Beatriz Pereyra / Proceso
TV Azteca se rindió ante Televisa, resume José Ramón Fernández, quien durante tres décadas fue cabeza del área deportiva de la televisora del Ajusco. Dice más: Televisa es dueña de la Selección nacional, de equipos de futbol y, lo que resulta muy peligroso, de casas de apuestas. Alejado de la televisión abierta, empujando proyectos en la cadena estadunidense ESPN, el comentarista habla de poner fin “al duopolio” de las televisoras, considera que los deportes en TV Azteca “se fueron al caño” y lamenta que el técnico nacional Javier Aguirre “esté secuestrado” por la empresa de Emilio Azcárraga
El Mundial de Alemania 2006 no pudo ser mejor para Televisión Azteca: invirtió 34 millones de dólares –18 millones en el pago de derechos de transmisión, que se dividió con Televisa y SKY, y 16 millones en gastos de producción– que le generaron ganancias por 55 millones de dólares.
Cuatro años después, quien durante más de tres décadas fue el líder de deportes en la televisora, José Ramón Fernández, augura una estrepitosa caída en la audiencia y en las ventas por la sencilla razón de que el “gancho comercial” llamado Los Protagonistas es otro producto, ya sin calidad, mancillado por comentaristas deportivos “bufones” y porque TV Azteca está rendida ante la otrora rival, Televisa.
A diferencia de otros Mundiales, en Sudáfrica 2010 José Ramón no tendrá un kilométrico y espectacular estudio dentro del Centro Internacional de Prensa, el famoso IBC. Junto con el equipo de la cadena internacional ESPN transmitirá desde la Plaza Mandela. A la distancia, lamenta cómo los deportes en Televisión Azteca “se fueron al caño” y, de lejos, ve cómo Televisa “se ríe”.
–Sudáfrica será el primer Mundial en el que usted no estará en Televisión Azteca. ¿Cuál es su pronóstico?
–Para la empresa, mientras tengas números negros estará bien porque los juegos serán en horas no comerciales: de madrugada, en la mañana o a mediodía, y no afectarán la programación de triple A. El resumen de la noche es lo único que está en horario prime time, es decir Los Protagonistas, que era el programa que realmente generaba los ingresos durante la Copa del Mundo.
“Cuando nació, en México 86, aunque aún éramos del gobierno, fuimos muy superiores a Televisa. Lo mismo en el 90, aunque nos vetaron; igual en el 98. Tal vez ellos nos ganaban en los partidos porque gritan más o dicen más tonterías, pero desde 86 los anunciantes se fijaron, más que en los ratings, en la credibilidad de quienes hacíamos Los Protagonistas, porque el programa era familiar, con buenos comentaristas y analistas y la presencia de Andrés Bustamante.
“Los clientes no pensaban si Televisa tenía un punto más o uno menos; el gancho era Los Protagonistas. El mundial dura un mes, pero hay días sin partidos. Entonces necesitas resúmenes más sólidos, con más entrevistas y mejores comentarios.
“Hoy Televisa y Azteca se copian, hacen los mismos resúmenes. A Televisa les sale un poco mejor porque tiene más dinero y a la Selección nacional la tiene secuestrada. Azteca deportes no existe, es un apéndice de noticias. Me imagino que las ventas no andan bien y no se sabe ni cuánta gente llevará y si hará todo desde Sudáfrica, porque si hoy se ahorra dinero y no manda comentaristas a narrar ni a Chiapas o a Ciudad Juárez, lo hace desde su estudio. En el mundial muchos partidos los harán desde el estudio, y el resumen del día será su parte importante.
“Lamentablemente le seguirán llamando Los Protagonistas. Por honradez, por misericordia, deberían quitarle ese nombre. El nombre fue un éxito, vendía, pero creo que ya no, la gente es otra. Tengo a un amigo ahí, Luis García, le deseo suerte, pero esto es un problema de los ejecutivos de Azteca, que son muy malos.”
Bufones para narrar
Se le pregunta a José Ramón si Ricardo Salinas es ajeno a ello o no le importa la calidad de la información deportiva que transmite su empresa televisiva.
