Jenaro Villamil
Las investigaciones sobre la misteriosa muerte de la niña Paulette Gebara Farah, le restaron credibilidad al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, el más perfilado aspirante presidencial del PRI.
Un reporte de la revista Proceso, destaca que las indagatorias sobre la desaparición de la niña de 4 años, reportada el 21 de marzo y encontrada nueve días después en su propia cama, estuvieron bajo presión de políticos, empresarios y funcionarios para alterar sus conclusiones.
En esta trama, cuya cuestionada investigación le costó el puesto al procurador general de Justicia estatal, Alberto Bazbaz Sacal, emergen los nombres de prominentes políticos del Estado de México.
Se trata de un primo de Peña Nieto, Alfredo del Mazo Maza, y su compadre, operador político y secretario general de Gobierno de esa entidad, Luis Enrique Miranda Nava.
Del Mazo Maza, actual alcalde de Huixquilucan, Estado de México, es el heredero directo de la dinastía familiar que ha gobernado el Estado de México desde los cuarenta y amigo de la familia Farah.
Miranda Nava por su parte, es señalado como el principal responsable del cambio de rumbo en las investigaciones que derivaron en la renuncia del Procurador.
Pero sin duda, el mayor impacto negativo del caso Paulette a Peña
Nieto, es hacia su imagen de supuesto político exitoso, que caminaba airoso rumbo a la candidatura presidencial del PRI.
Los resultados de recientes encuestas son contundentes, el 80% de los consultados calificó como “mal” y “muy mal”, el desempeño del Gobernador mexiquense y sus funcionarios.
Por si fuera poco, otras encuestas refieren que la mayoría de los habitantes del Estado de México, consideran que el caso de Paulette no está resuelto. Y no está, porque Peña no quiere resolverlo.
Pese a la dimisión de Bazbaz, Peña Nieto no ha podido borrar las contradicciones de la investigación; ni hacer creíble entre sus gobernados, la versión de que la muerte de Paulette fue por un “accidente”.
Y es que la indagatoria, según algunos especialistas consultados, muestra inconsistencias y deja cabos sueltos.
'Pega' caso Paulette
La muerte de la niña Paulette Gebara Farah le generó la peor crisis de opinión pública al Gobierno de Enrique Peña Nieto, cuya actuación en el caso, de acuerdo con encuestas de las que Proceso tiene copia, se califica en 80% como “mal” y “muy mal”.
La trama de presiones familiares, políticas y empresariales involucra a los dos principales aspirantes a suceder a Peña Nieto en el Gobierno del Estado de México en 2011: su primo, Alfredo del Mazo Maza, y su compadre, operador político y secretario general de Gobierno, Luis Enrique Miranda Nava.
El actual alcalde de Huixquilucan, Del Mazo Maza, es el heredero directo de la dinastía familiar que ha gobernado el Estado de México desde los 40 y amigo de la familia Farah. Miranda Nava es señalado como el principal responsable del cambio de rumbo en las investigaciones que derivaron en la renuncia del procurador Alberto Bazbaz Sacal.
Pese al intento de darle carpetazo a las investigaciones sobre la menor desaparecida el 21 de marzo y hallada nueve días después en la misma cama alrededor de la cual pasaron más de 200 personas, entre peritos, reporteros, familiares y funcionarios, el caso Paulette extiende sus polémicas conclusiones más allá del entorno familiar de la menor de cuatro años.
“En este caso están involucrados funcionarios estatales del más alto nivel”, advierte Luis Sánchez, dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática. “Todo tiene que ver con proteger a Peña Nieto y sus redes de complicidades políticas”, sentencia el ex Alcalde de Nezahualcóyotl.
En entrevista con Proceso refiere que el propio secretario general de Gobierno, Miranda Nava, intentó hacer creer a los líderes de los partidos de oposición de que Paulette murió accidentalmente, sin que nadie se diera cuenta, durante casi 10 días, de que el cuerpo estaba en su habitación.
“Miranda Nava nos trató de convencer, de manera muy amable, a través de un extenso video de la Procuraduría, donde se ve cómo los peritos encontraron el cadáver de la niña en avanzado estado de descomposición”, afirma Sánchez.
