Diego y el año en que vivimos en peligro…

A Puerta Cerrada / Marcela Gómez Zalce

• Con el PAN, ¿todo es felicidad?

• La PGR y su incongruencia

Las leyes, mi estimado, ubican la seguridad de todos por encima de la seguridad de uno. Extraordinario inicio de semana con la lindura de los detalles del encerrón de la PANdilla, donde se hizo lo imposible para vender la imagen que con pan la vida es más sabrosa y que con pan todo es felicidad cuando la cruda… realidad muestra un partido en el poder (del no poder) fracturado, desanimado y derrotado en los frentes contra la “ridícula minoría”, en el social, en el electoral, y por más pirotecnia discursiva y triunfalista los blanquiazules van de tumbo en traspiés perdiendo balance y brújula en este cuarto año de (des)gobierno ya marcado como el año en el que vivimos en peligro.

Y para documentar esto, nada como el regalito de fin de semana, my friend, del inédito caso del levantón de Diego Fernández de Cevallos, donde el viernes apareció en una impactante imagen dejando algunas sugerencias sobre la verdadera mesa de la real politik y sus mensajes de poder.

Sobre todo cuando Felipe, encantado de haber nacido recibiendo ovaciones en el Capitolio —y aventándose a la alberca (sin agua) legislativa norteamericana, se dio a la espléndida tarea de criticar y exigir la prohibición de la venta de armas de alto poder violentando una arista de la ley que lo permite y que ha sido motivo de bate y debate doméstico— dibujándole una sonrisa, fue recibido con su realidad del Vive México: la imagen del Jefe Diego que descompuso, congelando la alegría presidencial y tirándole los dientes, el día de su regreso (sin gloria) de gira en Washington, al aparato federal de disfuncionales que no han podido avanzar en las investigaciones y la información de su paradero.

El delicado hecho, que dijo todo de las formas y el fondo, desencadenó una simpática presión de los familiares, aliados y socios del ex candidato presidencial que por todos los medios han solicitado la retirada del (des)gobierno, de los medios para que callen y así despejar el camino para entrar en el contexto de la negociación con... con... personajes que hasta la fecha, mi estimado, no han dado señales de querer negociar, yes?

Y así, la tristemente célebre PGR, haciendo gala del sello del gymboree (con minúsculas) presidencial de la incongruencia y después de anunciar con bombo y platillo la atracción de la investigación, salió con su fantástico detallito de que con la pena, pero se suspenden las pesquisas para hallar a Fernández de Cevallos, lo que origina la primera (de muchas) ingenua pregunta: ¿dónde quedó la cacareada confianza en la denuncia...? Esa que dibuja la confianza en la protección de las autoridades, pues. Con eso de que toooodo el tiempo se está pregonando en diversos micrófonos —que incluyen el legislativo— de que la ciudadanía haga sus denuncias para que la autoridad pueda hacer su trabajo, amable lector, no se entiende (¿o sí?) por qué en el caso de Fernández de Cevallos se le otorgue un trato distinto, sin mencionar...

Que el (des)gobierno federal y en otros ámbitos jurídicos se ha estado buscando (y discutiendo) la prohibición de negociaciones directas en casos de secuestro… y ahora sale Arturo Chávez Chávez con el inédito e ilegal disparate de replegarse como autoridad evadiendo cumplir lo que es su obligación.

O mejor aún… ¿de qué sirven millones de pesos gastados para obligar a todas las entidades a tener unidades antisecuestro y de inteligencia si los responsables en una coordinación para este tipo de lamentables acontecimientos, o sea la PGR, recule, evada, se disculpe y se retraiga de una importante investigación justificando su inédito proceder consciente de cuál es el bien que se debe privilegiar...?

¡¡Chingón!!

Porque a estas alturas del aciago partido de grandes ligas, la señal que envía el (des)gobierno de Felipe Calderón es por demás delicada, volátil y disímil con todo y que se haya desgañitado en los micrófonos de la asamblea azul afirmando que junto a Diego vamos a pelear muchas batallas… cuando la única trascendente y prioritaria es, por el bien de su (des)gobierno, resolver su paradero y llevar una investigación hasta sus últimas consecuencias.

Aunque conociendo las aristas del modus operandi de esta “ridícula minoría” que desafía a Felipe & his dumb squad, seguramente la perversidad de este juego de señales de poder está lejos de terminar…

La gran duda es si estos disfuncionales ya midieron el tamaño del enemigo… que se sigue moviendo y que golpea en otra arena, my friend, a uno de sus más polémicos cómplices.

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