“Salinas está enteradísimo de todo, más del dinero. Cuando hacíamos un evento grande nos pedía que saliéramos con los de comercialización a venderlo. Nos reuníamos con los grandes empresarios y lográbamos ventas históricas. Los Protagonistas es un producto poco vendible ahora. La última decepción que tuve en Azteca fue cuando Mario San Román (el director general) me dijo que necesitábamos comentaristas bufones. Me quedé helado.
“Me explicó que Televisa había hecho un sondeo que decía que El Perro Bermúdez era el que marcaba más alto porque hace más chistes y bufonadas. Dije: ‘¿Cómo un bufón?, eso no va con nosotros, sólo que ponga a Ponchito (personaje de Andrés Bustamante) a narrar’.
“En esa junta estaba Salinas Pliego, y San Román me dijo: ‘No, alguien que tenga frases como las que dicen ahora, las tonterías, a la gente le gusta eso; aunque México no gane quieren ver como si ganara’. Yo le decía: ‘¿Cómo puedo decir que está jugando bien si lo hace mal?’. ‘No importa, tu dilo’. Eso me hizo sufrir, me desesperó. Terminé con divertículos, operado. Después de que salí, aparecieron los comentaristas bufones.”
–Si ya no hay calidad y la programación la hacen bufones, ¿las empresas seguirán anunciándose?
–El cliente es inteligente y no le apuesta a lo que sea, cuida el dinero, busca nichos donde su producto se vea que son los resúmenes, los partidos de México, la inauguración, pero no la final, porque no está México. En este caso va a vender mucho más Televisa, a pesar de que tampoco tiene calidad, porque antes tenía un rival de alta calidad al que enfrentar y que le ganaba. Doblamos muchas veces al monstruo, y ahora Televisa se ríe porque no tiene competencia. Ellos van tranquilos.
“Televisa maneja todos los hilos de la transmisión. Si hay tres unilaterales (cámaras fijas colocadas en un estadio de futbol), Televisa siempre tiene dos y Azteca una. Se ponen de acuerdo en tantas cosas que no existe la competencia directa, fuerte, como con nosotros que éramos profesionales y había un odio especial a la empresa de enfrente porque nos mancillaba, nos vetaba. Entonces luchábamos con ideas, no gastábamos a lo desesperado.
“Ellos creen que gastamos más que ellos, jamás fue así. Bueno, al Mundial de Alemania fueron muchas personas que no tenían nada a que ir, pero se colgaban de los viajes y hacían fiestas para los patrocinadores, para los mexicanos, y borracheras espectaculares donde jugaba la Selección.”
–Después de haber sido el líder de los deportes durante más de 30 años, ¿cómo se siente al ver el producto que hoy ofrece TV Azteca?
–La información deportiva en Azteca tiene un nivel muy bajo. La dirección de deportes ya no existe, el compromiso tampoco. Antes había que batirse en serio contra Televisa, que siempre quería más metros de estudio o quería hacer lo mismo que nosotros.
–¿Por qué no se respeta la información deportiva en TV Azteca?
– Porque los deportes los cuidaba yo, no Ricardo Salinas. Yo pedía los presupuestos, ayudaba a vender para que la empresa ganara, difícilmente en Olímpicos o un Mundial perdí dinero. Ahora el pastel está bien repartido. Televisa lleva las de ganar porque, además, sólo en México arranca el Mundial un año antes. Acabo de regresar de Europa y en España, Italia, Francia todavía no se habla del Mundial, están metidos en sus ligas, por ahí se cuela un anuncio, la Champions termina el 22 de mayo, tendrán siete días de vacaciones y luego el Mundial. Aquí la Selección estará 60 días concentrada.
La salida del canal del Ajusco
Si era tan rentable, ¿por qué se deshicieron de usted? –se le pregunta a José Ramón.
–En un Mundial hay tal presión de tanta gente que se mete y opina. Me presionaban mucho para saber a quién llevaría, porque Televisa lo quería saber. Yo lo escondía o mentía hasta donde podía. A los de enfrente les molestaba perder con José Ramón y su grupo. Lo fueron desbaratando hasta que llegaron a un acuerdo y dijeron: “No más, se acabó”. Yo dije: “Pues adiós, ahí nos vemos”.
–¿Confirma que TV Azteca y Televisa negociaron su salida?
