Guerra=daños colaterales

A Puerta Cerrada / Marcela Gómez Zalce

• Las puertas de salida
• El fracaso de la valentía

A la patria, mi estimado, se le sirve con hechos. Complejo cierre de semana con una sugestiva parálisis legislativa y ya en los umbrales de lo que será una accidentada jornada electoral que promete sorpresas, sonrisas, plomo y una perversa jiribilla política. Hoy, el tema sigue siendo el mismo tema que ha puesto de cabeza a este México convulso cuyo partido en el poder (del no poder) hace esfuerzos por repartir culpas, responsabilidades y epicentros mediáticos para maquillar lo que es desde un principio la guerra de Felipe Calderón.

La guerra cuyo lamentable término acuñó su (des)gobierno y que ya le pasa una costosa factura. La guerra que irreflexivamente fue emprendida bajo la grotesca premisa para legitimar lo que las urnas negaron. La guerra que comenzó con la temeraria extradición de Ociel Cárdenas y varios sujetos de la “ridícula minoría” sin contar con la radiografía de inteligencia, prospectiva y análisis de sus peligrosas derivaciones. La guerra que declaró Felipe desde su natal Michoacán.

La guerra que no tiene las leyes ni el marco legal que acompaña una verdadera guerra. La misma que originó el impensable sonsonete presidencial sobre la advertencia del costo de muchos muertos, cifras que hoy rebasan el techo de los 22,000 en tan sólo 40 meses.

La atractiva pregunta es, ¿quién(es) fue(ron) el (los) valiente(s) que empinó(aron) a Felipe a este emocionante vuelo destinado al fracaso por la sencilla razón de no contar con los elementos estratégicos para haber comenzado una beligerante ofensiva con el delicado monstruo de mil cabezas? Y a medida que avanza el vertiginoso deterioro, la guerrita de Felipe pierde simpatías, disipa cohesión en el ánimo ciudadano, de los spin doctors y de tanto jilguero gubernamental que frenético aplaudía la valentía y el arrojo de que ¡por fin! se fajaban los pantalones en Los Pinos, como si la tarea fuera un asunto de pantalones, valentía, arrojo.

Hoy, Calderón está sumido en un tiradero que ya tiene como pasivo el imperdonable desgaste de una institución como las fuerzas armadas, que ya está en la sumisión de la cadena de mando estadunidense para llegar paulatinamente al esquema implementado en Colombia… que dista mucho de ser un éxito como botón contra la organizada delincuencia y sus barones de la droga.

Hoy, el debate se centra en el término de daño colateral, alusivo y distintivo en el lenguaje de una guerra (collateral damage) y lastimando la médula de un país que ha derramado sangre inocente de civiles, que por alguna simpática razón quedan siempre en medio del fuego cruzado, en medio de los enfrentamientos, del lado de los soldados, como si esto justificara el descontrol y el caos que Vive México por la ausencia de estrategia, que se suma a una crisis económica obligando a miles de personas a jugarse la vida por el sustento de sus familias enrolándose en las filas de esa “ridícula minoría”, que sigue poniendo en ridículo a la minoría de Los Pinos encabezada por el impresentable titular de la SSPF, Genaro García Luna.

Del desmadre de corrupción que corroe su dependencia y su presumida PF que (recibe bienvenida en Ciudad Juárez) acaba de regalar en un lapso de 24 horas un par de joyas, como el estrepitoso fracaso en un rescate de secuestro, donde falleció la víctima en el Estado de México y su rol en la peligrosa balacera ocurrida en plena Costera de Acapulco… porque si se debate el batidillo sobre violaciones a los derechos humanos, atropellos y abusos, my friend, García Luna y su banda no cantan mal las rancheras.

Hoy, el poder presidencial conferido a Genaro le sobra para darse el lujo de hacer esperar y maltratar a altos funcionarios, a gobernadores, y de paso enviar atentos saludos a quien se aventure a cuestionarlo. La soberbia incrustada en uno de los centros de corrupción e impunidad de este (des)gobierno donde Felipe no entiende que no entiende el tamaño del enemigo en casa.

Quizá por eso los estadunidenses sonríen mordaces al conocer las debilidades de García Luna y sus miedos… que desencadenaron los medios para comenzar a pavimentar su salida (por la puerta de atrás), que no está prevista en el corto plazo. Pero cuenta ya con una salida. Una que pinta de cuerpo entero a este funcionario, my friend.

¡Adiós!


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