Indignante

Teodoro Rentería Arróyave

En una paradoja que indigna por todo lo que significa de cinismo, desvergüenza, complicidad y burla, casi al mismo tiempo que el gobierno mexicano, a través de su secretaria de Relaciones Exteriores, abogaba en Naciones Unidas por los niños víctimas de los conflictos bélicos, en nuestro país, una Suprema Corte sumisa declaraba inocentes a los presuntos altos funcionarios señalados como responsables de la peor tragedia de infantes, el incendio de la Guardería ABC y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, de acuerdo a sus investigaciones, demostraba en forma irrefutable que los niños de Ciudad Mier, Tamaulipas de apenas 9 y 5 años fueron muertos por elementos del Ejercito y no por las balas en fuego cruzado con sicarios al servicio del crimen organizado.

Se ha dicho hasta la saciedad que “se enseña con el ejemplo”. ¿Cómo es posible que lleguen nuestros actuales funcionarios a los foros internacionales a querer erigirse en paladines de los derechos humanos de la niñez, cuando aquí en casa, todo es desorden? Son centenas de niños y jóvenes los que han perecido, han resultado lesionados o viven en la orfandad a consecuencia de una absurda guerra; son víctimas de incidentes cada día más frecuentes y de toda clase de explotaciones, incluyendo el tráfico sexual, exacto, por la impunidad imperante.

Muy oronda, Patricia Espinosa, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, al intervenir en el debate del Consejo de Seguridad sobre Niños y Conflictos Armados, se pronunció en favor de que el Consejo de Seguridad del organismo internacional aplique medidas más enérgicas contra países en los que persisten violaciones a derechos humanos de los niños en conflictos armados.

Como todos sabemos, el pleno de “la suprema” mandó al cesto de la basura el dictamen del ministro Arturo Zaldivar que señalaba como responsables de la tragedia de la estancia ABC, donde perecieron 49 niños y resultaron lesionados otros cien, al actual titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y ex director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Juan Molinar Horcasitas; a su actual titular, Daniel Karam; al ex Gobernador de Sonora, Eduardo Bours, y a otros once funcionarios, para terminar “señalando” no acusando a funcionarios menores.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, concluyó que la escena en la que murieron los dos niños Martín y Bryan Almanza Salazar, de 9 y 5 años fue alterada por elementos del Ejército y que, incluso, la camioneta de la familia fue baleada cuando sus ocupantes ya la habían abandonado, en un aparente intento por cambiar la versión de los hechos.

Más adelante, la canciller Espinosa, pidió que se investiguen los casos y que no queden impunes los crímenes de guerra, ya que “sólo en las últimas dos décadas, más de 2 millones de menores en zonas de conflicto han muerto y otros 6 millones han quedado inhabilitados”. Muy bien

Además, destacó que la comunidad internacional debe apoyar los esfuerzos tendientes a impedir que los menores sean víctimas, pues “más de un cuarto de millón de jóvenes ha sido explotado como niños soldado en diversas regiones del mundo y miles más han sido víctimas de explotación sexual, violación y prostitución”. Súper bien.

Lo que no dijo doña Patricia es que esas acciones deberían de empezar por implementarse en México, país donde se víctima a niños y jóvenes ante la complacencia y la complicidad de autoridades. Simplemente indignante.

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