–No creo que la negociaran. En Azteca ya tenía demasiados enemigos internos. Uno cree que están afuera, pero están dentro. Hay ejecutivos que no me querían porque yo era el único ejecutivo que salía en televisión. Yo daba la cara, criticaba, me vetaban, me regañaban y ahí seguía, y luchaba para que en el futbol mexicano se hicieran mejor las cosas. Narré fracaso tras fracaso de la Selección nacional. Luego dijeron: “Ya se fue José Ramón, borremos todo lo que fue él. No existe, hagamos como si no hubiera existido”.
A Televisa le gusta competir, pero sólo si gana. Vivimos un duopolio, lo saben los diputados y senadores, el presidente de la República, y ahí siguen. Tiene que pasar algo, ya; que haya más canales, que se pulverice el futbol. En España una televisora tiene el Mundial y lo comparte, pero otras tienen la Champions, otras la liga, otras la Eurocopa. Se van repartiendo, y aquí siempre es la misma.
“Nunca pude conocer a Eriksson. Javier Aguirre ha cambiado, ni siquiera habla con nosotros. No contesta su teléfono, quedé como el malo. Te hacen ver como el malo, el que no quiere a México. Claro que lo quiero, pero más allá del futbol. La patria no está en 11 pares de botas.”
–¿Quedó marcado como un comentarista negativo con el que no conviene hablar?
–Sí y todo lo que me rodea. Me da tristeza saber que hay partidos del Mundial que yo narré o Juegos Olímpicos a los que ahora les ponen una voz encima; ni siquiera mi voz es respetada. Mira, en la Copa Confederaciones 2005 tenía en exclusiva la nota de los jugadores dopados (Salvador Carmona y Aarón Galindo) y me dijeron (Mario San Román) “por ningún motivo la pasas”.
“Se la tuve que dar al Reforma y a una estación de radio. Otro ejemplo: invité a Javier Aguirre a narrar. Le hice un contrato para algunos partidos de México en Juegos Olímpicos, Confederaciones y el Mundial por 150 mil dólares. Televisa se enojó porque él estuvo con nosotros en la transmisión del partido México-Brasil; además (el consorcio de avenida Chapultepec) no pudo llevar a un comentarista de ese nivel porque Hugo Sánchez estaba ocupado. Entonces dijeron: ‘No va por Azteca’.
“Por más que le rogué a la empresa que lo dejaran, mutilaron toda la transmisión y cada vez que Aguirre hablaba le ponían otra voz encima. Fue terrible para mí, fue un golpe. Y dije: ‘¿A dónde hemos llegado?’. Yo tenía que ir a las juntas con Televisa para que no nos perjudicaran (en la transmisión de los partidos), porque Azteca mandaba a cada baboso que no sabía nada. Entonces yo peleaba con Televisa, por eso me duele lo que pasa ahora.”
–Entonces, ¿su salida fue decisión sólo de Salinas Pliego?
–De él, pero por temor a que Televisa se fuera a enojar. Televisa es dueña de la Selección nacional, del entrenador, de los jugadores, de equipos de futbol, de las casas de apuestas que el gobierno les dio. En Italia, Alemania y Croacia ha habido escándalos por las apuestas, es muy peligroso. Se presta a todo que seas dueño de equipos de futbol que están en una bolsa de apuestas. Televisa es una empresa muy poderosa y Azteca se rindió ante ella.
“Ya estoy lejos de esas cosas que sacan de quicio. Estoy de acuerdo en que hay que arreglar a lo mejor el precio (de los derechos del Mundial, que para Sudáfrica costaron alrededor de 100 millones de dólares) para presionar a la FIFA; decirle ‘cobras mucho’, pero hasta ahí. No los contenidos, no la línea editorial –que hoy es ‘Ponte la verde, estamos en Sudáfrica’–, con la misma música, los mismos animales, los anuncios de pésima calidad, sin muchos líderes de opinión deportivos, sólo comentaristas que gritan y piensan que por eso son los mejores.”
“El Vasco” Aguirre
La reportera le pregunta al excomentarista de TV Azteca sobre su vieja relación con Javier El Vasco Aguirre, quien ahora ya ni le toma las llamadas.
