EFE
La enérgica condena a la ley anti-inmigrante de Arizona que repitió hoy el presidente de México, Felipe Calderón, ante el Congreso de EE.UU., ha generado reacciones que reflejan la polarización del país en torno a la reforma migratoria.
Durante su discurso ante una sesión conjunta del Congreso, Calderón deploró la ley SB1070 de Arizona que criminaliza a los indocumentados en ese estado porque, a su juicio, ignora una realidad “que no puede borrarse por decreto” e introduce la “terrible idea” de la discriminación racial para la aplicación de la ley. El senador republicano y ex candidato presidencial, John McCain, criticó que el mandatario mexicano haya utilizado este foro para condenar la SB1070.
En una declaración a la prensa, McCain considera que es “desafortunado y decepcionante” que Calderón “optara por criticar al estado de Arizona e inmiscuirse en un asunto de política interna de EE.UU.” durante su visita de Estado. McCain reprochó que Calderón se haya metido en el debate migratorio “durante un viaje que se suponía era para reafirmar la singular relación” entre los países vecinos.
McCain no estuvo presente en el discurso de Calderón porque, según fuentes legislativas, estuvo en una audiencia de un subcomité del Senado sobre la lucha antidrogas. Sin embargo, el miércoles participó en un almuerzo en su honor en el Departamento de Estado. Como candidato presidencial en 2008, el senador republicano de Arizona respaldaba una reforma migratoria integral que incluía simultáneamente la seguridad fronteriza y una vía para la legalización de la población indocumentada en EE.UU.
Los grupos pro-inmigrantes, mientras tanto, elogiaron a Calderón precisamente por elevar ante el Congreso la urgencia de aprobar la reforma migratoria. “Creo que el presidente Calderón fue muy valiente al hablar tan directamente sobre el asunto y no me sorprende lo del senador McCain porque se está congraciando con la extrema derecha en vez de trabajar con los demócratas para resolver esto, como lo hizo en el pasado” , dijo a Efe Frank Sharry, director ejecutivo del grupo “America's Voice”.
Además, agregó que “Calderón hizo un buen trabajo al usar el escenario para educar a los estadounidenses sobre la lucha antinarcóticos y sobre la inmigración ilegal”. Otros grupos pro-inmigrantes, como la Campaña para una Reforma Migratoria en EE.UU., también respaldaron las palabras de Calderón.
En su discurso, el presidente mexicano dijo estar convencido de que “una reforma migratoria integral es también crucial para lograr una frontera común segura”. Calderón consideró que Estados Unidos y México deben trabajar juntos para “reducir las causas de la migración y de transformar este fenómeno en uno caracterizado por un flujo legal, ordenado y seguro de trabajadores y visitantes”.
Para Sharry, el momento más importante de la visita de Estado de Calderón ocurrió ayer “cuando una niña de 7 años le habló a la Primera Dama de EE.UU. sobre su temor de que deportaran a su madre indocumentada”. Sharry se refirió a la visita que Michelle Obama y la Primera Dama de México hicieron a una escuela primaria en Silver Spring (Maryland) , en la que una niña hizo una pregunta sobre la inmigración ilegal.
Michelle Obama dijo que “eso es algo sobre lo que tenemos que trabajar... tenemos que arreglar eso, y todos tienen que trabajar en el Congreso para asegurarnos de que eso pase”. “Pero mi mamá no tiene papeles”, replicó la niña dejando a la primera dama algo descolocada.
La enérgica condena a la ley anti-inmigrante de Arizona que repitió hoy el presidente de México, Felipe Calderón, ante el Congreso de EE.UU., ha generado reacciones que reflejan la polarización del país en torno a la reforma migratoria.
Durante su discurso ante una sesión conjunta del Congreso, Calderón deploró la ley SB1070 de Arizona que criminaliza a los indocumentados en ese estado porque, a su juicio, ignora una realidad “que no puede borrarse por decreto” e introduce la “terrible idea” de la discriminación racial para la aplicación de la ley. El senador republicano y ex candidato presidencial, John McCain, criticó que el mandatario mexicano haya utilizado este foro para condenar la SB1070.
En una declaración a la prensa, McCain considera que es “desafortunado y decepcionante” que Calderón “optara por criticar al estado de Arizona e inmiscuirse en un asunto de política interna de EE.UU.” durante su visita de Estado. McCain reprochó que Calderón se haya metido en el debate migratorio “durante un viaje que se suponía era para reafirmar la singular relación” entre los países vecinos.
McCain no estuvo presente en el discurso de Calderón porque, según fuentes legislativas, estuvo en una audiencia de un subcomité del Senado sobre la lucha antidrogas. Sin embargo, el miércoles participó en un almuerzo en su honor en el Departamento de Estado. Como candidato presidencial en 2008, el senador republicano de Arizona respaldaba una reforma migratoria integral que incluía simultáneamente la seguridad fronteriza y una vía para la legalización de la población indocumentada en EE.UU.
Los grupos pro-inmigrantes, mientras tanto, elogiaron a Calderón precisamente por elevar ante el Congreso la urgencia de aprobar la reforma migratoria. “Creo que el presidente Calderón fue muy valiente al hablar tan directamente sobre el asunto y no me sorprende lo del senador McCain porque se está congraciando con la extrema derecha en vez de trabajar con los demócratas para resolver esto, como lo hizo en el pasado” , dijo a Efe Frank Sharry, director ejecutivo del grupo “America's Voice”.
Además, agregó que “Calderón hizo un buen trabajo al usar el escenario para educar a los estadounidenses sobre la lucha antinarcóticos y sobre la inmigración ilegal”. Otros grupos pro-inmigrantes, como la Campaña para una Reforma Migratoria en EE.UU., también respaldaron las palabras de Calderón.
En su discurso, el presidente mexicano dijo estar convencido de que “una reforma migratoria integral es también crucial para lograr una frontera común segura”. Calderón consideró que Estados Unidos y México deben trabajar juntos para “reducir las causas de la migración y de transformar este fenómeno en uno caracterizado por un flujo legal, ordenado y seguro de trabajadores y visitantes”.
Para Sharry, el momento más importante de la visita de Estado de Calderón ocurrió ayer “cuando una niña de 7 años le habló a la Primera Dama de EE.UU. sobre su temor de que deportaran a su madre indocumentada”. Sharry se refirió a la visita que Michelle Obama y la Primera Dama de México hicieron a una escuela primaria en Silver Spring (Maryland) , en la que una niña hizo una pregunta sobre la inmigración ilegal.
Michelle Obama dijo que “eso es algo sobre lo que tenemos que trabajar... tenemos que arreglar eso, y todos tienen que trabajar en el Congreso para asegurarnos de que eso pase”. “Pero mi mamá no tiene papeles”, replicó la niña dejando a la primera dama algo descolocada.
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