La violencia impidió aplicar el censo en algunas zonas de México, especialmente en ciudades con presencia de carteles de narcotráfico, reconoce el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), responsable de este ejercicio.
Alberto Nájar / BBC Mundo
Un ejemplo es Ciudad Juárez, Chihuahua, considerada la ciudad más peligrosa de México. Aproximadamente el 5% de su territorio no pudo ser censado, señaló Miguel Cervera, director de Estadísticas y Servicios Demográficos del Inegi.
Lo mismo ocurrió en comunidades de Durango y Sinaloa.
"Los encuestadores hacen su trabajo en terreno minado. No sabemos qué hay detrás de las viviendas", le dijo Cervera a BBC Mundo.
La falta de los datos, sin embargo, no afectará el conteo final de habitantes, porque en esos lugares se realizarán estimaciones demográficas, incluso con imágenes tomadas vía satélite.
Además, los sitios que no fueron encuestados son pequeños. La cobertura final del censo, que concluye este viernes, será del 98% de las viviendas mexicanas, aseguró el funcionario.
Horario restringido
Aplicar el censo en territorio controlado por la delincuencia organizada no fue fácil.
En algunos casos, por ejemplo, los vecinos recomendaban "amablemente" a los encuestadores que no entraran a algún barrio. En otros, los grupos delictivos autorizaban el ingreso sólo a algunas calles y en horario restringido.
"Son gente muy hábil, ubican a los encuestadores y les dicen: no entres, no camines por tal zona o no toques la puerta de algunas casas", comentó Cervera.
A pesar de estos incidentes, el censo se aplicó sin mayores problemas. De hecho, los encuestadores estuvieron más expuestos a robos o mordidas de perros que a agresiones de narcotraficantes, añadió el funcionario.
Polémica
Pero la violencia por el tráfico de drogas fue sólo una parte del censo de población.
Y es que el ejercicio fue uno de los más criticados en la historia reciente, pues según especialistas el recorte de preguntas en el cuestionario básico impedirá captar la misma cantidad de información que en ejercicios pasados.
El sondeo del año 2000, por ejemplo, contenía 59 preguntas, y el que se aplicó esta vez cuenta sólo con 29.
La Iglesia Católica criticó el ejercicio, al que acusó de incluir preguntas sesgadas en el cuestionario. Además, la Sociedad Mexicana de Demografía ha dicho que los resultados serán más difíciles de comparar con respecto a los censos anteriores.
Según el Inegi, la reducción en el número de preguntas se debió a un recorte en el presupuesto asignado para el ejercicio.
La información, sin embargo, está garantizada, dijo Cervera, porque se podrá estimar, "con mucha precisión", la situación demográfica de todo el país.
Los primeros datos del conteo se ofrecerán en diciembre próximo, y la información total estará disponible a mediados de 2011.
Alberto Nájar / BBC Mundo
Un ejemplo es Ciudad Juárez, Chihuahua, considerada la ciudad más peligrosa de México. Aproximadamente el 5% de su territorio no pudo ser censado, señaló Miguel Cervera, director de Estadísticas y Servicios Demográficos del Inegi.
Lo mismo ocurrió en comunidades de Durango y Sinaloa.
"Los encuestadores hacen su trabajo en terreno minado. No sabemos qué hay detrás de las viviendas", le dijo Cervera a BBC Mundo.
La falta de los datos, sin embargo, no afectará el conteo final de habitantes, porque en esos lugares se realizarán estimaciones demográficas, incluso con imágenes tomadas vía satélite.
Además, los sitios que no fueron encuestados son pequeños. La cobertura final del censo, que concluye este viernes, será del 98% de las viviendas mexicanas, aseguró el funcionario.
Horario restringido
Aplicar el censo en territorio controlado por la delincuencia organizada no fue fácil.
En algunos casos, por ejemplo, los vecinos recomendaban "amablemente" a los encuestadores que no entraran a algún barrio. En otros, los grupos delictivos autorizaban el ingreso sólo a algunas calles y en horario restringido.
"Son gente muy hábil, ubican a los encuestadores y les dicen: no entres, no camines por tal zona o no toques la puerta de algunas casas", comentó Cervera.
A pesar de estos incidentes, el censo se aplicó sin mayores problemas. De hecho, los encuestadores estuvieron más expuestos a robos o mordidas de perros que a agresiones de narcotraficantes, añadió el funcionario.
Polémica
Pero la violencia por el tráfico de drogas fue sólo una parte del censo de población.
Y es que el ejercicio fue uno de los más criticados en la historia reciente, pues según especialistas el recorte de preguntas en el cuestionario básico impedirá captar la misma cantidad de información que en ejercicios pasados.
El sondeo del año 2000, por ejemplo, contenía 59 preguntas, y el que se aplicó esta vez cuenta sólo con 29.
La Iglesia Católica criticó el ejercicio, al que acusó de incluir preguntas sesgadas en el cuestionario. Además, la Sociedad Mexicana de Demografía ha dicho que los resultados serán más difíciles de comparar con respecto a los censos anteriores.
Según el Inegi, la reducción en el número de preguntas se debió a un recorte en el presupuesto asignado para el ejercicio.
La información, sin embargo, está garantizada, dijo Cervera, porque se podrá estimar, "con mucha precisión", la situación demográfica de todo el país.
Los primeros datos del conteo se ofrecerán en diciembre próximo, y la información total estará disponible a mediados de 2011.
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