Hillary y no me defiendas compadre (y de paso le da un coscorrón)

Álvaro Cepeda Neri

Ya trascendió, al menos puertas adentro de la Casa Blanca donde despacha Barack Obama y su equipo (Casa Blanca, porque desde su inauguración y tras el incendio que sufrió en 1812, fue pintada de color blanco), que Calderón, con más frentes abiertos que Adolfo Hitler y... ¡vaya que el dictador tenía un señor ejército!, se encuentra atrapado en mil y una complicaciones. O sea, enfrentado a problemas difíciles de resolver. El desempleo masivo, la multiplicación geométrica de la pobreza, la crisis crónica económica (con bajísimo consumo, alza de precios, subida de impuestos, despidos interminables) y crisis política ante la caída del PAN en las próximas elecciones, el ascenso del PRI y su interminable disputa con López Obrador. Y para qué seguir con el catálogo. Calderón se hunde, sobre todo, ante los abusos intencionales, imprudenciales y accidentales de los militares y policía en su lucha a sangre y fuego contra los narcotraficantes.

Está, pues, don Felipe de Jesús, dice la secretaria de Estado doña Hillary (Hilaria) Clinton (porque el machismo estadounidense practica que las esposas se quiten sus apellidos y se pongan el del cónyuge) en muy serias complicaciones, para todavía crearle más con la arremetida de la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, contra los inmigrantes mexicanos (y de otros países, como El Salvador, Nicaragua, Colombia, etc.). Y que además, la tiene más que complicada con los matones del narcotráfico y simultáneamente, con las críticas de las familias mexicanas disgustadas porque los soldados al disparar a discreción han asesinado a niños, jóvenes y adultos, sin aceptar su culpabilidad.

“Nosotros, dijo la señora Clinton, no debemos complicarle la vida aun más” (en nota informativa de primera plana en el periódico empresarial de Olegario Vázquez Raña, el del imperio de hospitales donde al enfermo le cobran desde darle información, el en decadencia Excélsior que todavía tiene pendiente la disputa con los trabajadores que insisten en no rendirse y pelean al diario). El lunes 3 de este mayo la publicación muestra que Calderón está a disposición del refrán: “no me defiendas comadre”. Y es que si el inquilino de Los Pinos de por sí ya está agobiado por los problemas nacionales y con él su equipo ineficaz, indolente, corrupto e incompetente; la funcionaria, segunda de abordo de Obama, le carga la mano al decir que enredado como está Calderón, no está bien enredarlo más.

Ya saben en todo el mundo (mientras anduvo por Alemania le mostraron unas mantas donde lo criticaban, y no en Alemán, sino en español), que el panista no ha podido con el cargo. Y la verdad es que la tiene difícil, porque no ha sabido ejercer sus obligaciones. Ha fallado como Jefe de Gobierno, Jefe de Estado y Jefe de las Fuerzas Armadas. Ha fallado como jefe de su ultraderechista partido. No atina a resolver nada de lo que le compete. Y por su incapacidad, ha complicado más lo complicado de los problemas que tienen a la Nación bajo un grave riesgo. Y existe la amenaza de que la crisis se ponga peor.

Comentarios