Ingenuo ¿Al léxico de guerra?

Claudia Rodríguez

Mientras en el Senado de la República se trabaja para afinar un instrumento jurídico como es el Ley de Seguridad Nacional para hacerle frente al crimen organizado sin que se violenten los derechos de la ciudadanía, pues los diferentes sucesos apuntan que son varios los inocentes que han quedado en medio del fuego cruzado, hay quienes se dedican a la fiesta, a la convivencia y el brindis.

De los avances torales de la Ley de Seguridad Nacional se desprende un nuevo léxico de la guerra al crimen que aún deberá ser aprobado. La justificación de definir nuevos conceptos sobre seguridad nacional y amenazas al orden interno, es la de no incurrir en ambigüedades de acción estratégica, legal y jurídica.

El nuevo glosario propone redefinir: Agenda nacional de riesgos y amenazas. Amenazas. Confidencialidad. Defensa exterior. Riesgo. Seguridad interior. Seguridad nacional y Sistema de Seguridad Nacional.

Pero parece que habría que introducir el término de ingenuidad a este listado, pues fue tema de la agenda política del señor Felipe Calderón --y de varios de sus colaboradores cercanos--, en el espectro de la violencia desatada por la “guerra que emprendió la administración calderonista contra el crimen organizado.

Las declaraciones del canta autor Joaquín Sabina con respecto a que Calderón “fue muy ingenuo cuando planteó esa batalla” antimafias, desató que el mismísimo Felipe Calderón seguidor del español, le contestara que no hay ingenuidad en querer atacar al crimen organizado. Después el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, también le entró al tema de aclarar si hay ingenuidad o no en la lucha contra las mafias de altos vuelos.

En fin, que mientras en la Cámara Alta legislativa se delinea una Ley de Seguridad acorde a los tiempos violentos en que vivimos y en donde cualquiera hasta ahora puede ser sospechoso, incluso quienes combaten a los criminales; en la residencia oficial de Los Pinos, entre delicias gastronómicas, tequilas y coplas se define que se entiende por ingenuo.

El vocero de lo que en la tarde de fiesta se dijo, a querer o no fue el titular de Gobernación, quien comentó que lo que Joaquín Sabines intentó decir en aquella rueda de prensa que desató la polémica y en la que el cantautor presentaba su disco "Vinagre y Rosas", no fue mas que: “ser ingenuo significa tener capacidad de la esperanza y de seguir peleando aún en aquellos casos donde los espacios para esperar, reaccionar y defenderse se reducen. La ingenuidad, por lo que a mí toca es un acto de buena fe que puede ser superado sólo con verdad y con compromiso”

Total, parece que efectivamente todo esto es un asunto de vinagre y rosas. A unos nos toca lo agrio o ácido y a otros lo dulce. Por lo que insisto, no estaría mal, que en el Senado de la República le entraran a la definición del concepto.

Acta Divina… Tras las críticas que recibió el presidente Felipe Calderón, por parte del cantante y autor Joaquín Sabina en torno a su ingenuidad contra la lucha a la delincuencia organizada que opera en México, el primero le contestó al cantante: “Lo ingenuo es suponer que el repliegue del Estado en la lucha contra la delincuencia dejará a la gente en paz”.

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