Diario Rotativo de Querétaro
¿Cuál fue el criterio para darle vuelo a una nota y callar otra? ¿Alguien lo pidió, se acató la "sugerencia"? ¿O es que Paulette tenía más madera que la desaparición de uno de los panistas más prominentes? No creo, pero lo que importa —lo que aparenta ser real— es lo que dice la tv.
Televisa se empeñó en decir que la nota la había dado ForoTV. Tan importante como la desaparición misma de Diego Fernández de Cevallos era quién había difundido la noticia. El periodismo está obsesionado con “dar la nota”.
La carrera es interminable: siempre hay una nueva. Televisa lo repitió: había ganado ForoTV. ¿Quién sabe dónde está Diego? Nadie lo sabe, sólo conjeturamos.
La novedad es la medida del éxito. Pasta de dientes nueva, envoltura nueva, CD nuevo, libro nuevo, cereal nuevo... Mientras más novedoso sea, más efectivo es.
Los ojos, se supone, se acostumbran y quieren hallar algo que nunca hayan visto.
Todos los sentidos quieren eso. ¡La vanguardia, el avance tecnológico, el descubrimiento tienen la culpa! ForoTV dio la nota, eso quedó claro. Dijo por primera vez "desaparece Diego Fernández de Cevallos, ex candidato presidencial".
¿Por qué Televisa decidió darle la exclusiva a su joven engendro? ¿Para tapar el sol con un dedo? En el más anodino de los canales de tv, donde la comentocracia se da vuelo, ¿aparece la noticia más importante de los tiempos que corren?.
Alguien diseñó el plan perfecto para Foro TV. Ese día sería como si hubieran empezado. Aplastarían a sus rivales.
El hermano mayor le había pasado la historia y no debían defraudarlo. Big Brother. Siempre generoso, siempre puntual.
Habían trabajado para ese día, todos estos meses de ensayo para ese día.
¡No fallarían! Diego y sus barbas serían los instrumentos.
¡Qué importaba el móvil! Lo que importaba era, como dicen los mercadólogos, "posicionarse". Dar fe de la novedad. Ser los primeros.
La historia es la siguiente, hoy ya muy sabida por todos: Diego llegó en la noche del viernes y lo atacaron en su casa. Dejaron rastros de sangre, unos lentes. Forcejearon, se presume.
No traía escoltas, nunca las había traído, nos dijeron. Se descubrió la escena del crimen un día después, o sólo unas horas más tarde, y la hallaron los hijos de uno de los hombres más polémicos de México ¿El narco? ¿Un secuestro más? ¿Alguno de sus escabrosos juicios? ¿Un grupo guerrillero? ¿Un lío familiar? ¡Tantas posibilidades!.
Y en toda la vorágine de especulaciones hay una pieza que no tenemos: una imagen de los rastros de sangre y del detalle de la escena del crimen.
¡De Paulette vimos hasta su oso de peluche, en cambio!
El lunes en la noche, 72 horas después de los hechos, López-Dóriga se rebela dignamente, como reclamando algo a las autoridades, contra una de las máximas de su negocio: "Ya no daremos la noticia, no hay noticia".
"Hasta que no haya nada nuevo". ForoTV había sido la primera en informar los hechos y ahora el canal 2 la mataba. ¿Por qué? ¿Ni un comentario de un analista? ¿Ser periodista no implica informar e investigar en lugar de sólo leer boletines de la PGR? Paulette, hace escasamente unas semanas, casi había alcanzado el nivel de repetición informativa que hubo en los primeros días de la influenza.
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