Asisto al “diálogo” pero antes exijo la reinstalación de los electricistas, de los mineros, libertad a los presos de Atenco
Pedro Echeverría V.
1. Los asesinatos, secuestros, robos, no son causa sino consecuencias de una sociedad que se desploma, que se está desmoronando por culpa de una la clase política y empresarial que ha saqueando al país hasta el extremo y mantiene a la mayoría de la población en la pobreza y opresión. El “diálogo” a que desesperadamente ha llamado el presidente ilegítimo Calderón, es una medida demagógica para recuperar el apoyo social que ha perdido es sistema de gobierno. Me recuerda al gobierno militar asesino de Argentina –a punto de desplomarse- cuando exigió unidad al pueblo en la defensa de las Malvinas. ¿Trata Calderón que nos unamos frente al narcotráfico olvidando que son ellos los que han llevado al país a esta situación? Por eso lo mínimo debe exigirse en primer lugar, que se dé solución a los problemas más urgentes del pueblo.
2. Calderón, los políticos y los empresarios se sienten amenazados por la delincuencia y extienden esas amenazas al pueblo y a la “democracia”. Es totalmente falso y tramposo ese discurso dado que a quienes asesina la llamada “delincuencia organizada” son a políticos, empresarios y cómplices. ¿Cuál “democracia” está en peligro? ¿La que practican a diario PRI, PAN, PRD, el presidente, la Suprema Corte, el instituto electoral y demás instituciones que reciben gigantescos presupuestos públicos? ¿Qué democracia mexicana se pone en peligro cuando el mismo Estado es cómplice de militares, jerarquía eclesiástica, narcotraficantes? México requiere una profunda revolución en el interior de todas las instituciones para que la población pueda participar en diálogos que tiene que ser entre iguales.
3. Calderón debe renunciar porque ha terminado con la destrucción de este país. Debe nombrarse a un sustituto representante real de muchas fuerzas sociales -no partidarias- que con inteligencia se encargue de recomponer al país a partir de la situación económica de la parte mayoritaria de la población. Sólo con una política absolutamente abierta al diálogo real, que conquiste el apoyo directo de la población se podrán cambiar las condiciones del país. ¿O es que se están preparando condiciones para una abierta intervención de los EEUU? Esto no debe permitirse, mucho menos alguna intervención militar disfrazada de ayuda. Así que si Calderón pide “dialogar con todos” no está mal; pero antes debe cumplir con una serie de demandas básicas que su gobierno ha provocado o ha dado continuidad; en primer lugar en lo que se refiere a los trabajadores.
1. Los asesinatos, secuestros, robos, no son causa sino consecuencias de una sociedad que se desploma, que se está desmoronando por culpa de una la clase política y empresarial que ha saqueando al país hasta el extremo y mantiene a la mayoría de la población en la pobreza y opresión. El “diálogo” a que desesperadamente ha llamado el presidente ilegítimo Calderón, es una medida demagógica para recuperar el apoyo social que ha perdido es sistema de gobierno. Me recuerda al gobierno militar asesino de Argentina –a punto de desplomarse- cuando exigió unidad al pueblo en la defensa de las Malvinas. ¿Trata Calderón que nos unamos frente al narcotráfico olvidando que son ellos los que han llevado al país a esta situación? Por eso lo mínimo debe exigirse en primer lugar, que se dé solución a los problemas más urgentes del pueblo.
2. Calderón, los políticos y los empresarios se sienten amenazados por la delincuencia y extienden esas amenazas al pueblo y a la “democracia”. Es totalmente falso y tramposo ese discurso dado que a quienes asesina la llamada “delincuencia organizada” son a políticos, empresarios y cómplices. ¿Cuál “democracia” está en peligro? ¿La que practican a diario PRI, PAN, PRD, el presidente, la Suprema Corte, el instituto electoral y demás instituciones que reciben gigantescos presupuestos públicos? ¿Qué democracia mexicana se pone en peligro cuando el mismo Estado es cómplice de militares, jerarquía eclesiástica, narcotraficantes? México requiere una profunda revolución en el interior de todas las instituciones para que la población pueda participar en diálogos que tiene que ser entre iguales.
3. Calderón debe renunciar porque ha terminado con la destrucción de este país. Debe nombrarse a un sustituto representante real de muchas fuerzas sociales -no partidarias- que con inteligencia se encargue de recomponer al país a partir de la situación económica de la parte mayoritaria de la población. Sólo con una política absolutamente abierta al diálogo real, que conquiste el apoyo directo de la población se podrán cambiar las condiciones del país. ¿O es que se están preparando condiciones para una abierta intervención de los EEUU? Esto no debe permitirse, mucho menos alguna intervención militar disfrazada de ayuda. Así que si Calderón pide “dialogar con todos” no está mal; pero antes debe cumplir con una serie de demandas básicas que su gobierno ha provocado o ha dado continuidad; en primer lugar en lo que se refiere a los trabajadores.
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