José Ramón relata: “Cuando supe que venía, le hablé. Le dejé un mensaje diciéndole: ‘Estoy a tu disposición’. Sabía que iba a ser muy difícil, igual fue con Eriksson. Quería hablar con él de sus éxitos en Italia, de la selección inglesa, del futbol inglés, de los mexicanos allá; es uno de los mejores técnicos del mundo y aquí lo trataron muy mal.
“A Aguirre lo conozco, conocí a sus padres. Sin embargo lo secuestran, lo atrapan y le dicen: ‘Con esta empresa nada, con ésta sí”. Da conferencias de prensa, pero un tú a tú, por nada del mundo. Yo lo he criticado duramente por lo que dijo en España, por lo que dice ahora. Ha sido incoherente, ha caído en diferentes discursos.
“En principio despreció el futbol de México, no quería venir. ¡Ah!, pero no se lo puedes decir. Eso sí, le dio una patada a un panameño y tuvo que tomar el teléfono y que López Dóriga le pusiera una regañada. Me parece increíble para un tipo como El Vasco, él debería haberle dicho: ‘Vaya usted al carajo’, y colgarle. Pero como sabe que tiene un contrato y que de ahí sale el dinero, pues se queda callado.”
–Le toca en otra empresa sufrir los embates del duopolio, desde que les nieguen imágenes del futbol mexicano hasta no tener las ventajas de quienes pagan los derechos de la Selección. ¿Cómo recibe esos golpes?
–Me siento mal, impotente. Que el presidente Calderón haga algo, si ya se está haciendo la ley antimonopolios, que de verdad se acabe el duopolio. No puedes ser dueño de todo, de SKY, de canales, de la Selección nacional; tener exclusivas, manipular todo a tu favor, marginar, decir “tú no eres nadie”. Cada vez que hay Mundial es lo mismo: inflar a la Selección para que parezca espectacular, el cliente caiga y gaste dinero.
–Se deshicieron de casi todos los que trabajaron con usted.
–Tendrán que explotar su talento en otro lado. Tuve buena relación con Ricardo Salinas, pero cuando la gente tiene tantos millones de pesos cambia: al país lo ve diferente. ¡Vaya!, ni lo pisa. (Él) llega en helicóptero; vive en un mundo diferente, irreal. Estoy de acuerdo en que lo vivan ellos, pero los que están junto son unos simples servidores del gran millonario y se manejan como si fueran ellos.
“Soy un tipo difícil, controvertido. Dije cosas que no les gustan, pero cuando viene Televisa y te dice: ‘Te voy a dar el producto Selección nacional y la vamos a dividir. Tú vas a pagar tanto, pero yo voy a mandar’. Entonces, ¿para qué estamos ahí?, ¿para copiar lo que ellos hagan?”
–¿Ricardo Salinas ya no es su amigo?
–Yo lo sigo considerando, pero desde que salí no nos hemos visto. Conmigo se portó muy bien, fuera de la empresa era una excelente persona. Nos queríamos, decía que yo era su hermano mayor.
–Su amigo permitió que destruyeran los deportes en TV Azteca.
–Lamentablemente se fueron el caño. Ignoro por qué, si fue decisión de él o de alguien de abajo. Es una pena. Yo ya existía cuando llegaron ellos (cuando se privatizó Imevisión). Debíamos todo: el futbol o la Fórmula Uno la pagábamos tres años después, pero teníamos los derechos de Chivas, Tigres, Pumas, Monterrey, la NBA, la NFL.
“No éramos un desastre, ya habían nacido Los Protagonistas, habíamos hechos Mundiales y Juegos Olímpicos formidables. Éramos un grupo sólido, con talento. Después de que en Sydney masacramos a Televisa, ignoro por qué pero me nombraron director de Noticias. Me imagino que fue para sacarme de los deportes.
“Eso molestó a mucha gente, al que es hoy director de noticias (Ignacio Suárez), a quien yo, tal vez me excedí, llamé hijastro del padre Maciel porque prohibía que se hablara de ese tema (la pederastia y los Legionarios de Cristo en los noticiarios). En la mente de Televisa estaba quitar al equipo de José Ramón. Lo fueron despedazando, hasta que me fui. Todo fue borrado, pero no pasa nada. El mundo sigue, que Dios los bendiga.”
