¡$ecuestrado$!

Francisco Rodríguez / Índice Político

LA DIRIGENCIA DEL Partido de la Revolución Democrática también está “desaparecida”. Jesús Ortega, Jesús Zambrano, “Jesús” Carlos Navarrete y “Jesús” Guadalupe Acosta fueron “levantados” por un comando de alfeñiques enfundados en trajes blanquiazules. Sin protección ni bases sociales, los cuatro viajaban en una destartalada camioneta color amarillo con franjas negras. De ellos, ni sus huellas. Sólo se encontraron, ensangrentadas, unas tijeritas de manicure con las que se afilaban las cada vez más larga$ uña$.

Sabedores de que sus captores son comandados por el mismísimo Felipe Calderón y un mozuelo de espadas llamado Cesarín Nava, los familiares de Ortega, Zambrano, Navarrete y Acosta –chiste viejo: también se les conoce como “las ardillas”… ¡porque no salen de Los Pinos!–, han demandado que en la negociación de su rescate no intervengan la PGR ni, mucho menos, el IFE, y que ni se les ocurra pedir el apoyo del FBI, pues así capturados o cooptados $e la pa$an requetebién.

Su “desaparición”, por supuesto, ha servido a los fines más aviesos –los electorales– del calderonato, quien lo mismo los usa para golpear a su todavía secretario de Gobernación, que para validar su dizque “guerra contra el narco” –¡tamaño exitazo: un candidato a gobernador involucrado con la maña!–, y hasta para intentar meter al corralito al bebé verde, quien no obstante ser ya casi un cuarentón muy mañoso, usa estrategias tipo Lodito I y Lodito II aprendidas en sesiones de estimulación temprana.

“Desapareciditos”, los dirigentes formales del PRD –no olvide usted al cada vez más tierno “Jesús” Manuel Camacho–, fueron empujados a cachar una bola que, diría Bob Canel, estaba más que cantada: Gregorio “Greg” Sánchez, quien no es sino la parte más delgada de una trama muy fina en la que sucesivamente aparecen nombres tales como los de los chiapanecos Herrán Salvatti, Pablo Salazar Mendiguchía, y más recientemente los de los integrantes del poderoso clan quintanarroense Joaquín.

Con familiares en la cárcel purgando sentencias de todo calibre, con colaboradores ligados a la santería cubana, una esposa que a leguas se observa no sólo es guapa sino además “el cerebro” de, cuando menos, las operaciones políticas de Sánchez, con ex funcionarios de su administración edilicia en Cancún ligados al asesinato del general Tello, con ratoneras de espionaje detectadas por el Ejército, fraudes, lavado de recursos… ¡sólo los “de$aparecido$” no sabían la fichita a la que estaban apadrinando como candidato a la gubernatura quintanarroense, cual ganancio$amente hicieron –sobre todo “Jesús” Carlos Navarrete–, hace un par de años apoyándolo para encabezar la más rica comuna quintanarroense.

Además de que a ello los envió su secuestrador Felipe Calderón. Se los quitó de encima a Andrés Manuel López Obrador –¡suertudote que es el tabasqueño!–, y jalando su cadena los puso a ladrar y a ladronear sin que aparentemente saliera a relucir su nombre.

La maniobra es transparente. Una candidatura panista débil, muy endeble, necesita ser fortalecida por lo que sobra del PRD en la península yucateca. Y con esas sobras es que, ya cercana la fecha de los comicios, van a sumarse al blanquiazul.

Hay una suerte de sadomasoquismo político en esta “desaparición” de la dirigencia formal del perredismo, de la que algunos dicen también es espuria. Calderón los exhibe, los golpea en sus intereses económicos –bueno, también en los político-electorales–, les coloca el sello de narco-políticos, los endurece para usarlos como ariete que abra las puertas de Bucareli y por ahí salga rápido el cada vez más simpático Gómez Mont, y pese a todo insisten en seguir de la manita de los blanquiazules en algunos de los comicios estatales de este 2010 y, casi seguro, en el que consideran es el más apetitoso del 2011.

Por tal no quiere ser rescatados.

Prefieren ver llena su hucha personal, que las urnas electorales llenas de votos a favor del PRD.

Por favor, que nadie pague rescate.

Ya aparecerán desmembrados. Esto es, sin miembros ni afiliados ni adherentes a su decadente organización. Aclaro, ¿eh?

Índice Flamígero: Al tiempo que la periodista de la revista Gatopardo Laura Castellanos –autora de dos libros fundamentales: México armado (1943-1981) y Corte de caja, entrevista con el subcomandante Marcos—sufre acoso que todo indica proviene de la fallida administración de usted ya sabe quién, en Veracruz se denuncia que el periódico El Dictamen –ni más ni menos que el decano de la prensa mexicana–, acusó a Miguel Ángel Yunes Linares, de alentar una campaña de auditorías de parte de la Secretaría de Hacienda, para tratar de doblar su línea editorial en su favor. “El sistema político central, con métodos de presión a través de la Secretaría de Hacienda, trata de acallar o disciplinar la voz de esta casa editora de El Dictamen y La Tarde, a través de acción que muy bien se pueden calificar de terrorismo fiscal, en virtud de que en su momento nos negamos ¡Y seguiremos estándolo!, al publicar toda una gama de infundios, agresiones y agravios en contra del Gobierno del Estado”, dice parte del articulo publicado hace cuatro días en las planas de esos diarios.Y aunque no menciona el nombre de Miguel Ángel Yunes Linares, candidato a la gubernatura por el PAN, el artículo deja entre ver que tras todo esto se encuentra el director general ¡con licencia! Del ISSSTE.

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