¿Y los productos “milagro”?

Claudia Rodríguez

Que los pequeños de nuestro país no tengan acceso a los productos chatarra durante el tiempo que permanecen en su escuela, es positivo. La Cámara de Diputados espera que en el Senado se acepten las reformas a la Ley General de Salud, que los diputados aprobaron con 372 votos a favor y cero en contra, mediante las cuales las escuelas públicas no podrán vender en sus tiendas o cooperativas alimentos denominados chatarra a fin de evitar la obesidad en la población infantil mexicana, así como obligar a que todos los días, los alumnos realicen ejercicios físicos por 30 minutos diarios durante su estancia escolar.

Pero el plan contra la chatarra tiene que ir más allá. Es cierto que es responsabilidad de las familias educar en todos los ámbitos a los pequeños, incluso en el terreno de la nutrición, aún cuando no se tenga ni acceso a educación, ni a un empleo. Pero hay un elemento esencial y nocivo que tiene que ser tomado en cuenta al momento de echar a andar cualquier estrategia para abatir los índices de obesidad entre la población, sobre todo en las regiones urbanas. La caja reproductora de estilos de vida y formas de consumo, tiene mucho que ver en la obesidad de los mexicanos. La forma de publicitar un producto en la televisión, impacta severamente en las formas de consumo.

Miles de mexicanos --hombres y mujeres de todas las edades--, se exponen todos los días a más de 30 minutos de programación televisiva en la que se tiene que consumir forzosamente publicidad dirigida al consumo irracional.
En el rubro de lo que se puede ingerir hay de todo. Desde las golosinas que se promocionan exquisitas hasta las pastillas o tés que prometen perder kilos corporales como por arte de magia.

La programación que promueva o provoque una sana alimentación, está demasiado olvidada. La hay sí, pero no compite de ninguna manera con la publicidad engañosa.

Debería de existir una verdadera campaña para advertir que hasta ahora, no existe ningún producto “milagroso” que logre combatir al sobrepeso. Publicitar que sí existe, viola el derecho a la información.

La economía de mercado que se mueve en base a estilizar la figura más que a promover la salud, es realmente importante y seguramente no ve con muy buenos ojos que su futuro y potencial mercado pueda desaparecer sustancialmente.

¿Qué sería de las múltiples empresas y clínicas que venden paquetes adelgazantes y en donde además de ofrecer sus productos maravilla, exigen someterse a un plan alimenticio?

¿Quiénes están detrás de toda esta industria de los productos “milagro” que ofrecen reducir kilos y medidas en horas o días?

Contra la obesidad antes que limitar hay que dar… pero educación de calidad y empleo remunerado con justicia económica.

Atacar sin estrategia, es igual a rendirse.

Acta Divina… La reforma aprobada por los diputados esta semana, tiene que ver con los artículos 65 y 66 de la Ley General de Salud, y busca en su conjunto fortalecer los programas de educación y de nutrición para promover hábitos de alimentación sanos, y para llevar a cabo actividades cuyo fin sea prevenir, tratar de modo adecuado y controlar la obesidad en el país.


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