“El problema con Bazbaz es que le gusta salir mucho a los medios y cometió muchos errores”, recuerda Sánchez que les dijo Miranda Nava. Desde ese momento, a mediados de abril, ya estaba decidida la salida del tercer Procurador en menos de cuatro años de Gobierno de Peña Nieto.
Las gestiones de Miranda Nava con partidos y líderes de opinión ocurrieron poco después de que el sábado 3 de abril acudiera a las oficinas de Bazbaz para pedirle al Procurador que lo dejara ver el expediente y ordenara un giro radical en las investigaciones.
Apenas tres días antes, el miércoles 31 de marzo, Bazbaz declaró en una rueda de prensa transmitida por la mayoría de los medios electrónicos que no había duda “de que se trató de un homicidio”. Incluso llegó a afirmar: “Ni modo que se la hubiera llevado Harry Potter”.
En medios locales se especuló sobre la presunta relación familiar entre la pareja sentimental de Miranda Nava, Alma Saldaña Farach, con Lisette Farah, madre de la menor y señalada por el propio Bazbaz y la sicóloga Sandra Yadeum Angulo como la principal sospechosa del “homicidio”.
“Es Farach, no Farah. Si quieres te lo escribo”, le dijo Miranda Nava a Luis Sánchez para negar que existiera esa relación familiar.
Sin embargo, no sólo fue el secretario general de Gobierno el principal interesado en cambiar radicalmente la investigación de la Procuraduría Estatal. El alcalde de Huixquilucan, Alfredo del Mazo Maza, es amigo de Arlette Farah, hermana de Lisette y una de las principales responsables de que el caso se difundiera a través de las redes sociales, además de ser defensora de la inocencia de su hermana.
La casa de la familia Gebara Farah está en el municipio de Huixquilucan, en el exclusivo conjunto habitacional Porto Vita, en el número 11 de la calle Hacienda del Ciervo. Las familias de los padres de Paulette han mantenido una relación de negocios y de encuentros sociales con el propio Peña Nieto y con Del Mazo Maza.
De 33 años, Del Mazo Maza es hijo y nieto de dos ex gobernadores del Estado de México del mismo nombre (Alfredo del Mazo González, actual presidente del Consejo de Infraestructura del Gobierno Estatal, y Alfredo del Mazo Vélez) primo en segundo grado de Peña Nieto, con quien colaboró como Secretario de Turismo a pesar de que la Ley de Responsabilidades para los Servidores Públicos prohíbe nombrar a parientes hasta el cuarto grado.
En su edición de noviembre de 2009, la revista Caras, propiedad de Televisa, despliega fotografías de este alcalde como parte de su publirreportaje sobre siete personajes que son “las caras políticas de hoy”.
“Este joven y guapo político es hijo de Alfredo del Mazo González, priísta de corazón. Desde niño ha vivido inmerso en el mundo del servicio público, porque su padre ha entregado su vida a la política, por lo que Alfredo está convencido de los cambios que ha dedicado su vida al servicio público”, destaca el texto de Caras.
Las horas clave
Ni las presiones políticas ni el manejo mediático ni la airada reacción del propio Peña Nieto contra el “lucro” partidista del caso Paulette han borrado las contradicciones de la investigación que encabezó el propio Bazbaz y su subprocurador Alfredo Castillo Cervantes, señalado por la prensa local como autor de la teoría del “accidente” y encargado del despacho desde la renuncia de Bazbaz el pasado martes 25.
Dos de los cerca de 40 peritos que participaron en la investigación le señalan a Proceso algunas de las inconsistencias y cabos sueltos de ésta. A condición de que sus identidades no sean reveladas, ambos especialistas muestran su indignación por el resultado y señalan que el “círculo íntimo” de Peña Nieto está implicado en el caso.
De acuerdo con los peritos, las horas clave del caso fueron las primeras del lunes 22 de marzo. La única persona que salió de la casa el día de la desaparición de Paulette fue su padre, Mauricio Gebara. De las 6 a las 8 de la mañana estuvo fuera del edificio.
Las nanas Ericka y Martha Casimiro se levantaron poco después de las 6 de la mañana y despertaron a la hermana de Paulette porque el camión de la escuela pasaba a las 7:10 de la mañana. A las 7:45 fueron al cuarto de la segunda y notaron que no estaba. “Van al cuarto de los papás pensando que, como había ocurrido en otras ocasiones en que se enfermaba, la niña estaba con ellos”.
