Rubén Torres / El Economista
De forma indirecta y tutelando a su equipo integrado por Antonio Lozano Gracia, Fauzi Handam, Hiram Escudero, Arturo Germán Rangel, Fernando Gómez Mont, actual secretario de Gómez Mont; Diego Fernández de Cevallos, que cumplió cuatro días de “desaparecido”, ha sido vinculado a casos de crimen organizado o cuello blanco, sobre todo con el extinto Amado Carrillo Fuentes El Señor de los Cielos, fundador del Cártel de Ciudad Juárez.
Al mismo tiempo, El Jefe Diego y su equipo han litigado contra las secretarías de Comunicaciones y Transportes (SCT) por el Puerto de Altamira, Tamaulipas, a la que arrebató 1,500 millones de pesos, y Hacienda y Crédito Público (SHCP), con la que obligó a regresar a Jugos del Valle este año 1,800 millones de pesos por concepto de IVA e IEPS.
El Señor de los Cielos
El nexo sobre la muerte de Carrillo Fuentes ocurrió en julio de 1996, en la ciudad de México, tras una operación estética con la que quiso frenar la búsqueda que realizaban México y Estados Unidos, en la cual perdió la vida.
Lo paradójico fue que El Señor de los Cielos fue operado por seis médicos del hospital Santa Mónica -asesinados después y disueltos en ácido-, nosocomio representado legalmente por El Jefe Diego, ya entonces legislador y connotado integrante del Partido Acción Nacional (PAN) y, aún más, Carrillo Fuentes fue velado en la funeraria García López, también representada por Fernández de Cevallos.
Varios de sus compañeros litigantes, iniciando con Lozano Gracia, quien fuera el primer Procurador General de la República no priísta en la época de Ernesto Zedillo y otros como Hiram Escudero pasaron o están actualmente, como Germán Rangel en la PGR, quien es subprocurador de Delitos Federales.
Otra liga es el entonces conocido “Maxiproceso” que instruyó el Estado contra más de 250 presuntos integrantes del Cártel de Ciudad Juárez a fines de los 90, tras la revelación de las relaciones del entonces General y Comisionado del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), Jesús Gutiérrez Rebollo con Carrillo Fuentes.
Germán Rangel, Lozano Gracia y Diego Fernández de Cevallos defendieron entonces los intereses del actual prominente empresario hotelero de Cancún, Quintana Roo, Fernando García Zalvidea, liberado después por desvanecimiento de “datos’’ y vinculado de igual forma al Cártel de Juárez.
La vigilancia en el rancho La Cabaña, propiedad del aún desaparecido abogado prominente, quedó en manos de la policía estatal de Querétaro.
Con respaldo mínimo de la Policía Federal, donde el investigador Luis Cárdenas Palomino realiza las acciones de búsqueda y localización de Diego Fernández de Cevallos.
La SSP y la municipal quedaron a cargo solamente de la vigilancia perimetral del domicilio de donde supuestamente fue sustraído El Jefe Diego.
De forma indirecta y tutelando a su equipo integrado por Antonio Lozano Gracia, Fauzi Handam, Hiram Escudero, Arturo Germán Rangel, Fernando Gómez Mont, actual secretario de Gómez Mont; Diego Fernández de Cevallos, que cumplió cuatro días de “desaparecido”, ha sido vinculado a casos de crimen organizado o cuello blanco, sobre todo con el extinto Amado Carrillo Fuentes El Señor de los Cielos, fundador del Cártel de Ciudad Juárez.
Al mismo tiempo, El Jefe Diego y su equipo han litigado contra las secretarías de Comunicaciones y Transportes (SCT) por el Puerto de Altamira, Tamaulipas, a la que arrebató 1,500 millones de pesos, y Hacienda y Crédito Público (SHCP), con la que obligó a regresar a Jugos del Valle este año 1,800 millones de pesos por concepto de IVA e IEPS.
El Señor de los Cielos
El nexo sobre la muerte de Carrillo Fuentes ocurrió en julio de 1996, en la ciudad de México, tras una operación estética con la que quiso frenar la búsqueda que realizaban México y Estados Unidos, en la cual perdió la vida.
Lo paradójico fue que El Señor de los Cielos fue operado por seis médicos del hospital Santa Mónica -asesinados después y disueltos en ácido-, nosocomio representado legalmente por El Jefe Diego, ya entonces legislador y connotado integrante del Partido Acción Nacional (PAN) y, aún más, Carrillo Fuentes fue velado en la funeraria García López, también representada por Fernández de Cevallos.
Varios de sus compañeros litigantes, iniciando con Lozano Gracia, quien fuera el primer Procurador General de la República no priísta en la época de Ernesto Zedillo y otros como Hiram Escudero pasaron o están actualmente, como Germán Rangel en la PGR, quien es subprocurador de Delitos Federales.
Otra liga es el entonces conocido “Maxiproceso” que instruyó el Estado contra más de 250 presuntos integrantes del Cártel de Ciudad Juárez a fines de los 90, tras la revelación de las relaciones del entonces General y Comisionado del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), Jesús Gutiérrez Rebollo con Carrillo Fuentes.
Germán Rangel, Lozano Gracia y Diego Fernández de Cevallos defendieron entonces los intereses del actual prominente empresario hotelero de Cancún, Quintana Roo, Fernando García Zalvidea, liberado después por desvanecimiento de “datos’’ y vinculado de igual forma al Cártel de Juárez.
La vigilancia en el rancho La Cabaña, propiedad del aún desaparecido abogado prominente, quedó en manos de la policía estatal de Querétaro.
Con respaldo mínimo de la Policía Federal, donde el investigador Luis Cárdenas Palomino realiza las acciones de búsqueda y localización de Diego Fernández de Cevallos.
La SSP y la municipal quedaron a cargo solamente de la vigilancia perimetral del domicilio de donde supuestamente fue sustraído El Jefe Diego.
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