TV Azteca se rindió ante Televisa, resume José Ramón Fernández, quien durante tres décadas fue cabeza del área deportiva de la televisora del Ajusco. Dice más: Televisa es dueña de la Selección nacional, de equipos de futbol y, lo que resulta muy peligroso, de casas de apuestas. Alejado de la televisión abierta, empujando proyectos en la cadena estadunidense ESPN, el comentarista habla de poner fin “al duopolio” de las televisoras, considera que los deportes en TV Azteca “se fueron al caño” y lamenta que el técnico nacional Javier Aguirre “esté secuestrado” por la empresa de Emilio Azcárraga
El Mundial de Alemania 2006 no pudo ser mejor para Televisión Azteca: invirtió 34 millones de dólares –18 millones en el pago de derechos de transmisión, que se dividió con Televisa y SKY, y 16 millones en gastos de producción– que le generaron ganancias por 55 millones de dólares.
Cuatro años después, quien durante más de tres décadas fue el líder de deportes en la televisora, José Ramón Fernández, augura una estrepitosa caída en la audiencia y en las ventas por la sencilla razón de que el “gancho comercial” llamado Los Protagonistas es otro producto, ya sin calidad, mancillado por comentaristas deportivos “bufones” y porque TV Azteca está rendida ante la otrora rival, Televisa.
A diferencia de otros Mundiales, en Sudáfrica 2010 José Ramón no tendrá un kilométrico y espectacular estudio dentro del Centro Internacional de Prensa, el famoso IBC. Junto con el equipo de la cadena internacional ESPN transmitirá desde la Plaza Mandela. A la distancia, lamenta cómo los deportes en Televisión Azteca “se fueron al caño” y, de lejos, ve cómo Televisa “se ríe”.
–Sudáfrica será el primer Mundial en el que usted no estará en Televisión Azteca. ¿Cuál es su pronóstico?
–Para la empresa, mientras tengas números negros estará bien porque los juegos serán en horas no comerciales: de madrugada, en la mañana o a mediodía, y no afectarán la programación de triple A. El resumen de la noche es lo único que está en horario prime time, es decir Los Protagonistas, que era el programa que realmente generaba los ingresos durante la Copa del Mundo.
“Cuando nació, en México 86, aunque aún éramos del gobierno, fuimos muy superiores a Televisa. Lo mismo en el 90, aunque nos vetaron; igual en el 98. Tal vez ellos nos ganaban en los partidos porque gritan más o dicen más tonterías, pero desde 86 los anunciantes se fijaron, más que en los ratings, en la credibilidad de quienes hacíamos Los Protagonistas, porque el programa era familiar, con buenos comentaristas y analistas y la presencia de Andrés Bustamante.
“Los clientes no pensaban si Televisa tenía un punto más o uno menos; el gancho era Los Protagonistas. El mundial dura un mes, pero hay días sin partidos. Entonces necesitas resúmenes más sólidos, con más entrevistas y mejores comentarios.
“Hoy Televisa y Azteca se copian, hacen los mismos resúmenes. A Televisa les sale un poco mejor porque tiene más dinero y a la Selección nacional la tiene secuestrada. Azteca deportes no existe, es un apéndice de noticias. Me imagino que las ventas no andan bien y no se sabe ni cuánta gente llevará y si hará todo desde Sudáfrica, porque si hoy se ahorra dinero y no manda comentaristas a narrar ni a Chiapas o a Ciudad Juárez, lo hace desde su estudio. En el mundial muchos partidos los harán desde el estudio, y el resumen del día será su parte importante.
“Lamentablemente le seguirán llamando Los Protagonistas. Por honradez, por misericordia, deberían quitarle ese nombre. El nombre fue un éxito, vendía, pero creo que ya no, la gente es otra. Tengo a un amigo ahí, Luis García, le deseo suerte, pero esto es un problema de los ejecutivos de Azteca, que son muy malos.”
Bufones para narrar
Se le pregunta a José Ramón si Ricardo Salinas es ajeno a ello o no le importa la calidad de la información deportiva que transmite su empresa televisiva.
