Cananea se mantiene expectante

Medidas anunciadas por Javier Lozano no generan el entusiasmo

Juan Carlos Ruiz Olvera (AP) / Cortesía de Dossier Politico


Cananea, Sonora.- La situación en esta comunidad es tensa y se mantiene el fuerte resguardo de la Policía Federal Preventiva a las instalaciones de Grupo México, luego del desalojo de cientos de trabajadores en huelga y sus familias, la noche de ayer.

Crónica de un día difícil

Desde que salió el sol, los mineros se empezaron a comunicar unos con otros, buscando a sus compañeros desaparecidos durante la madrugada.

El primer número que dio a conocer en entrevista Jesús Verdugo Presidente del Comité de Huelga fue de 12 personas.

El número de efectivos de la PFP se cuadruplicó por la noche y de presuntamente 400 que iniciaron el desalojo, actualmente son 2000 efectivos los que custodian la mina.

La población salió a las calles a mirar los escombros de lo que fuera la vieja pagaduría, edificio contiguo a las instalaciones de GM, que se redujo a un cascaron rojo, muy similar a los mostrados en las fotografías de los bombardeos en Londres por los Nazis en la Segunda Guerra.

Los mineros culparon a quienes iniciaron el desalojo, como los causantes de la conflagración.

Al filo de las 10 de la mañana, un grupo pequeño de la PFP que transitaba rumbo a uno de los accesos a la mina, fue interceptado por una turba de mineros que intentaron retenerlos.

Esto dio pie a que un numeroso grupo de granaderos arremetiera contra los mineros que los recibieron con una lluvia de rocas y proyectiles.

Armados con escudos y cascos, además de una sofisticada armadura, los federales se acercaron sin problema a los mineros, hasta que pudieron utilizar una gran cantidad de gases lacrimógenos para dispersarlos.

Otra versión recogida en el lugar de los hechos entre los participantes, afirma que fueron los policías los que provocaron el altercado.

En la calle quedaron las huellas y las rocas usadas en la escaramuza.

La gente observa la mina desde los puentes, los techos, las calles y ventanas.

Al mismo tiempo un helicóptero de la PFP sobrevuela incesantemente las instalaciones y la ciudad.

A mediodía el sol cayó a plomo sobre Cananea; El acceso junto al Hospital del Ronquillo, que permanece desierto, estaba siendo custodiado por la PFP, armados y en guardia.

Arriba, en el otro acceso, las barricadas y bloqueos de los mineros fueron retiradas.

La puerta permanece abierta de par en par.

Los accesos están siendo controlados en esta parte por la Policía Estatal.

El ambiente en esta parte es totalmente relajado: los uniformados se dispersaron sin armas y sin escudos, por los espacios donde se alcanzaba sombra.

Los estacionamientos de la mina, sirvieron para acomodar los autobuses en que llegaron los policías y las decenas de patrullas de los estatales.

La vista de policías y sus vehículos es impresionante.

Pero lo mas impactante es el silencio generalizado, que solo se rompe por las aspas del helicoptero.

Hay tantos autobuses de pasajeros, que así estacionados tras la malla ciclónica, asemejan estar dentro de una central camionera.

El helicóptero sobrevuela bajo esta parte. Hay mucha gente dentro de las instalaciones.

En las oficinas de la Seccion 65, las calles aledañas fueron cerradas con rocas.

En la misma sede del Sindicato Minero se llevó a cabo una video-conferencia con el Comité Directivo Nacional y sus abogados y la Sección 65 de Cananea.

En ella se informó que un contingente numeroso y una comitiva de la dirigencia, así como abogados, se trasladarían a Cananea en las próximas horas.

Además se dijo por parte de la dirigencia nacional, que era probable que dentro de las instalaciones se encontraran dos cadáveres.

El hecho provocó la inmediata movilización de los mineros, hacia las instalaciones de Palacio Municipal buscando al alcalde Reginaldo Moreno.

A paso veloz los mineros se dirigieron hasta allí y casi para llegar, emprendieron una loca carrera hacia el acceso, la causa, fue que un inexperto policía municipal entro en pánico al ver a la turba enfurecida é intentó solicitar refuerzos por el radio comunicador, lo que los mineros sintieron como una amenaza y le quitaron el aparato luego de golpearlo en el rostro y dejarle sangrando profusamente de boca y nariz.

Otro oficial ofreció que de tranquilizarse, los mineros pasarían y hablarían con el comandante de la Policía Municipal.

Javier Orlando Araiza Martínez Director de Seguridad Publica Municipal aseguró que no había reportes oficiales de algún fallecimiento y reveló que 5 personas fueron detenidas durante la noche del domingo, durante el desalojo de la mina, por la PFP.

Los nombres de los detenidos son: Rodolfo Valdés Serrano, Everardo Ochoa Ballesteros, Luis Alonso Borbón Pérez, Luis Alonso Torres Silvain y Marcelo Lara López.

El jefe de la policía municipal aseguró a los mineros que los detenidos fueron entregados ya al MPFC en buen estado de salud.

Aun así los mineros se manifestaron a las afueras de las instalaciones de SP hasta que se permitió a familiares ver a los detenidos.

Los mineros se reuniron esta tarde y fueron informados de los anuncios que hizo Javier Lozano Secretario del Trabajo, quien ofreció una liquidación 6 veces mayor a lo alcanzado por ley para los trabajadores, asi como recontratación y un mejor contrato colectivo.

En medio de rechiflas, los mineros rechazaron los ofrecimientos y se pronunciaron por continuar con el movimiento de huelga “hasta la últimas consecuencias” y apoyaron el posicionamiento de Napoleón Gómez Urrutia, su líder máximo, en el sentido de continuar entablando una batalla legal en contra de la empresa.

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