Comunes, arrestos “con fanfarrias” en casos que luego se caen, como el de alcaldes michoacanos, indicó.
La Jornada
El sistema judicial mexicano exhibe su ineficiencia en la lucha contra el crimen organizado al arrestar “con fanfarrias” a sospechosos en casos que luego se caen, señaló este lunes en un reportaje el diario de Washington Post.
"Es común en México que los sospechosos por drogas sean arrestados con fanfarrias y que sus casos criminales se caigan más adelante", señala un texto en portada del periódico impreso firmado por William Booth.
El periodista refiere en específico el caso de los 10 alcaldes arrestados en Michoacán a mediados del año pasado por presuntos nexos con el narcotráfico, nueve de los cuales han sido liberados uno a uno y de manera “discreta” al no comprobarse los cargos.
El último fue liberado el viernes pasado tras 11 meses en prisión. La mayoría pudo reintegrarse a sus labores públicas, pero fueron sometidos a largos interrogatorios diarios, al aislamiento y se les prohibía ver a sus familiares e incluso a abogados, narraron en entrevista.
Cuando los alcaldes fueron arrestados mucha gente pensó “¡al fin!”, refirió un maestro del ITAM citado por el Post y añadió: “Es una muestra de que el gobierno no es capaz de realizar una investigación sustentada y armar un caso fuerte o que los arrestos tuvieron una motivación política”.
El gobierno de Felipe Calderón, acota el texto del diario, “no ha arrestado a ningún político en otros estados”, sólo en Michoacán, gobernado por el opositor PRD.
En la lucha antinarco, el gobierno federal ha sacado al Ejército y la Marina a las calles y ha disminuido los poderes de las policías locales, quitándole incluso sus armas, ante sospechosas de corrupción y de estar coludidas con el crimen organizado.
José Cortés Ramos, alcalde de Aquila, uno de los ediles detenidos y liberado tras un mes en prisión, cuestionó, según el Post, cómo es posible que la policía local pueda ofrecer protección a la ciudadanía si no está armada.
La Jornada
El sistema judicial mexicano exhibe su ineficiencia en la lucha contra el crimen organizado al arrestar “con fanfarrias” a sospechosos en casos que luego se caen, señaló este lunes en un reportaje el diario de Washington Post.
"Es común en México que los sospechosos por drogas sean arrestados con fanfarrias y que sus casos criminales se caigan más adelante", señala un texto en portada del periódico impreso firmado por William Booth.
El periodista refiere en específico el caso de los 10 alcaldes arrestados en Michoacán a mediados del año pasado por presuntos nexos con el narcotráfico, nueve de los cuales han sido liberados uno a uno y de manera “discreta” al no comprobarse los cargos.
El último fue liberado el viernes pasado tras 11 meses en prisión. La mayoría pudo reintegrarse a sus labores públicas, pero fueron sometidos a largos interrogatorios diarios, al aislamiento y se les prohibía ver a sus familiares e incluso a abogados, narraron en entrevista.
Cuando los alcaldes fueron arrestados mucha gente pensó “¡al fin!”, refirió un maestro del ITAM citado por el Post y añadió: “Es una muestra de que el gobierno no es capaz de realizar una investigación sustentada y armar un caso fuerte o que los arrestos tuvieron una motivación política”.
El gobierno de Felipe Calderón, acota el texto del diario, “no ha arrestado a ningún político en otros estados”, sólo en Michoacán, gobernado por el opositor PRD.
En la lucha antinarco, el gobierno federal ha sacado al Ejército y la Marina a las calles y ha disminuido los poderes de las policías locales, quitándole incluso sus armas, ante sospechosas de corrupción y de estar coludidas con el crimen organizado.
José Cortés Ramos, alcalde de Aquila, uno de los ediles detenidos y liberado tras un mes en prisión, cuestionó, según el Post, cómo es posible que la policía local pueda ofrecer protección a la ciudadanía si no está armada.
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