“Salinas está enteradísimo de todo, más del dinero. Cuando hacíamos un evento grande nos pedía que saliéramos con los de comercialización a venderlo. Nos reuníamos con los grandes empresarios y lográbamos ventas históricas. Los Protagonistas es un producto poco vendible ahora. La última decepción que tuve en Azteca fue cuando Mario San Román (el director general) me dijo que necesitábamos comentaristas bufones. Me quedé helado.
“Me explicó que Televisa había hecho un sondeo que decía que El Perro Bermúdez era el que marcaba más alto porque hace más chistes y bufonadas. Dije: ‘¿Cómo un bufón?, eso no va con nosotros, sólo que ponga a Ponchito (personaje de Andrés Bustamante) a narrar’.
“En esa junta estaba Salinas Pliego, y San Román me dijo: ‘No, alguien que tenga frases como las que dicen ahora, las tonterías, a la gente le gusta eso; aunque México no gane quieren ver como si ganara’. Yo le decía: ‘¿Cómo puedo decir que está jugando bien si lo hace mal?’. ‘No importa, tu dilo’. Eso me hizo sufrir, me desesperó. Terminé con divertículos, operado. Después de que salí, aparecieron los comentaristas bufones.”
–Si ya no hay calidad y la programación la hacen bufones, ¿las empresas seguirán anunciándose?
–El cliente es inteligente y no le apuesta a lo que sea, cuida el dinero, busca nichos donde su producto se vea que son los resúmenes, los partidos de México, la inauguración, pero no la final, porque no está México. En este caso va a vender mucho más Televisa, a pesar de que tampoco tiene calidad, porque antes tenía un rival de alta calidad al que enfrentar y que le ganaba. Doblamos muchas veces al monstruo, y ahora Televisa se ríe porque no tiene competencia. Ellos van tranquilos.
“Televisa maneja todos los hilos de la transmisión. Si hay tres unilaterales (cámaras fijas colocadas en un estadio de futbol), Televisa siempre tiene dos y Azteca una. Se ponen de acuerdo en tantas cosas que no existe la competencia directa, fuerte, como con nosotros que éramos profesionales y había un odio especial a la empresa de enfrente porque nos mancillaba, nos vetaba. Entonces luchábamos con ideas, no gastábamos a lo desesperado.
“Ellos creen que gastamos más que ellos, jamás fue así. Bueno, al Mundial de Alemania fueron muchas personas que no tenían nada a que ir, pero se colgaban de los viajes y hacían fiestas para los patrocinadores, para los mexicanos, y borracheras espectaculares donde jugaba la Selección.”
–Después de haber sido el líder de los deportes durante más de 30 años, ¿cómo se siente al ver el producto que hoy ofrece TV Azteca?
–La información deportiva en Azteca tiene un nivel muy bajo. La dirección de deportes ya no existe, el compromiso tampoco. Antes había que batirse en serio contra Televisa, que siempre quería más metros de estudio o quería hacer lo mismo que nosotros.
–¿Por qué no se respeta la información deportiva en TV Azteca?
– Porque los deportes los cuidaba yo, no Ricardo Salinas. Yo pedía los presupuestos, ayudaba a vender para que la empresa ganara, difícilmente en Olímpicos o un Mundial perdí dinero. Ahora el pastel está bien repartido. Televisa lleva las de ganar porque, además, sólo en México arranca el Mundial un año antes. Acabo de regresar de Europa y en España, Italia, Francia todavía no se habla del Mundial, están metidos en sus ligas, por ahí se cuela un anuncio, la Champions termina el 22 de mayo, tendrán siete días de vacaciones y luego el Mundial. Aquí la Selección estará 60 días concentrada.
La salida del canal del Ajusco
Si era tan rentable, ¿por qué se deshicieron de usted? –se le pregunta a José Ramón.
–En un Mundial hay tal presión de tanta gente que se mete y opina. Me presionaban mucho para saber a quién llevaría, porque Televisa lo quería saber. Yo lo escondía o mentía hasta donde podía. A los de enfrente les molestaba perder con José Ramón y su grupo. Lo fueron desbaratando hasta que llegaron a un acuerdo y dijeron: “No más, se acabó”. Yo dije: “Pues adiós, ahí nos vemos”.
–¿Confirma que TV Azteca y Televisa negociaron su salida?
