Los “calderonistas” meten la pata, pero no la sacan

Álvaro Cepeda Neri

En su escrito periodístico, José Yoldi analiza un asunto netamente español, valga la redundancia, de España (la cual se encuentra sumida en una de sus peores corrupciones políticas y cuyos responsables son del Partido Popular (el PAN de allá). Y, además, queriendo fincarle imputaciones penales al valiente juez Baltasar Garzón, porque éste insiste en darle curso a las demandas contra el que fuera dictador Francisco Franco por sus crímenes y abusos. En su nota empieza diciendo, citando a un abogado autor de la certera frase (José Luis Galán), que “todos metemos la pata, y lo que nos diferencia a unos de otros es cómo la sacamos”. Los panistas tienen rato metiendo la pata (las dos) y las manos, al grado de que ya están marcados por la derrota electoral de este año (diez gubernaturas, nada más y nada menos) y, vencidos de antemano en la disputa presidencial.

A propósito del juez Garzón, me pregunto, preguntándole a los lectores, ¿qué pasaría si, por ejemplo, la CNDH se atreviera a realizar una investigación sobre los homicidios y todos los abusos del salinismo, del zedillismo, del foxismo y del calderonismo? Es, simplemente, un ensueño que no se convertirá en realidad. El caso es que en España ese juez puso el dedo en la llaga sangrienta del franquismo (que, además, provocó el éxodo de españoles hacia todo el mundo; Lázaro Cárdenas les abrió los brazos a esos republicanos). Allá, cruzando el “charco” del Atlántico, los mismos jueces, pero los de tendencias conservadoras, son los que están metiendo las patas al tratar de juzgar al juez que ha levantando polvaredas con sus acciones.

Aquí, mientras en el Golfo de México una petrolera estadounidense tiene hundida una plataforma y el derrame del crudo es ya una catástrofe ecológica, acá los panistas han estado metiendo la pata como para que ya los hubieran puesto de patitas en la calle. Empero, siguen metiendo las patas, las piernas, el tórax y los brazos para, con el agua hasta el cuello, ni siquiera dar patadas de ahogados. Están paralizados en los cargos y el país, con la nación, está siendo llevado al traste. Y para distraernos quiere Calderón que no vayamos al estado de Arizona, queriendo hacerse el defensor de mexicanos expulsados de México, porque aquí no hay empleos.

No saben cómo sacar el cuerpo entero los panistas, una vez que metieron las patas en la administración federal. Todo lo quieren hacer con los militares. Y sus soldados matan a todos los que pasan por donde disparan a tontas y locas; y no han podido, siquiera, mantener a raya a los sicarios del narcotráfico ni a sus capos, por más que anuncian la muerte de estos y su captura. Han metido la pata los azules y no saben cómo sacarla. Por lo contrario meten la otra y de plano se hunden de cuerpo entero en su incompetencia. Como oposición hasta tuvieron momentos de lucidez. Pero ya como funcionarios son una nulidad. Y como políticos la mediocridad total.

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