Cortesía de PueblaHoy
Javier Chicharito Hernández se convirtió en el héroe del futbol mexicano al abrir el marcador ante Francia en el segundo juego de México en el Mundial. Con 9 minutos en la cancha, el joven fichado ahora en el futbol inglés, anotó un gol que queda para la historia en los enfrentamientos entre México y Francia: la escuadra nacional nunca había ganado.
Al final, el partido quedó 2 goles a cero y México tiene un pie en la segunda ronda pero ¿de dónde salió ese tal Javier Chicharito Hernández, nueva figura del futbol mexicano?
Para muchos, la respuesta es obvia: lo trae en la sangre. Su padre, Javier Chícharo Hernández, y su abuelo, Tomás Balcázar, son leyendas del Club Guadalajara e incluso vistieron la camiseta de la Selección Nacional.
Su abuelo de hecho, anotó un gol también contra Francia en el Mundial de 1954, por lo que ahora, uno de los más jóvenes de la Selección Mexicana, inscribe también su nombre en la historia del futbol mexicano.
Para otros, esa respuesta, la del linaje, no basta. Pero hay más argumentos.
Hernández es de la generación de muchachos que fueron campeones del mundo sub-17 en 2005. Javier no pudo asistir a ese Mundial, pero mientras Carlos Vela y Giovani dos Santos frecuentaban la banca de clubes europeos meses después, Hernández seguía ganándose cada vez más minutos en su equipo.
Hay una fecha clave en la historia profesional de Javier Chicharito Hernández: el sábado 30 de enero de 2010, jornada 3 del Torneo Bicentenario 2010.
Las Chivas del Guadalajara habían ganando sus dos primeros juegos y ese día empataban ante Estudiantes a seis minutos del final. La gente festejaba el invicto, pero al minuto 85, un magistral quiebre y un feroz disparo de Javier Hernández guiaron al equipo local a conseguir su tercera victoria consecutiva.
Ese gol, tal vez el más bello del torneo, evidenciaba que este muchacho estaba hecho en un molde diferente.
De un tiempo para acá, los futbolistas extranjeros habían dominado el torneo local. Era raro ver a un mexicano peleando por ser el máximo artillero. El torneo Bicentenario 2010 rápidamente vio colocados a varios nacionales en los primeros puestos, quizá dominados por el deseo de recibir una convocatoria a la selección en año mundialista. Al final, y con sólo once juegos disputados, Hernández fue campeón de goleo.
Meses antes, el llamado de Javier Aguirre no se hizo esperar. Era inevitable: el “Chicharito” estaba de moda y muchos tenían pavor de que esa vaina fuera a explotar, pues los medios, los contratos publicitarios y el entorno en general, han sido expertos en tronar jugadores con una excesiva presión o temprana adulación (léase, por ejemplo, Nery Castillo).
Pero Javier, salido de este denominado “molde diferente” (que en el día a día se traduce como una correcta guía por parte de su familia, una dosis de humildad con la gente, pies en la tierra y trabajo constante), nunca se dejó.
El 1 de julio, a un mes de haber cumplido 22 años, el Chicharito tiene una cita en Old Trafford para reportarse con el primer equipo del Manchester United, lo que significa, más que una gran sorpresa (que sí lo fue), una gran ilusión para él, su familia y una importante cantidad de aficionados.
Javier Chicharito Hernández debe recordar que, antes que nada, tiene un compromiso en el Mundial de Sudáfrica. Es parte de una nueva generación a la que quizá fue el último en llegar, pero a la cual le debe mucho respeto.
¿De dónde salió? Seguimos sin saberlo bien. Pero tenemos una mejor idea de hacia dónde se dirige.
Javier Chicharito Hernández se convirtió en el héroe del futbol mexicano al abrir el marcador ante Francia en el segundo juego de México en el Mundial. Con 9 minutos en la cancha, el joven fichado ahora en el futbol inglés, anotó un gol que queda para la historia en los enfrentamientos entre México y Francia: la escuadra nacional nunca había ganado.
Al final, el partido quedó 2 goles a cero y México tiene un pie en la segunda ronda pero ¿de dónde salió ese tal Javier Chicharito Hernández, nueva figura del futbol mexicano?
Para muchos, la respuesta es obvia: lo trae en la sangre. Su padre, Javier Chícharo Hernández, y su abuelo, Tomás Balcázar, son leyendas del Club Guadalajara e incluso vistieron la camiseta de la Selección Nacional.
Su abuelo de hecho, anotó un gol también contra Francia en el Mundial de 1954, por lo que ahora, uno de los más jóvenes de la Selección Mexicana, inscribe también su nombre en la historia del futbol mexicano.
Para otros, esa respuesta, la del linaje, no basta. Pero hay más argumentos.
Hernández es de la generación de muchachos que fueron campeones del mundo sub-17 en 2005. Javier no pudo asistir a ese Mundial, pero mientras Carlos Vela y Giovani dos Santos frecuentaban la banca de clubes europeos meses después, Hernández seguía ganándose cada vez más minutos en su equipo.
Hay una fecha clave en la historia profesional de Javier Chicharito Hernández: el sábado 30 de enero de 2010, jornada 3 del Torneo Bicentenario 2010.
Las Chivas del Guadalajara habían ganando sus dos primeros juegos y ese día empataban ante Estudiantes a seis minutos del final. La gente festejaba el invicto, pero al minuto 85, un magistral quiebre y un feroz disparo de Javier Hernández guiaron al equipo local a conseguir su tercera victoria consecutiva.
Ese gol, tal vez el más bello del torneo, evidenciaba que este muchacho estaba hecho en un molde diferente.
De un tiempo para acá, los futbolistas extranjeros habían dominado el torneo local. Era raro ver a un mexicano peleando por ser el máximo artillero. El torneo Bicentenario 2010 rápidamente vio colocados a varios nacionales en los primeros puestos, quizá dominados por el deseo de recibir una convocatoria a la selección en año mundialista. Al final, y con sólo once juegos disputados, Hernández fue campeón de goleo.
Meses antes, el llamado de Javier Aguirre no se hizo esperar. Era inevitable: el “Chicharito” estaba de moda y muchos tenían pavor de que esa vaina fuera a explotar, pues los medios, los contratos publicitarios y el entorno en general, han sido expertos en tronar jugadores con una excesiva presión o temprana adulación (léase, por ejemplo, Nery Castillo).
Pero Javier, salido de este denominado “molde diferente” (que en el día a día se traduce como una correcta guía por parte de su familia, una dosis de humildad con la gente, pies en la tierra y trabajo constante), nunca se dejó.
El 1 de julio, a un mes de haber cumplido 22 años, el Chicharito tiene una cita en Old Trafford para reportarse con el primer equipo del Manchester United, lo que significa, más que una gran sorpresa (que sí lo fue), una gran ilusión para él, su familia y una importante cantidad de aficionados.
Javier Chicharito Hernández debe recordar que, antes que nada, tiene un compromiso en el Mundial de Sudáfrica. Es parte de una nueva generación a la que quizá fue el último en llegar, pero a la cual le debe mucho respeto.
¿De dónde salió? Seguimos sin saberlo bien. Pero tenemos una mejor idea de hacia dónde se dirige.
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