–No creo que la negociaran. En Azteca ya tenía demasiados enemigos internos. Uno cree que están afuera, pero están dentro. Hay ejecutivos que no me querían porque yo era el único ejecutivo que salía en televisión. Yo daba la cara, criticaba, me vetaban, me regañaban y ahí seguía, y luchaba para que en el futbol mexicano se hicieran mejor las cosas. Narré fracaso tras fracaso de la Selección nacional. Luego dijeron: “Ya se fue José Ramón, borremos todo lo que fue él. No existe, hagamos como si no hubiera existido”.
A Televisa le gusta competir, pero sólo si gana. Vivimos un duopolio, lo saben los diputados y senadores, el presidente de la República, y ahí siguen. Tiene que pasar algo, ya; que haya más canales, que se pulverice el futbol. En España una televisora tiene el Mundial y lo comparte, pero otras tienen la Champions, otras la liga, otras la Eurocopa. Se van repartiendo, y aquí siempre es la misma.
“Nunca pude conocer a Eriksson. Javier Aguirre ha cambiado, ni siquiera habla con nosotros. No contesta su teléfono, quedé como el malo. Te hacen ver como el malo, el que no quiere a México. Claro que lo quiero, pero más allá del futbol. La patria no está en 11 pares de botas.”
–¿Quedó marcado como un comentarista negativo con el que no conviene hablar?
–Sí y todo lo que me rodea. Me da tristeza saber que hay partidos del Mundial que yo narré o Juegos Olímpicos a los que ahora les ponen una voz encima; ni siquiera mi voz es respetada. Mira, en la Copa Confederaciones 2005 tenía en exclusiva la nota de los jugadores dopados (Salvador Carmona y Aarón Galindo) y me dijeron (Mario San Román) “por ningún motivo la pasas”.
“Se la tuve que dar al Reforma y a una estación de radio. Otro ejemplo: invité a Javier Aguirre a narrar. Le hice un contrato para algunos partidos de México en Juegos Olímpicos, Confederaciones y el Mundial por 150 mil dólares. Televisa se enojó porque él estuvo con nosotros en la transmisión del partido México-Brasil; además (el consorcio de avenida Chapultepec) no pudo llevar a un comentarista de ese nivel porque Hugo Sánchez estaba ocupado. Entonces dijeron: ‘No va por Azteca’.
“Por más que le rogué a la empresa que lo dejaran, mutilaron toda la transmisión y cada vez que Aguirre hablaba le ponían otra voz encima. Fue terrible para mí, fue un golpe. Y dije: ‘¿A dónde hemos llegado?’. Yo tenía que ir a las juntas con Televisa para que no nos perjudicaran (en la transmisión de los partidos), porque Azteca mandaba a cada baboso que no sabía nada. Entonces yo peleaba con Televisa, por eso me duele lo que pasa ahora.”
–Entonces, ¿su salida fue decisión sólo de Salinas Pliego?
–De él, pero por temor a que Televisa se fuera a enojar. Televisa es dueña de la Selección nacional, del entrenador, de los jugadores, de equipos de futbol, de las casas de apuestas que el gobierno les dio. En Italia, Alemania y Croacia ha habido escándalos por las apuestas, es muy peligroso. Se presta a todo que seas dueño de equipos de futbol que están en una bolsa de apuestas. Televisa es una empresa muy poderosa y Azteca se rindió ante ella.
“Ya estoy lejos de esas cosas que sacan de quicio. Estoy de acuerdo en que hay que arreglar a lo mejor el precio (de los derechos del Mundial, que para Sudáfrica costaron alrededor de 100 millones de dólares) para presionar a la FIFA; decirle ‘cobras mucho’, pero hasta ahí. No los contenidos, no la línea editorial –que hoy es ‘Ponte la verde, estamos en Sudáfrica’–, con la misma música, los mismos animales, los anuncios de pésima calidad, sin muchos líderes de opinión deportivos, sólo comentaristas que gritan y piensan que por eso son los mejores.”
“El Vasco” Aguirre
La reportera le pregunta al excomentarista de TV Azteca sobre su vieja relación con Javier El Vasco Aguirre, quien ahora ya ni le toma las llamadas.