A las 8:15 las nanas le informaron a Mauricio Gebara que su hija no se encontraba en su cuarto. Les pareció extraño que no se asustara ni asombrara. La madre, Lisette Farah, también mostró una extraña indiferencia.
Los peritos consultados afirman que Alberto Bazbaz estuvo en el lugar en varias ocasiones y no hizo caso cuando se le pidió que se asegurara la casa y se entrevistara al papá por su ausencia en las horas clave. Las instrucciones eran “que nos concentráramos en la mamá”.
Los peritos que tuvieron acceso al expediente destacan que se omitió decir que en la necropsia hubo un dato fundamental: en los pulmones de la niña se encontraron rastros de un material común en alfombras de carro o casa y no coincidían con las fibras de ninguna alfombra de la casa o material del cuarto o de la cama de Paulette. Esto prueba, infieren los especialistas, “que la niña estuvo en otro lugar”.
Otro alto funcionario que también estuvo en la casa de los Gebara Farah fue Miranda Nava. Llegó poco después del arraigo de los padres y de las nanas y 16 horas antes de que se anunciara la liberación.
Tampoco se quiso investigar el “sospechoso” apagón de tres horas durante el 31 de marzo, que permitió que se inutilizaran las cámaras del edificio... Momentos clave para la posible “siembra” del cuerpo de la niña, advierten los peritos.
Las encuestas contra Peña Nieto
Dos encuestas domiciliarias levantadas entre el 7 y el 10 de mayo, 15 días antes de la renuncia de Bazbaz, muestran un saldo muy negativo tanto para Enrique Peña Nieto como para el ahora ex Procurador.
La encuesta, elaborada por Ipsos Public Affaire, indica que 75% de los mil consultados afirmaron que el caso Paulette no se ha resuelto “porque el Gobierno del Estado no quiere resolverlo”; 12% opinó que el Gobierno mexiquense “no puede resolverlo”, y sólo 9% consideró que “el caso es difícil de resolver”.
A la pregunta “¿cómo calificaría el trabajo de Enrique Peña Nieto y de Alberto Bazbaz para resolver el caso Paulette?”, sólo 1% dice que “muy bien” en ambos casos, 13% “bien” en el caso del Gobernador y 7% en el caso de Bazbaz. El 43% considera “mal” y 37% “muy mal” el trabajo de Peña Nieto, mientras que 36% califica como “mal” y 52% “muy mal” el trabajo de Bazbaz.
Otra encuesta, de Buendía & Laredo, cuya copia también obtuvo Proceso, señala que 44% de los mil encuestados califican como “mal/muy mal” el trabajo de Peña Nieto y sólo 23% “muy bien/bien”. El 32% opina que “ni bien ni mal”.
En el caso de Bazbaz, 53% lo califica como “mal/muy mal” y sólo 14% como “muy bien/bien”.
En esa misma consulta se les pregunta: “¿Qué es lo que más recuerda del caso Paulette?”. El 21% respondió “la mataron”; el 1%, que “no se ha solucionado el caso”; 9%, que “no encuentran al responsable”. Sólo 5% recordó que “su mamá tiene mucho que ver con esto” y 4% que “la encontraron debajo de su cama muerta”.
La reacción en las redes sociales –en especial Facebook y Twitter–contra los resultados de la investigación dados a conocer por Bazbaz el viernes 21 son airados y de absoluta falta de credibilidad. También son muy negativos los comentarios que circularon en estos mismos sitios después de que el martes 25 Peña Nieto se presentara en una rueda de prensa para defender la investigación del Procurador y acusar a sus opositores de pretender “lucrar políticamente” con “esta tragedia”.
Peña Nieto descartó la posibilidad de reabrir el caso, como se lo sugirió parte de su Gabinete durante una larga discusión del fin de semana. Optó por mantener los resultados que decretan la muerte “por accidente” y ofreció hacer transparentes y de acceso público los peritajes y el expediente. Esta fue la opción de Miranda Nava, su amigo, compadre y considerado el “Gobernador en funciones”.
