"Condena Mundial"

Teodoro Rentería Arróyave

Extrañado, hasta cierto punto, que no hayan llegado los consabidos correos electrónicos amenazantes e injuriosos de costumbre con motivo de nuestra entrega titulada “Condena Mundial”, en el cual nos unimos a esas voces mundiales que denuncian y deploran la agresión brutal y criminal del estado Hebreo contra pacifistas activistas humanitarios que pretendían llevar a los sufridos palestinos de la Franja de Gasa víveres y otros artículos de primera necesidad, retomamos el tema porque tal parece que ante las evidencias nos dan la razón.

Nadie en el mundo puede impunemente asaltar una misión humanitaria en aguas territoriales, matar a 19 indefensos civiles y apresar a otros 600 sólo por decidir llevar ayuda, en este caso, a los aislados palestinos de la Franja de Gasa, que al igual que los estadounidenses con Cuba, los judíos los mantienen en un brutal y criminal embargo económico.

El Premio Novel de la Paz, el argentino, Adolfo Pérez Esquivel, ha lanzado al mundo una carta abierta, que es necesario que todos la conozcan: de ahí nuestro interés en reproducirla, por las coincidencias con todos los que amamos la paz, el respeto a la soberanía de la naciones y la libre determinación de los pueblos. Este es el mensaje del respetado luchador social difundido por la no menos respetada agencia, Alai Amlatina.

“A través de su historia el pueblo de Israel preservó su memoria, espiritualidad, cultura e identidad. A pesar de la diáspora supo preservar sus valores. No voy a mencionar porque lo conocemos, su largo caminar que vive en la mente y el corazón del pueblo de Israel, el dolor y la resistencia a través de los tiempos, de las persecuciones y el holocausto bajo el nazismo.

Israel tiene el derecho a su existencia, y el mismo derecho tiene el pueblo palestino, víctima de las persecuciones, de las torturas, bombardeos y marginalidad que les impone Israel, generando la pobreza, la violencia social y estructural, arrebatándole las tierras, imponiéndole asentamientos de colonias judías por la fuerza y construyendo el “muro de la infamia”, que divide al pueblo palestino.
Israel, que cuenta con el apoyo de los Estados Unidos, son ambos responsables de crímenes de lesa humanidad contra el pueblo palestino.

Rechazamos y denunciamos los daños provocados contra los tripulantes en misión humanitaria de la Flotilla de la Libertad, compuesta por el crucero Mavia Marmara y otros cinco navíos, que llevaban 700 activistas y 10 mil toneladas de provisiones. El ataque de Israel provocó 19 muertes; heridos y fueron detenidos los participantes por las fuerzas israelitas. Es infame que Israel trate de justificar su accionar argumentando “autodefensa”, frente a quienes no buscaban confrontación alguna, sino llevar la solidaridad a un pueblo oprimido.

Israel se ha transformado en un país agresor, violando las convenciones internacionales y la vigencia de los derechos humanos y derechos de los pueblos. Como bien lo señala José Saramago, Israel se ha transformado en el Goliat del Medio Oriente.

Hay que reaccionar frente a la situación actual que vive el Medio Oriente. No es a través de la violencia la manera de resolver los conflictos; es urgente restablecer el diálogo y negociaciones para aprender a respetarse unos a otros y encontrar los caminos de paz y entendimiento entre las personas y los pueblos. Las Naciones Unidas debe sacarse el polvo y actuar concretamente y no con simples declaraciones frente a la barbarie contra el pueblo palestino, que lleva adelante el gobierno de Israel
Sabemos que sectores del pueblo de Israel no están de acuerdo con las políticas del gobierno y quieren llegar a una solución justa para los pueblos y terminar con largas décadas de violencia, sufrimiento y muerte. Es necesario reaccionar contra la escalada de violencia y encontrar nuevos caminos y alternativas para construir la paz”.

En afinidad con Adolfo Pérez Esquivel, el verdadero pueblo israelí debe imponerse a sus ya legendarios líderes faraónicos belicosos y enfermos de resentimiento, para quienes la venganza es doctrina fanática que los llevará a los sótanos de la historia. El mundo, pese al estado Judío, merece un destino mejor, de paz y desarrollo para estas y las nuevas generaciones.

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