José Ramón relata: “Cuando supe que venía, le hablé. Le dejé un mensaje diciéndole: ‘Estoy a tu disposición’. Sabía que iba a ser muy difícil, igual fue con Eriksson. Quería hablar con él de sus éxitos en Italia, de la selección inglesa, del futbol inglés, de los mexicanos allá; es uno de los mejores técnicos del mundo y aquí lo trataron muy mal.
“A Aguirre lo conozco, conocí a sus padres. Sin embargo lo secuestran, lo atrapan y le dicen: ‘Con esta empresa nada, con ésta sí”. Da conferencias de prensa, pero un tú a tú, por nada del mundo. Yo lo he criticado duramente por lo que dijo en España, por lo que dice ahora. Ha sido incoherente, ha caído en diferentes discursos.
“En principio despreció el futbol de México, no quería venir. ¡Ah!, pero no se lo puedes decir. Eso sí, le dio una patada a un panameño y tuvo que tomar el teléfono y que López Dóriga le pusiera una regañada. Me parece increíble para un tipo como El Vasco, él debería haberle dicho: ‘Vaya usted al carajo’, y colgarle. Pero como sabe que tiene un contrato y que de ahí sale el dinero, pues se queda callado.”
–Le toca en otra empresa sufrir los embates del duopolio, desde que les nieguen imágenes del futbol mexicano hasta no tener las ventajas de quienes pagan los derechos de la Selección. ¿Cómo recibe esos golpes?
–Me siento mal, impotente. Que el presidente Calderón haga algo, si ya se está haciendo la ley antimonopolios, que de verdad se acabe el duopolio. No puedes ser dueño de todo, de SKY, de canales, de la Selección nacional; tener exclusivas, manipular todo a tu favor, marginar, decir “tú no eres nadie”. Cada vez que hay Mundial es lo mismo: inflar a la Selección para que parezca espectacular, el cliente caiga y gaste dinero.
–Se deshicieron de casi todos los que trabajaron con usted.
–Tendrán que explotar su talento en otro lado. Tuve buena relación con Ricardo Salinas, pero cuando la gente tiene tantos millones de pesos cambia: al país lo ve diferente. ¡Vaya!, ni lo pisa. (Él) llega en helicóptero; vive en un mundo diferente, irreal. Estoy de acuerdo en que lo vivan ellos, pero los que están junto son unos simples servidores del gran millonario y se manejan como si fueran ellos.
“Soy un tipo difícil, controvertido. Dije cosas que no les gustan, pero cuando viene Televisa y te dice: ‘Te voy a dar el producto Selección nacional y la vamos a dividir. Tú vas a pagar tanto, pero yo voy a mandar’. Entonces, ¿para qué estamos ahí?, ¿para copiar lo que ellos hagan?”
–¿Ricardo Salinas ya no es su amigo?
–Yo lo sigo considerando, pero desde que salí no nos hemos visto. Conmigo se portó muy bien, fuera de la empresa era una excelente persona. Nos queríamos, decía que yo era su hermano mayor.
–Su amigo permitió que destruyeran los deportes en TV Azteca.
–Lamentablemente se fueron el caño. Ignoro por qué, si fue decisión de él o de alguien de abajo. Es una pena. Yo ya existía cuando llegaron ellos (cuando se privatizó Imevisión). Debíamos todo: el futbol o la Fórmula Uno la pagábamos tres años después, pero teníamos los derechos de Chivas, Tigres, Pumas, Monterrey, la NBA, la NFL.
“No éramos un desastre, ya habían nacido Los Protagonistas, habíamos hechos Mundiales y Juegos Olímpicos formidables. Éramos un grupo sólido, con talento. Después de que en Sydney masacramos a Televisa, ignoro por qué pero me nombraron director de Noticias. Me imagino que fue para sacarme de los deportes.
“Eso molestó a mucha gente, al que es hoy director de noticias (Ignacio Suárez), a quien yo, tal vez me excedí, llamé hijastro del padre Maciel porque prohibía que se hablara de ese tema (la pederastia y los Legionarios de Cristo en los noticiarios). En la mente de Televisa estaba quitar al equipo de José Ramón. Lo fueron despedazando, hasta que me fui. Todo fue borrado, pero no pasa nada. El mundo sigue, que Dios los bendiga.”
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