Las investigaciones sobre la misteriosa muerte de la niña Paulette Gebara Farah, le restaron credibilidad al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, el más perfilado aspirante presidencial del PRI.
Un reporte de la revista Proceso, destaca que las indagatorias sobre la desaparición de la niña de 4 años, reportada el 21 de marzo y encontrada nueve días después en su propia cama, estuvieron bajo presión de políticos, empresarios y funcionarios para alterar sus conclusiones.
En esta trama, cuya cuestionada investigación le costó el puesto al procurador general de Justicia estatal, Alberto Bazbaz Sacal, emergen los nombres de prominentes políticos del Estado de México.
Se trata de un primo de Peña Nieto, Alfredo del Mazo Maza, y su compadre, operador político y secretario general de Gobierno de esa entidad, Luis Enrique Miranda Nava.
Del Mazo Maza, actual alcalde de Huixquilucan, Estado de México, es el heredero directo de la dinastía familiar que ha gobernado el Estado de México desde los cuarenta y amigo de la familia Farah.
Miranda Nava por su parte, es señalado como el principal responsable del cambio de rumbo en las investigaciones que derivaron en la renuncia del Procurador.
Pero sin duda, el mayor impacto negativo del caso Paulette a Peña
Nieto, es hacia su imagen de supuesto político exitoso, que caminaba airoso rumbo a la candidatura presidencial del PRI.
Los resultados de recientes encuestas son contundentes, el 80% de los consultados calificó como “mal” y “muy mal”, el desempeño del Gobernador mexiquense y sus funcionarios.
Por si fuera poco, otras encuestas refieren que la mayoría de los habitantes del Estado de México, consideran que el caso de Paulette no está resuelto. Y no está, porque Peña no quiere resolverlo.
Pese a la dimisión de Bazbaz, Peña Nieto no ha podido borrar las contradicciones de la investigación; ni hacer creíble entre sus gobernados, la versión de que la muerte de Paulette fue por un “accidente”.
Y es que la indagatoria, según algunos especialistas consultados, muestra inconsistencias y deja cabos sueltos.
'Pega' caso Paulette
La muerte de la niña Paulette Gebara Farah le generó la peor crisis de opinión pública al Gobierno de Enrique Peña Nieto, cuya actuación en el caso, de acuerdo con encuestas de las que Proceso tiene copia, se califica en 80% como “mal” y “muy mal”.
La trama de presiones familiares, políticas y empresariales involucra a los dos principales aspirantes a suceder a Peña Nieto en el Gobierno del Estado de México en 2011: su primo, Alfredo del Mazo Maza, y su compadre, operador político y secretario general de Gobierno, Luis Enrique Miranda Nava.
El actual alcalde de Huixquilucan, Del Mazo Maza, es el heredero directo de la dinastía familiar que ha gobernado el Estado de México desde los 40 y amigo de la familia Farah. Miranda Nava es señalado como el principal responsable del cambio de rumbo en las investigaciones que derivaron en la renuncia del procurador Alberto Bazbaz Sacal.
Pese al intento de darle carpetazo a las investigaciones sobre la menor desaparecida el 21 de marzo y hallada nueve días después en la misma cama alrededor de la cual pasaron más de 200 personas, entre peritos, reporteros, familiares y funcionarios, el caso Paulette extiende sus polémicas conclusiones más allá del entorno familiar de la menor de cuatro años.
“En este caso están involucrados funcionarios estatales del más alto nivel”, advierte Luis Sánchez, dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática. “Todo tiene que ver con proteger a Peña Nieto y sus redes de complicidades políticas”, sentencia el ex Alcalde de Nezahualcóyotl.
En entrevista con Proceso refiere que el propio secretario general de Gobierno, Miranda Nava, intentó hacer creer a los líderes de los partidos de oposición de que Paulette murió accidentalmente, sin que nadie se diera cuenta, durante casi 10 días, de que el cuerpo estaba en su habitación.
“Miranda Nava nos trató de convencer, de manera muy amable, a través de un extenso video de la Procuraduría, donde se ve cómo los peritos encontraron el cadáver de la niña en avanzado estado de descomposición”, afirma Sánchez.
