del tráfico era normal.
En los medios de comunicación, las radios públicas France Inter y France Info transmitieron su programación matinal y sólo difundían música.
Los sindicatos, apoyados por el opositor Partido Socialista, prevén la participación de entre uno y dos millones de manifestantes, muy por encima de las protestas convocadas el 27 de mayo pasado, cuando sólo salieron a la calle unas 400.000 personas -según la policía y un millón según los gremios-.
El secretario general de la CFDT -segundo sindicato francés- Francois Chereque se declaró "seguro" de que "entre uno y dos millones de personas" saldrán a protestar "contra esta reforma injusta".
"Todo indica que superaremos la barrera del millón de manifestantes", declaró Bernard Thibault, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), principal sindicato francés.
El proyecto gubernamental, que debería ser aprobado en septiembre en el Parlamento, aumenta de 60 a 62 años la edad mínima de la jubilación a partir de 2018 y de 65 a 67 años la edad que permitiría beneficiarse de una pensión completa sin haber cotizado 40 años.
PARÍS — Transportes, escuelas, oficinas de correo, industrias y bancos registraban el jueves trastornos en su funcionamiento con motivo de una nueva jornada de huelga y manifestaciones contra la reforma de las jubilaciones impulsada por el presidente francés Nicolas Sarkozy.
La convocatoria a la huelga y a manifestarse fue reafirmada la semana pasada por las seis grandes centrales sindicales franceses luego de que el ministro francés de Trabajo, Eric Woerth, presentara una batería de propuestas que prevén subir la edad mínima de la jubilación a los 62 años (contra 60 en la actualidad) para recortar el déficit presupuestario.
Las primeras manifestaciones tenían lugar en el oeste y el sur del país.
En Le Mans, Le Havre, Rouen y Rennes (oeste de Francia), miles de personas habían salido a la calle según la policía.
En Marsella (sur), más de 120.000 personas ya estaban en la calle para rechazar la reforma de las jubilaciones, según datos de los sindicatos.
En París, la gran manifestación está prevista a las 14H00 locales (12H00 GMT).
El 68% de los franceses expresó su "apoyo" o "simpatía" hacia las manifestaciones, según una encuesta del instituto CSA.
En los transportes, este jueves sólo funcionaba un tren de alta velocidad de cada dos con salida y destino de París, así como en las líneas internacionales. En el metro parisino, el 60% del tráfico era normal.
En los medios de comunicación, las radios públicas France Inter y France Info transmitieron su programación matinal y sólo difundían música.
Los sindicatos, apoyados por el opositor Partido Socialista, prevén la participación de entre uno y dos millones de manifestantes, muy por encima de las protestas convocadas el 27 de mayo pasado, cuando sólo salieron a la calle unas 400.000 personas -según la policía y un millón según los gremios-.
El secretario general de la CFDT -segundo sindicato francés- Francois Chereque se declaró "seguro" de que "entre uno y dos millones de personas" saldrán a protestar "contra esta reforma injusta".
"Todo indica que superaremos la barrera del millón de manifestantes", declaró Bernard Thibault, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), principal sindicato francés.
El proyecto gubernamental, que debería ser aprobado en septiembre en el Parlamento, aumenta de 60 a 62 años la edad mínima de la jubilación a partir de 2018 y de 65 a 67 años la edad que permitiría beneficiarse de una pensión completa sin haber cotizado 40 años.
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