El vengativo Calderón

Francisco Rodríguez / Índice Político

HACE UN PAR de días el periodista José Cárdenas hizo asomar por su Ventana una noticia que mereció la atención de muchos observadores y fue la sal y pimienta en desayunaderos y comederos políticos:

“Andrés Leopoldo Valencia Benavides fue embajador en Brasil –escribió Pepe–. El Presidente estuvo allá en agosto. Valencia Benavides le advirtió peligro diplomático en su mensaje político. Pronosticó fracaso. Calderón lo ignoró. El discurso fue un fracaso. El Presidente hizo berrinche, acusó al embajador de sabotaje y lo corrió. Le faltaban tres años para jubilarse…”

Un berrinche de Felipe Calderón truncó una carrera diplomática.

Un berrinche más, de quien ya todo mundo sabe tiene la mecha corta, pero que además aparece en público permanentemente enfurruñado y, lo peor, que actúa en contra de aquellos que provocan sus múltiples y constantes enojos.

De los lúgubres estados anímicos del ocupante de Los Pinos hay cientos de cuartillas escritas y publicadas. Basta con googlear dos palabras, “Calderón” y “enojado”, para que en el monitor se desplieguen decenas de referencias en el monitor. Hay, incluso, hasta videos en los que se observa al michoacano haciendo “cara de fuchi”.

Tales conductas de Felipe Calderón son producto de sus no pocos resentimientos.

Nietzsche decía que si un resentido llega al poder –“haiga sido como haiga sido”, cual es el caso–, implementará políticas de resentimiento y buscará venganzas.

Mas si llega un político con más cordura, con más tranquilidad, será un político mucho más productivo, prudente, generoso, con mayor capacidad de contener sus propias emociones, más calculador, más exitoso.

Mucho del fracaso de Calderón se localiza en sus sentimientos y emociones, evidentemente distorsionados.

Lo peor es que el ex candidato presidencial panista está sumido en una especie de ciclos de la envidia al éxito de los demás, lo que le lleva a buscar la venganza. Cuando una persona triunfa, su triunfo lo humilla y tiene que intentar por todos los medios el que el humillador termine humillado. Y en la política, un político que está pensando en la revancha, va a usar el poder para la revancha.

Hay muchos ejemplos del Calderón vengativo que padecemos.

Algunos de esos ejemplos, lo peor, han trastocado la vida de personas –como el ex embajador ante Brasil, Andrés Leopoldo Valencia Benavides–, o de poblaciones enteras cual las de los municipios michoacanos, cuyos ediles fueron falsamente acusados de sostener vínculos con el narcotráfico… cual venganza de Calderón en contra de ellos, por algún agravio del cual aún no nos enteramos.

No quiero ni imaginarme cuál será la venganza de Calderón en contra de su correligionario Luis Armando Reynoso Femat, todavía gobernador de Aguascalientes, quien se ha atrevido a desafiar al ocupante de Los Pinos en el terreno de la selección del candidato a sucederlo en la primera magistratura hidrocálida.

Ya otro panista, Manuel Espino, ha sufrido persecución y hasta la pérdida de una propiedad inmobiliaria –que hoy permanece en el abandono– que servía como sede a una organización panamericana de políticos católicos. Todo ello por oponerse no sólo a las fallidas políticas de su gestión, incluso al propio Calderón.

En la mira de las venganzas del ocupante de Los Pinos –algunas pueriles, otras muy perjudiciales– hay ahora mismo no pocos gobernadores priístas. Especialmente aquellos en los que en julio habrá comicios para renovar cargos de elección popular, por lo que seguramente las que se tienen preparadas para el coahuilense Humberto Moreira habrán de añejarse unos meses más.

Para este proceso es al veracruzano Fidel Herrera a quien se tiene como blanco de la venganza –en defensa de su entidad se ha enfrentado a la Federación–, y ya se circula en aquella entidad que en breve, y antes del 4 de julio but of ocurse, habrá un “michoacanazo”, en referencia a la fallida cacería de colaboradores de Leonel Godoy y alcaldes del solar natal de Calderón. La lucha en contra de la delincuencia como arma electoral, pues.

Con golpes espectaculares que a la postre son fallidos, pero que dañan a los adversarios y a la sociedad.

Ese es el Calderón vengativo que, definitivamente, no nos merecemos. ¿O sí?

Índice Flamígero: Calderón llama a apoyar al Ejército. Por lógica, se apoya lo que está débil, suelto, flojo, cayéndose… ¿Cuál es la situación de las Fuerzas Armadas, entonces, si requieren apoyo?


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