“El problema con Bazbaz es que le gusta salir mucho a los medios y cometió muchos errores”, recuerda Sánchez que les dijo Miranda Nava. Desde ese momento, a mediados de abril, ya estaba decidida la salida del tercer Procurador en menos de cuatro años de Gobierno de Peña Nieto.
Las gestiones de Miranda Nava con partidos y líderes de opinión ocurrieron poco después de que el sábado 3 de abril acudiera a las oficinas de Bazbaz para pedirle al Procurador que lo dejara ver el expediente y ordenara un giro radical en las investigaciones.
Apenas tres días antes, el miércoles 31 de marzo, Bazbaz declaró en una rueda de prensa transmitida por la mayoría de los medios electrónicos que no había duda “de que se trató de un homicidio”. Incluso llegó a afirmar: “Ni modo que se la hubiera llevado Harry Potter”.
En medios locales se especuló sobre la presunta relación familiar entre la pareja sentimental de Miranda Nava, Alma Saldaña Farach, con Lisette Farah, madre de la menor y señalada por el propio Bazbaz y la sicóloga Sandra Yadeum Angulo como la principal sospechosa del “homicidio”.
“Es Farach, no Farah. Si quieres te lo escribo”, le dijo Miranda Nava a Luis Sánchez para negar que existiera esa relación familiar.
Sin embargo, no sólo fue el secretario general de Gobierno el principal interesado en cambiar radicalmente la investigación de la Procuraduría Estatal. El alcalde de Huixquilucan, Alfredo del Mazo Maza, es amigo de Arlette Farah, hermana de Lisette y una de las principales responsables de que el caso se difundiera a través de las redes sociales, además de ser defensora de la inocencia de su hermana.
La casa de la familia Gebara Farah está en el municipio de Huixquilucan, en el exclusivo conjunto habitacional Porto Vita, en el número 11 de la calle Hacienda del Ciervo. Las familias de los padres de Paulette han mantenido una relación de negocios y de encuentros sociales con el propio Peña Nieto y con Del Mazo Maza.
De 33 años, Del Mazo Maza es hijo y nieto de dos ex gobernadores del Estado de México del mismo nombre (Alfredo del Mazo González, actual presidente del Consejo de Infraestructura del Gobierno Estatal, y Alfredo del Mazo Vélez) primo en segundo grado de Peña Nieto, con quien colaboró como Secretario de Turismo a pesar de que la Ley de Responsabilidades para los Servidores Públicos prohíbe nombrar a parientes hasta el cuarto grado.
En su edición de noviembre de 2009, la revista Caras, propiedad de Televisa, despliega fotografías de este alcalde como parte de su publirreportaje sobre siete personajes que son “las caras políticas de hoy”.
“Este joven y guapo político es hijo de Alfredo del Mazo González, priísta de corazón. Desde niño ha vivido inmerso en el mundo del servicio público, porque su padre ha entregado su vida a la política, por lo que Alfredo está convencido de los cambios que ha dedicado su vida al servicio público”, destaca el texto de Caras.
Las horas clave
Ni las presiones políticas ni el manejo mediático ni la airada reacción del propio Peña Nieto contra el “lucro” partidista del caso Paulette han borrado las contradicciones de la investigación que encabezó el propio Bazbaz y su subprocurador Alfredo Castillo Cervantes, señalado por la prensa local como autor de la teoría del “accidente” y encargado del despacho desde la renuncia de Bazbaz el pasado martes 25.
Dos de los cerca de 40 peritos que participaron en la investigación le señalan a Proceso algunas de las inconsistencias y cabos sueltos de ésta. A condición de que sus identidades no sean reveladas, ambos especialistas muestran su indignación por el resultado y señalan que el “círculo íntimo” de Peña Nieto está implicado en el caso.
De acuerdo con los peritos, las horas clave del caso fueron las primeras del lunes 22 de marzo. La única persona que salió de la casa el día de la desaparición de Paulette fue su padre, Mauricio Gebara. De las 6 a las 8 de la mañana estuvo fuera del edificio.
Las nanas Ericka y Martha Casimiro se levantaron poco después de las 6 de la mañana y despertaron a la hermana de Paulette porque el camión de la escuela pasaba a las 7:10 de la mañana. A las 7:45 fueron al cuarto de la segunda y notaron que no estaba. “Van al cuarto de los papás pensando que, como había ocurrido en otras ocasiones en que se enfermaba, la niña estaba con ellos”.
