José Luis Peraza / Cortesía Dossier Politico
NOGALES, Sonora, Junio 7.- El gobierno federal mintió a los sonorenses en lo general, y a los cananeenses en lo particular, al enviar a las fuerzas federales a desalojar a los mineros, aún cuando se tenía la palabra empeñada del secretario de Gobernación Francisco Fernando Gómez Mont, y del gobernador Guillermo Padrés Elías.
“Ese es el valor que le dan a la palabra las autoridades estatales y federales”, dijo el legislador federal Miguel Ernesto Pompa Corella, quien consideró, en entrevista telefónica, como una burla el que a una semana de haberse conmemorado en Cananea un aniversario más de la gesta de los Mártires de 1906, “policías estatales y federales irrumpan como criminales por la parte posterior de la mina”.
Aunque dijo tener informes de cinco personas lesionadas por enfrentamientos con la policía, instó a la población a no exponerse “ya que se puede esperar todo de este gobierno, que ha demostrado su falta total de solidaridad y oficio político para resolver los grandes desafíos y demandas sociales de la población”, indicó.
El representante popular llamó a “que la pasión no ensombrezca la razón”, sino al contrario, actuar con toda prudencia para evitar mayores enfrentamientos”.
Anunció que este día (martes), sostendrá una reunión con los secretario generales de todas las secciones estatales del Sindicato Minero, a fin de encontrar la solución mas aceptable al conflicto.
Rechazó nuevamente la toma de la mina de Cananea por medio de las fuerzas federales y estatales, y se lamentó de la manera en que se ha pisoteado nuevamente la llamada “Cuna de la Revolución” precisamente pensando en los llamados a la celebración del Bicentenario y Centenario de la Independencia mexicanas.
Pompa Corella recordó que subrepticiamente, y a la media noche, un número indeterminado de agentes federales sorprendieron y tomaron desde el interior de la mina, la puerta número 1 de la Mina de Cananea, causando daños entre las instalaciones y las personas, ya que se sabe, primeramente, que llegaron arrojando gases lacrimógenos y lanzando desde adentro bombas incendiarios que arrojaron siniestros ya de todos conocidos.
NOGALES, Sonora, Junio 7.- El gobierno federal mintió a los sonorenses en lo general, y a los cananeenses en lo particular, al enviar a las fuerzas federales a desalojar a los mineros, aún cuando se tenía la palabra empeñada del secretario de Gobernación Francisco Fernando Gómez Mont, y del gobernador Guillermo Padrés Elías.
“Ese es el valor que le dan a la palabra las autoridades estatales y federales”, dijo el legislador federal Miguel Ernesto Pompa Corella, quien consideró, en entrevista telefónica, como una burla el que a una semana de haberse conmemorado en Cananea un aniversario más de la gesta de los Mártires de 1906, “policías estatales y federales irrumpan como criminales por la parte posterior de la mina”.
Aunque dijo tener informes de cinco personas lesionadas por enfrentamientos con la policía, instó a la población a no exponerse “ya que se puede esperar todo de este gobierno, que ha demostrado su falta total de solidaridad y oficio político para resolver los grandes desafíos y demandas sociales de la población”, indicó.
El representante popular llamó a “que la pasión no ensombrezca la razón”, sino al contrario, actuar con toda prudencia para evitar mayores enfrentamientos”.
Anunció que este día (martes), sostendrá una reunión con los secretario generales de todas las secciones estatales del Sindicato Minero, a fin de encontrar la solución mas aceptable al conflicto.
Rechazó nuevamente la toma de la mina de Cananea por medio de las fuerzas federales y estatales, y se lamentó de la manera en que se ha pisoteado nuevamente la llamada “Cuna de la Revolución” precisamente pensando en los llamados a la celebración del Bicentenario y Centenario de la Independencia mexicanas.
Pompa Corella recordó que subrepticiamente, y a la media noche, un número indeterminado de agentes federales sorprendieron y tomaron desde el interior de la mina, la puerta número 1 de la Mina de Cananea, causando daños entre las instalaciones y las personas, ya que se sabe, primeramente, que llegaron arrojando gases lacrimógenos y lanzando desde adentro bombas incendiarios que arrojaron siniestros ya de todos conocidos.
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