• Justificar lo injustificable
• La presión en el Calderón…
A Carlos Monsiváis
Nada como empezar la mitad de la semana con la excelente, admirable y oportuna aclaración por parte de la SRE, encabezada por Paty Espinoza, sobre la “oportunidad única” que tiene Felipe Calderón de viajar a Sudáfrica… por cuestiones de trabajo para reforzar y desenvolver una interlocución importante de México con esa región, donde sostendrá una reunión de alto nivel con el presidente Jacob Zuma, con el que se abordarán temas como el cambio (por si llega a perder cualquiera de las escuadras) climático, desarrollo (de los partidos) y seguridad (alrededor de la fiesta futbolística). Todo enmarcado en el interés de ambos países de construir una relación prioritaria.
Chingoooooooon!
Y de un plumazo la cancillería mexicana intento borrar, con ese talento que los distingue, my friend, la simpática encuesta de opinión que realizaron los genios mercadológicos del gymboree (con minúsculas) presidencial para preguntarle a los mexicanos si Calderón debería asistir a la inauguración del Mundial. El comunicado de la explicación no pedida (acusación manifiesta) muestra que en Los Pinos todos quieren un boleto justificado para ausentarse, lo que es un divertido insulto a la inteligencia del respetable que mordaz e incrédulo observa las prioridades de este (des)gobierno.
Sobre todo en medio del delicado conflicto desatado por el violento desalojo de los mineros en Cananea y el aseguramiento de la mina de Pasta de Conchos, acción de la que se deslindo la autoridad federal... en este país que navega en el barco de gran calado sin rumbo y con un emocionado capitán ante la ola de adversidades que golpean brutalmente la línea de flotación de la gobernabilidad.
Y para documentar el caos y la impunidad en la relación bilateral, nuevamente los agentes de la tan acreditada Patrulla Fronteriza asesinaron, según testimonios, a quemarropa a Sergio Adrián Hernández, un adolescente de 14 años, en un cruce fronterizo que se suma al incidente de hace una semana donde los mismos gorilas disfuncionales mataran brutalmente a golpes a otro mexicano, Anastacio Hernández Rojas, enviando peligrosas señales que acusan tarde recibo en la diplomacia mexicana… mucho más interesada y concentrada en enviar llamativos boletines de balón justificando lo injustificable.
En medio, el ex ombudsman Álvarez Icaza le enmendó, sin mucha diplomacia, la plana a Felipe en cuestión de su percepción sobre quién(es) es (son) el responsables de violar los derechos humanos, en clarísima alusión al discurso presidencial atiborrado de lugares comunes y de curiositas puntualizaciones dado en el marco del vigésimo aniversario de la CNDH sobre el tema. El mismo, mi estimado, que es epicentro mundial de interés y donde México sale reprobado. Y la irreflexiva guerrita contra la “ridícula minoría” ha aumentado la alarma y los ojos internacionales que, con el conflicto del sindicato minero en el tablero adquiere, aunque no lo parezca, otro nivel y dimensión en la… percepción mundial.
Sin embargo, la percepción que parece estar permanentemente en la palabrería oficial, no es algo que ocupe ni preocupe a la PANdilla en el poder (del no poder), que con sus llamativas acciones demuestra que lo suyo, suyo es… el derecho del Estado para aplastar movimientos sindicales, para etiquetar a ciudadanos de delincuentes (los jóvenes de Juárez es un gran botón) y para otorgar un cheque en blanco a las fuerzas federales en esta maniaca guerra contra la organizada delincuencia.
El tema de los derechos humanos, amable lector, no es ni ha sido tema para este (des)gobierno que no sopesa el poder de la atractiva báscula en el futuro. Por esa misma donde pasaran nuestras fuerzas armadas que ya acumulan recomendaciones y donde tarde o temprano habrá seguimiento y condena. México no puede presumir ser un país de leyes si su (des)gobierno continua por esa ruta de vulnerar la legalidad. Por esa ruta donde los intereses pueden más y por esa vereda donde la impunidad del apellido es la única ley que prevalece.
Todo en un Calderón que ya da visos de sobrecalentamiento y la presión, my friend, por leyes naturales encuentra, siempre, su ruta… pero de salida.
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