Tres horas de guatepe

Teodoro Rentería Arróyave

Mientras en todos los foros y en todos los ámbitos, inclusive extranjeros, se discute la ya de por sí descalificada guerra decretada por el presidente Felipe Calderón Hinojosa y las cifras de muertos han caído en un tobogán de contradicciones, el jefe del Ejecutivo se da tres horas de su “valioso” tiempo para festejar a su detractor, el cantautor José Sabina.

Por cierto los medios y las organizaciones independientes llevan una contabilidad de poco màs de 19 mil muertos a consecuencia de esa guerra calificada de absurda y ahora se filtra en el Senado de la Repùblica, después de la reunión con el Gabinete de Seguridad, un informe calificado de oficial en el que se asegura que son hasta marzo pasado 22,700 las víctimas mortales.

Oportunidad que aprovechó Calderón Hinojosa en una reunión con industriales del turismo para minimizar esa horrenda danza macabra de números, al explicar que el 90 por ciento de las víctimas se producen dentro de las filas de las propias bandas de delincuentes.

Y siguió: un poco más de 5 por ciento fueron policías y soldados “caídos en el cumplimiento de su deber” y “los menos son los civiles inocentes”. Desde luego no se refirió a los periodistas asesinados en lo que va de su periodo y que suman 39, uno cada mes, como lo publicó en su columna en El Universal, el colega, Félix Fuentes Medina.

El caso es que recién desempacado, el cantautor español José Sabina, en pleno concierto en el Auditorio Nacional se aventó una declaración que algunos califican de intromisión en los asuntos internos de México; palabras más palabras menos, dijo que el presidente Calderón Hinojosa pecaba de inocente por considerar que le iba ganar la guerra al narcotráfico.

El artista, como muchos en México y en el mundo consideran que no es la forma correcta de enfrentar al crimen organizado que ha costado tantas vidas de mexicanos, así de mexicanos, sin entrar en particularidades, ya que se debe de tomar en cuenta que muchos de los hoy asesinados se metieron a las filas del narco por la falta de oportunidades que les ha negado el actual sistema de gobierno impuesto desde hace tres décadas.

“El ingenuo era yo”, afirmó sarcástico el cantautor español Joaquín Sabina al salir de la comida que le ofreció con mariachis y tequila el presidente Felipe Calderón Hinojosa en la Residencia Oficial de Los Pinos.

Sabina, a pesar del ágape, no se retracto de sus palabras y las sostuvo ante el primer mandatario, según aclaró y avaló el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, uno de los invitados al guateque.

Si no fuera porque estamos en el actual drama de México, era probable que se aceptara la comilona en Los Pinos de tres horas y así les dieron la una, la dos y las tres horas de tequila y mariachis.

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