EL ESPÍRITU DEL “haiga sido como haiga sido” con el que Felipe Calderón se encaramó en la silla presidencial hace ya casi cuatro años –y que es emblema de cuanta acción emprende y no culmina su fallida Administración– ha invadido al seleccionado mexicano de futbol comercial.
“Haiga sido como haiga sido”, en efecto, los titulares mexicanos del “ya merito” pasaron a octavos de final en el espectáculo o torneo mundial que actualmente se celebra en Sudáfrica.
En por lo menos uno de los tres encuentros que hasta la fecha han sostenido, los muchachos –uno que otro ya no tanto– del cada vez más europeo Javier Aguirre, recibieron la ayuda del árbitro… prácticamente lo mismo que hizo el órgano regulador de los comicios, el IFE, en 2006 a favor de Calderón, cuando un muy mentecato señor Ugalde se saltó las leyes “a la torera” y declaró al panista “ganador”.
En un par de líneas lo explica a la perfección el lector del Índice, don Moisés Jiménez, a través de un correo electrónico llegado a mi buzón:
“La selección mexicana de futbol que está en Sudáfrica le ganó 2-0 a la selección de Francia… haiga sido como haiga sido… –en negritas en el original–. A propósito del fuera de lugar (1er gol) y de arrastrar los pies para provocar penal. A tono con la ideología calderonista.”
Ello, además, de que el llamado Tri no tuvo rival al frente en ese encuentro, ya que los franceses verdaderamente protagonizaron este junio de 2010 una reedición de la Toma de la Bastilla, un verdadero acto de rebeldía a su ya ex entrenador Raymond Domenech, durante su estancia en territorio sudafricano, negándose no sólo a entrenar, incluso a jugar cual habitualmente lo hacen, como lo comprueban los resultados de su actuación no sólo ante los bien llamados “ratoncitos verdes”, igual ante sus anfitriones sudafricanos.
Obvio es apuntar que este escribidor no es experto en temas del futbol comercial, pero como observador de algunos de los encuentros que como espectáculo ofrece la oportunidad sudafricana, no puede resistirse a comentar similitudes entre este show y los sucesos políticos recientes que han tenido a los panistas como actores principales.
Fíjese usted si no, cuando al señor apodado “El Vasco” puede ser perfectamente comparado con Vicente Fox.
Así, mientras el ex gobernador de Guanajuato y, por fortuna ya ex Presidente, a lo único que se comprometió en el 2000 fue a “sacar al PRI de Los Pinos”—después de ello prácticamente nada hizo, excepto incrementar su fortuna familiar–, el señor Aguirre hizo suya la responsabilidad única y exclusiva de sólo llevar a quiénes él seleccionara de entre de los equipos comerciales de futbol al evento mundial de este 2010.
A lo mejor ambos personajes podrían ser equiparables en el futuro con el empleo de aquella frase acreditada al propietario del hotel y restaurante en el que convirtió a su Memorial en San Cristóbal: “Me van a extrañar”.
Y sí, ante el fracaso del calderonato, somos ya muchos quienes extrañamos al ahora esposo de la inolvidable y nunca bien ponderada Martita. Igual, es altamente posible que muchos lleguen a añorar al señor Aguirre en el futuro. Y no porque, como por ahí dicen, vaya a tomar este lunes un avión directo a Miami, Londres o Madrid –eso sí, nunca al DF–, sino porque los empresarios del futbol van de mal en peor, en cuanto a director técnico de la representación nacional de su negocio se refiere. ¡Tiene que ayudarlos –among all people– Felipe Calderón a llevar las riendas del business!
Otra similitud:
Dicen por ahí, y no dejan de tener razón quienes así lo afirman, que César Nava es a Felipe Calderón, lo que “El Guille” Franco es a “El Vasco” Aguirre.
¡Se pasan!, ¿no cree usted?
Índice Flamígero: Quienes conocen al yucateco Eric Rubio saben de sus escasas luces y de que todo lo que ha sido –diputado, senador, otra vez diputado– se lo debe a otro ágrafo e iletrado cual sin duda es Emilio Gamboa, de quien ha sido una especie de “guarura” legislativo. Por eso no se sorprenden de su propuesta, “que estudia (sic) seriamente”, pedir la comparecencia en San Lázaro del entrenador Javier Aguirre, para que responda las preguntas que acosan la conciencia (resic) y no dejan dormir al representante del Mayab: “por qué alineó en el primer tiempo a su consentido (Cuauhtémoc) Blanco, por qué sacó de la cancha a (Andrés) Guardado, por qué no metió como titular al ‘Chicharito’ Hernández y por qué no sacó a (Guillermo) Franco”. Las grandes dudas nacionales. Los próceres de la Patria.
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