Toranzo, un Gobernador atípico

Martha Anaya / Crónica de Política

El gobernador de San Luis Potosí, Fernando Toranzo, tomaba café tranquilamente bajo los arcos de la alameda oaxaqueña. Había sido el único gobernador puntual –la cita para desayunar era a la diez de la mañana—y aguardaba junto con dos amigos el arribo de sus homólogos en Veracruz, Durango, Campeche, Sinaloa, Puebla y al propio anfitrión de Oaxaca.

El tema de la mesa donde departía este hombre que llegó al poder bajo las siglas del PRI, era la inseguridad, la cantidad de ejecutados que aparecían por aquí y por allá, los muertos “colaterales” –niños y jóvenes en Monterrey, Nuevo Laredo, Ciudad Juárez—a manos de militares y la defensa que de ellos hacía el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.

Me uní al grupo y le pregunté: ¿Está usted de acuerdo con la participación del Ejército en esa lucha contra el narcotráfico?

Toranzo movió la cabeza de un lado al otro. Cirujano de profesión, con una formación más cercana al humanismo que al pragmatismo de corto plazo, prefería –nos diría—una estrategia en la que “caminemos juntos” sociedad y gobierno. Se trata de formar a las nuevas generaciones para que vean en las conductas lícitas, en la honestidad y en la responsabilidad compartida, las formas más dignas y decorosas de crecer como personas y como sociedad.

-Toma mucho tiempo-, indiqué.

-Sí –reconoció Toranzo–, pero sus resultados son más profundos y perdurables. La inseguridad debemos enfrentarla con inteligencia, serenidad, responsabilidad.

-En su estado (San Luis Potosí) no hay mucho problema ¿verdad?

-No te creas, sí lo hay. Aunque si lo comparamos con otros estados no es tan grave la situación… A mí ya me tocaron un par de balaceras. En mis vacaciones fui a Tampico (Tamaulipas) y tuvimos que desviarnos en dos ocasiones por los tiroteos que había.

-Entonces, qué le molesta o inquieta de la participación de los militares.

-Yo creo en ensanchar las libertades, no en restringirlas. Y a como van las cosas, nos estamos encaminando apresuradamente a toques de queda, fujimorazos o estados de excepción.

-Bueno, ahora hasta el propio PRI está a favor de la reelección (legislativa)-, lancé.

El gobernador potosino no dudó en contestar:

-Yo estoy en contra. Eso ya lo vivimos, sólo sirve para crear más caciques y que se eternicen en el poder. Eso lo proponen algunos porque quieren perpetuarse…, en todo caso, que amplíen el periodo. Pero yo no comparto esa propuesta… Además, acuérdate que fue en San Luis Potosí donde Francisco I Madero lanzó su Plan con que dio arranque la Revolución.

En eso estábamos cuando comenzaron a llegar otros gobernadores y buen grupo de políticos tricolores. Fernando Toranzo pasó entonces a saludar y a ocupar su lugar en la larga mesa dispuesta para ellos.

Dos días después –ayer martes–, el potosino echaría a andar en su tierra su estrategia civil contra la inseguridad.

Es, sin duda –y afortunadamente, agregaría–, un gobernador atípico.

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