Álvaro Cepeda Neri
Mientras en la entidad mexiquense estalló el caso de la niña que, al parecer quieren hacerlo pasar como “suicidio”, el gobernador con aspiraciones presidenciales Enrique Peña Nieto se fue por tercera vez a Colombia, acompañado de su novia, amante y prometida (integrante del “canal de las estrellas”) para asistir al Foro Económico Mundial Latinoamericano. Fue a darle lectura a una ponencia que le hicieron sus asesores, sobre cómo “transformar América Latina (y) por encima de la coyuntura económica por la que atravesamos, construir un desarrollo sostenido y sustentable”, mientras en el Estado de México hay un subdesarrollo sostenido y sustentable.
El presidente colombiano Álvaro Uribe, presidió la reunión (y está impedido para un tercer ejercicio, pues es tan dictador como su enemigo Hugo Chávez) y sentó a su lado derecho a Peña Nieto, haciéndolo presidenciable, como son los ensueños de don Enrique (y su copete para aparentar, como ilusión óptica, más altura física, que no altura de miras); quien se ha creado una imagen a través de comerciales, entrevistas y publicidad en todo tipo de medios de comunicación (pagando bastante dinero porque periódicos y revistas se deshagan de periodistas que lo critican), y nada le importó que el procurador que puso al frente del Ministerio Público mexiquense, haya convertido la muerte de una niña en galimatías para encubrir el homicidio.
Peña Nieto tiene interés en ser “reconocido” fuera del país, para imponerse como candidato (tal vez hasta del PAN o del PRD sus actuales impugnadores) a la presidencia de los Estados Unidos Mexicanos. Sólo que la buena fortuna que necesita todo político, en términos del análisis del gran florentino Nicolás Maquiavelo (la mayoría confunde el calificativo maquavelismo como algo perverso y no lo es), hace rato que ya no acompaña al desgobernador y cuyo catálogo de gravísimos errores, omisiones e intencionales actos han mostrado al mal gobernante que es y obstruyen su marcha en su despropósito.
Que ande del brazo y por las calles de Cartagena de Indias, en Colombia, muy “manito” del señor Uribe, lo presenta como irresponsable y en su encaprichada ambición sin sustento político. Y en el PRI, mientras se quita de encima sus rémoras (Ulises de Oaxaca; Fidel de Veracruz y otros que lo desprestigian y va que vuela a triunfar en 2012 por el descrédito del PAN y del PRD), ya Peña Nieto no tiene ninguna posibilidad tras sus tratos perversos con los panistas, en tanto se ha caído Beatriz Paredes, que aspiraba y apoya a Peña Nieto. Y otro aspirante: Robinson-Bours, está a punto de ser llevado a juicio político y penal. Peña Nieto supone que ya tiene la candidatura presidencial, pero la complicidad con su tío Montiel, la matanza de Atenco, sus descuidos que causaron inundaciones y la tremenda corrupción, lo hacen un desgobernador que en lugar de la candidatura presidencial, lo más a lo que puede aspirar es a su boda con “La gaviota” para que juntos emprendan el vuelo a la derrota política.
Mientras en la entidad mexiquense estalló el caso de la niña que, al parecer quieren hacerlo pasar como “suicidio”, el gobernador con aspiraciones presidenciales Enrique Peña Nieto se fue por tercera vez a Colombia, acompañado de su novia, amante y prometida (integrante del “canal de las estrellas”) para asistir al Foro Económico Mundial Latinoamericano. Fue a darle lectura a una ponencia que le hicieron sus asesores, sobre cómo “transformar América Latina (y) por encima de la coyuntura económica por la que atravesamos, construir un desarrollo sostenido y sustentable”, mientras en el Estado de México hay un subdesarrollo sostenido y sustentable.
El presidente colombiano Álvaro Uribe, presidió la reunión (y está impedido para un tercer ejercicio, pues es tan dictador como su enemigo Hugo Chávez) y sentó a su lado derecho a Peña Nieto, haciéndolo presidenciable, como son los ensueños de don Enrique (y su copete para aparentar, como ilusión óptica, más altura física, que no altura de miras); quien se ha creado una imagen a través de comerciales, entrevistas y publicidad en todo tipo de medios de comunicación (pagando bastante dinero porque periódicos y revistas se deshagan de periodistas que lo critican), y nada le importó que el procurador que puso al frente del Ministerio Público mexiquense, haya convertido la muerte de una niña en galimatías para encubrir el homicidio.
Peña Nieto tiene interés en ser “reconocido” fuera del país, para imponerse como candidato (tal vez hasta del PAN o del PRD sus actuales impugnadores) a la presidencia de los Estados Unidos Mexicanos. Sólo que la buena fortuna que necesita todo político, en términos del análisis del gran florentino Nicolás Maquiavelo (la mayoría confunde el calificativo maquavelismo como algo perverso y no lo es), hace rato que ya no acompaña al desgobernador y cuyo catálogo de gravísimos errores, omisiones e intencionales actos han mostrado al mal gobernante que es y obstruyen su marcha en su despropósito.
Que ande del brazo y por las calles de Cartagena de Indias, en Colombia, muy “manito” del señor Uribe, lo presenta como irresponsable y en su encaprichada ambición sin sustento político. Y en el PRI, mientras se quita de encima sus rémoras (Ulises de Oaxaca; Fidel de Veracruz y otros que lo desprestigian y va que vuela a triunfar en 2012 por el descrédito del PAN y del PRD), ya Peña Nieto no tiene ninguna posibilidad tras sus tratos perversos con los panistas, en tanto se ha caído Beatriz Paredes, que aspiraba y apoya a Peña Nieto. Y otro aspirante: Robinson-Bours, está a punto de ser llevado a juicio político y penal. Peña Nieto supone que ya tiene la candidatura presidencial, pero la complicidad con su tío Montiel, la matanza de Atenco, sus descuidos que causaron inundaciones y la tremenda corrupción, lo hacen un desgobernador que en lugar de la candidatura presidencial, lo más a lo que puede aspirar es a su boda con “La gaviota” para que juntos emprendan el vuelo a la derrota política.
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