Integrantes del SME inician huelga de hambre en el zócalo capitalino

Fabiola Martínez y Carolina Gómez / La Jornada

Integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) iniciarán hoy domingo una huelga de hambre en el Zócalo capitalino.

Esta forma "extrema" de protesta es para exigir la reinstalación de los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC) y pedir a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) una valoración justa del problema que enfrenta el gremio, el cual presentó ante el Poder Judicial "pruebas de la inconstitucionalidad" del decreto presidencial del pasado 11 de octubre, que dejó sin empleo a más de 44 mil empleados de LFC.

El ayuno será escalonado y permanente. Cada día se sumarán electricistas, incluidos dirigentes, como el vocero Fernando Amezcua. De acuerdo con el líder del gremio, Martín Esparza, hoy 10 trabajadores comenzarán y un número similar se agregará diariamente, con el fin de tener un respaldo para esta acción, en previsión de que se alargue.

"Los compañeros van a ofrendar su vida. Esta huelga es parte de la desobediencia civil de quienes han sido despojados de sus garantías laborales básicas", dijo.

De forma simultánea, reforzarán la difusión internacional de la "violación a los derechos humanos y laborales" del gobierno de Felipe Calderón. Organizaciones políticas y sociales de otros países se comprometieron a transmitir imágenes de la "huelga masiva" en la Plaza de la Constitución, la víspera del primero de mayo.

El SME envió un representante a Chicago para participar en la marcha conmemorativa del Día Internacional del Trabajo.

Durante la preparación del plan de acción, unos 5 mil electricistas manifestaron su interés de ayunar, de los cuales 2 mil 300 fueron sometidos a exámenes médicos. Alrededor de 600 los aprobaron y, hasta el momento, 150 ya están preparados física y anímicamente para empezar la huelga.

El plan de acción inicia con una misa oficiada por Carlos Rodríguez, de Pastoral Laboral, quien explicó que para la doctrina social de la Iglesia, el gobierno mexicano incurrió en un acto inmoral al dejar sin empleo a miles de trabajadores y al no colocar el bienestar social como política pública prioritaria.

"Para la doctrina social de la Iglesia, los derechos de los trabajadores son sagrados", agregó el sacerdote.

Comentarios