Arturo Rodríguez García / Apro
La tensión entre los integrantes de la Sección 65 del sindicato minero y los cuerpos de seguridad estatal aumentó hoy, cuando los primeros intentaron bloquear una de las rutas de acceso a la desalojada Compañía Mexicana de Cananea.
Desde las 6:00 horas, un contingente de unos 150 trabajadores se concentró en los caminos de cada una de las tres puertas que conducen al complejo minero.
Fue en la Puerta tres donde los huelguistas colocaron rocas en el camino con el propósito de evitar el ingreso de esquiroles o trabajadores de empresas contratistas.
Como a las 6:45, un convoy de diez camionetas de la Policía Estatal llegó a la zona y retiró las rocas para despejar el camino, mientras los huelguistas esperaban a unos 50 metros de distancia.
Apenas concluyeron, las patrullas se retiraron lo que permitió a los trabajadores volver a colocar las piedras, que serían retiradas como a las 7:00 de la mañana, por segunda ocasión.
Y así, el tercer regreso de los patrulleros optó por pasar por encima de las rocas, mientras introducían a un centenar de agentes en varios viajes por ese camino.
Al fondo, en la caseta de vigilancia de la Puerta 3, se puede observar a unos 2 kilómetros que la Policía Federal realiza movimientos, y mantiene un campamento en uno de los cerros, desde el cual se domina buena parte de la ciudad.
El contingente de trabajadores ha ido creciendo en las últimas horas.
La tensión entre los integrantes de la Sección 65 del sindicato minero y los cuerpos de seguridad estatal aumentó hoy, cuando los primeros intentaron bloquear una de las rutas de acceso a la desalojada Compañía Mexicana de Cananea.
Desde las 6:00 horas, un contingente de unos 150 trabajadores se concentró en los caminos de cada una de las tres puertas que conducen al complejo minero.
Fue en la Puerta tres donde los huelguistas colocaron rocas en el camino con el propósito de evitar el ingreso de esquiroles o trabajadores de empresas contratistas.
Como a las 6:45, un convoy de diez camionetas de la Policía Estatal llegó a la zona y retiró las rocas para despejar el camino, mientras los huelguistas esperaban a unos 50 metros de distancia.
Apenas concluyeron, las patrullas se retiraron lo que permitió a los trabajadores volver a colocar las piedras, que serían retiradas como a las 7:00 de la mañana, por segunda ocasión.
Y así, el tercer regreso de los patrulleros optó por pasar por encima de las rocas, mientras introducían a un centenar de agentes en varios viajes por ese camino.
Al fondo, en la caseta de vigilancia de la Puerta 3, se puede observar a unos 2 kilómetros que la Policía Federal realiza movimientos, y mantiene un campamento en uno de los cerros, desde el cual se domina buena parte de la ciudad.
El contingente de trabajadores ha ido creciendo en las últimas horas.
Comentarios