Fiesta y fútbol

Laura M. López Murillo

En algún lugar cotidiano, en el trayecto del alba al ocaso existe una vereda, un sendero alterno donde el tiempo se detiene y en esa pausa es posible evadir las tribulaciones rutinarias; durante esos momentos, la realidad se transfigura y adquiere una apasionante simplicidad...

Desde el momento en que la propiedad surgió como el factor determinante de los rangos sociales, la existencia ha transcurrido entre el trabajo y la fiesta, entre el esfuerzo y el descanso. La naturaleza opuesta de esos extremos se percibe en sus efectos: la retribución de la jornada laboral se materializa en bienes y servicios; mientras el reposo y el ocio inciden en la condición anímica y en las actitudes.

Como en todas las situaciones excluyentes, todos los excesos son dañinos y perniciosos, y en la oposición trabajo-fiesta el equilibrio implica mesura y templanza, por eso, es lo más difícil de lograr: no es sano dedicar todo el tiempo al trabajo, ni lo es vivir en una fiesta interminable. La existencia requiere un sentido, una satisfacción que se logra en el trabajo; pero sin el reposo la humanidad corre el riesgo de transformarse en una especie amargada, materialista, utilitaria, corrosiva.

Hoy por hoy, en la sociedad de mercado y por los efectos de la comunicación masiva, el tiempo destinado al descanso es el objetivo de la industria del entretenimiento. El deporte, como uno de los espectáculos masivos por excelencia, reduce la complejidad del mundo a unas cuantas reglas y ofrece la posibilidad de alcanzar un triunfo que en el mundo real es inalcanzable.

Ahora, en la víspera del Mundial de Fútbol, todas las esperanzas de los ciudadanos se trasladarán a Sudáfrica, y mágicamente de desvanecerán todas las preocupaciones durante los 90 minutos de las 32 fechas del torneo mundialista.
Pero la sub-especie política es inmune a los efectos de la ensoñación masiva, y precisamente durante esos lapsos donde la fiesta mediática inunda el pensamiento de especie humana, esos especímenes infra-humanos capitalizan el jolgorio multitudinario para lesionar el entorno y el contexto sociales con incrementos en los precios e imposiciones legales. La consigna romana “Pan y Circo” es una de las consagraciones de la fiesta como una distracción nacional; la versión actualizada sería “Fiesta y fútbol”.

El Mundial de Fútbol en Sudáfrica, cuando los humanos evadirán la realidad y se transfigurarán en héroes deportivos, coincide con la fase culminante en los procesos electorales. En Baja California, las campañas, los comicios del 4 de Julio y los resultados electorales se realizarán al margen de la atención ciudadana. Normalmente las elecciones intermedias provocan una escasa participación ciudadana, y en éstas el riesgo latente es el triunfo de las militancias.

Sí!... Es justo y necesario evadir las preocupaciones, los plazos y los deberes; es cierto que la esperanza social se desvanece inevitablemente, pero también es cierto que la voluntad es el ingrediente primordial de los sueños, y en el sueño democrático la voluntad reside en el pueblo.

No!... También se puede soñar despierto: imaginar que la contienda democrática suscite el interés de la fiesta mundialista, cuando la realidad se transfigura y adquiere una apasionante simplicidad…

Laura M. López Murillo es Licenciada en Contaduría por la UNAM. Con Maestría en Estudios Humanísticos, Especializada en Literatura en el Itesm.

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