Martha Anaya / Crónica de Política
José Reveles es uno de los periodistas que más ha investigado en torno a movimientos sociales, derechos humanos, secuestro, represión, delincuencia organizada, seguridad pública, seguridad nacional. Dos tercios de su vida los ha dedicado a ello.
De hecho, sus primeros aportes a los temas de seguridad vienen desde mayo de 1969, fecha en que alertó sobre el primer detenido-desaparecido que figura en las listas del Comité Eureka, Epifenio Avilés Rojas, capturado en Guerrero y llevado en un avión del ejército con rumbo desconocido.
Ahora, Reveles publica un libro titulado “El Cártel Incómodo. El fin de los Beltrán Leyva y la hegemonía del Chapo Guzmán” (Ed. Grijalbo) que desnuda “la verdad detrás del discurso oficial” y muestra sin reparo alguno “la terrible realidad que las élites política y económica no quieren mirar”.
El escenario de la violencia cotidiana –con cuerpos decapitados, pozoleados, descuartizados; narcomantas con mensajes de violencia o denuncias contra el gobierno por atacar a sólo uno de los narcotraficantes y encubrir y consentir a otros–, desfila entre sus páginas bajo su mirada y análisis y muestra , a la fecha, el gobierno mexicano sigue sin desmantelar las redes financieras del narcotráfico y siguen intactas las estructuras políticas que brindan protección a la criminalidad.
Por supuesto, toca el tema de los Beltrán y del por qué su rompimiento con el cártel de Sinaloa; del brillo efímero de esa organización durante cinco años; de la muerte o cárcel que los borró del mapa, y cómo todo ello fortaleció a Joaquín “El Chapo” Guzmán, a quien ellos pretendían aniquilar.
Según Pepe Reveles, con la ejecución de Beltrán Leyva y el encarcelamientos de dos de sus lugartenientes, así como la captura de distintos capos, “apunta a favorecer la hegemonía del Cártel de Sinaloa” y que bien podría convertirse –según diversos analistas—en “cártel único”.
En sus páginas se describen las redes internacionales y nacionales de los traficantes mexicanos, así como la nula coordinación de las autoridades que combaten al narcotráfico. Y en ello, confirma las redes de complicidad que en 2001 propiciaron la fuga de Joaquín Guzmán Loaera del penal de Puente Grande.
Y todo, dice el autor, “para que años después el Chapo terminara convertido en el más buscado, el nunca encontrado, el inasible e intocable jefe del ‘cártel incómodo’ de dos sexenios panistas.
Como cereza del pastel, Reveles incluye en su libro los informes del Cisen que Alfredo Jiménez Mota, periodista de El Imparcial de Hermosillo, utilizó en sus publicaciones antes de ser desaparecido en 2005.
Es ésta, otra mirada a esa realidad que algunos se niegan a ver
José Reveles es uno de los periodistas que más ha investigado en torno a movimientos sociales, derechos humanos, secuestro, represión, delincuencia organizada, seguridad pública, seguridad nacional. Dos tercios de su vida los ha dedicado a ello.
De hecho, sus primeros aportes a los temas de seguridad vienen desde mayo de 1969, fecha en que alertó sobre el primer detenido-desaparecido que figura en las listas del Comité Eureka, Epifenio Avilés Rojas, capturado en Guerrero y llevado en un avión del ejército con rumbo desconocido.
Ahora, Reveles publica un libro titulado “El Cártel Incómodo. El fin de los Beltrán Leyva y la hegemonía del Chapo Guzmán” (Ed. Grijalbo) que desnuda “la verdad detrás del discurso oficial” y muestra sin reparo alguno “la terrible realidad que las élites política y económica no quieren mirar”.
El escenario de la violencia cotidiana –con cuerpos decapitados, pozoleados, descuartizados; narcomantas con mensajes de violencia o denuncias contra el gobierno por atacar a sólo uno de los narcotraficantes y encubrir y consentir a otros–, desfila entre sus páginas bajo su mirada y análisis y muestra , a la fecha, el gobierno mexicano sigue sin desmantelar las redes financieras del narcotráfico y siguen intactas las estructuras políticas que brindan protección a la criminalidad.
Por supuesto, toca el tema de los Beltrán y del por qué su rompimiento con el cártel de Sinaloa; del brillo efímero de esa organización durante cinco años; de la muerte o cárcel que los borró del mapa, y cómo todo ello fortaleció a Joaquín “El Chapo” Guzmán, a quien ellos pretendían aniquilar.
Según Pepe Reveles, con la ejecución de Beltrán Leyva y el encarcelamientos de dos de sus lugartenientes, así como la captura de distintos capos, “apunta a favorecer la hegemonía del Cártel de Sinaloa” y que bien podría convertirse –según diversos analistas—en “cártel único”.
En sus páginas se describen las redes internacionales y nacionales de los traficantes mexicanos, así como la nula coordinación de las autoridades que combaten al narcotráfico. Y en ello, confirma las redes de complicidad que en 2001 propiciaron la fuga de Joaquín Guzmán Loaera del penal de Puente Grande.
Y todo, dice el autor, “para que años después el Chapo terminara convertido en el más buscado, el nunca encontrado, el inasible e intocable jefe del ‘cártel incómodo’ de dos sexenios panistas.
Como cereza del pastel, Reveles incluye en su libro los informes del Cisen que Alfredo Jiménez Mota, periodista de El Imparcial de Hermosillo, utilizó en sus publicaciones antes de ser desaparecido en 2005.
Es ésta, otra mirada a esa realidad que algunos se niegan a ver
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