A las 8:15 las nanas le informaron a Mauricio Gebara que su hija no se encontraba en su cuarto. Les pareció extraño que no se asustara ni asombrara. La madre, Lisette Farah, también mostró una extraña indiferencia.
Los peritos consultados afirman que Alberto Bazbaz estuvo en el lugar en varias ocasiones y no hizo caso cuando se le pidió que se asegurara la casa y se entrevistara al papá por su ausencia en las horas clave. Las instrucciones eran “que nos concentráramos en la mamá”.
Los peritos que tuvieron acceso al expediente destacan que se omitió decir que en la necropsia hubo un dato fundamental: en los pulmones de la niña se encontraron rastros de un material común en alfombras de carro o casa y no coincidían con las fibras de ninguna alfombra de la casa o material del cuarto o de la cama de Paulette. Esto prueba, infieren los especialistas, “que la niña estuvo en otro lugar”.
Otro alto funcionario que también estuvo en la casa de los Gebara Farah fue Miranda Nava. Llegó poco después del arraigo de los padres y de las nanas y 16 horas antes de que se anunciara la liberación.
Tampoco se quiso investigar el “sospechoso” apagón de tres horas durante el 31 de marzo, que permitió que se inutilizaran las cámaras del edificio... Momentos clave para la posible “siembra” del cuerpo de la niña, advierten los peritos.
Las encuestas contra Peña Nieto
Dos encuestas domiciliarias levantadas entre el 7 y el 10 de mayo, 15 días antes de la renuncia de Bazbaz, muestran un saldo muy negativo tanto para Enrique Peña Nieto como para el ahora ex Procurador.
La encuesta, elaborada por Ipsos Public Affaire, indica que 75% de los mil consultados afirmaron que el caso Paulette no se ha resuelto “porque el Gobierno del Estado no quiere resolverlo”; 12% opinó que el Gobierno mexiquense “no puede resolverlo”, y sólo 9% consideró que “el caso es difícil de resolver”.
A la pregunta “¿cómo calificaría el trabajo de Enrique Peña Nieto y de Alberto Bazbaz para resolver el caso Paulette?”, sólo 1% dice que “muy bien” en ambos casos, 13% “bien” en el caso del Gobernador y 7% en el caso de Bazbaz. El 43% considera “mal” y 37% “muy mal” el trabajo de Peña Nieto, mientras que 36% califica como “mal” y 52% “muy mal” el trabajo de Bazbaz.
Otra encuesta, de Buendía & Laredo, cuya copia también obtuvo Proceso, señala que 44% de los mil encuestados califican como “mal/muy mal” el trabajo de Peña Nieto y sólo 23% “muy bien/bien”. El 32% opina que “ni bien ni mal”.
En el caso de Bazbaz, 53% lo califica como “mal/muy mal” y sólo 14% como “muy bien/bien”.
En esa misma consulta se les pregunta: “¿Qué es lo que más recuerda del caso Paulette?”. El 21% respondió “la mataron”; el 1%, que “no se ha solucionado el caso”; 9%, que “no encuentran al responsable”. Sólo 5% recordó que “su mamá tiene mucho que ver con esto” y 4% que “la encontraron debajo de su cama muerta”.
La reacción en las redes sociales –en especial Facebook y Twitter–contra los resultados de la investigación dados a conocer por Bazbaz el viernes 21 son airados y de absoluta falta de credibilidad. También son muy negativos los comentarios que circularon en estos mismos sitios después de que el martes 25 Peña Nieto se presentara en una rueda de prensa para defender la investigación del Procurador y acusar a sus opositores de pretender “lucrar políticamente” con “esta tragedia”.
Peña Nieto descartó la posibilidad de reabrir el caso, como se lo sugirió parte de su Gabinete durante una larga discusión del fin de semana. Optó por mantener los resultados que decretan la muerte “por accidente” y ofreció hacer transparentes y de acceso público los peritajes y el expediente. Esta fue la opción de Miranda Nava, su amigo, compadre y considerado el “Gobernador en funciones”.
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