Científicos de California ‘plantan’ sensores y se apoyan con computadoras
* Paula Gil / EFE
Los recientes terremotos de Haití, Chile y China han causado miles de víctimas e inmensos daños materiales pero estas tragedias podrán en breve por lo menos reducirse con algo tan simple como una computadora portátil.
Este es el objetivo de Elizabeth Cochran, investigadora de la Universidad de California en Riverside, que junto al profesor Jesse Fisher Lawrence de la Universidad de Stanford y otros sismólogos ha creado un original sistema para medir movimientos sísmicos utilizando computadoras normales y corrientes.
Para detectar terremotos, los sismólogos entierran complejos equipos de medición en el suelo, un proceso muy caro y complicado.
Cochran y sus colegas utilizan acelerómetros, unos pequeños dispositivos que se encuentran en numerosos aparatos electrónicos y que permiten, por ejemplo, que la imagen en la pantalla del iPhone gira cuando damos la vuelta al aparato o que el mando de la Wii nos permita simular una partida de bolos o un juego de tenis.
Los acelerómetros son también componentes frecuentes en muchas computadoras portátiles y su función es, precisamente, detectar movimientos bruscos y reducir daños si el aparato cae por ejemplo al suelo.
Gracias a la ayuda de más de mil voluntarios de todo el mundo que han ofrecido su colaboración y sus computadoras, Cochran y sus colegas han creado lo que llaman "Quake-Catcher Network", algo así como "red de cazaterremotos" y están recabando importante información sobre los movimientos sísmicos que cada día se producen en el planeta.
"La red está suministrando datos adicionales para las redes sísmicas", dijo Cochran. "Además, nos permite almacenar información sobre terremotos a una escala que nunca se había producido antes debido al alto costo de los equipos", añadió.
Mientras que los sensores sísmicos tradicionales cuestan entre 5,000 y 10,000 dólares cada uno, los sensores para portátiles son gratis y los usuarios de computadoras de sobremesa (lap top) pueden incluso incorporarse al programa comprando un acelerómetro para integrar vía puerto USB por sólo 50 dólares.
Después, los usuarios sólo tienen que descargar un programa de software y su computadora transmitirá información automáticamente a los investigadores en caso que su produzca un temblor de tierra de más de 4.0 grados.
La existencia de miles de sensores evita además que se produzcan "falsos positivos". Si una computadora cae o es golpeada accidentalmente, la red recibirá la señal pero no lo interpretará como un temblor de tierra, pero si las señales vienen de varias computadoras en la misma zona, los científicos pueden saber que se trata de un terremoto real.
La red carece todavía de la dimensión suficiente como para permitir detectar temblores con antelación basándose en las ondas suaves que suelen preceder a un gran movimiento sísmico, pero sus responsables creen que esto será posible algún día, suministrando a residentes de las zonas afectadas al menos unos valiosos segundos para ponerse a salvo.
Jesse Fisher Lawrence, investigador de la Universidad de Standford, dijo a EFE que la red tiene ya sensores en 67 países, entre ellos España y varios países latinoamericanos como México, Colombia, Bolivia, Ecuador y Chile.
"Recientemente colocamos 100 nuevos acelerómetros en Chile entre las ciudades de Concepción y Santiago para medir réplicas tras el terremoto de 8.8 grados que asoló esta región en febrero", dijo Lawrence. "Estamos interesados en tener sensores en todos los sitios donde suele haber temblores, incluyendo muchos países de Centro y Sudamérica", añadió.
Lawrence reconoce que el programa aún no es perfecto y que sus sensores son menos sensibles que los tradicionales, pero la posibilidad de disponer de una extensa red hace que su potencial sea muy superior.
"Incrementamos la exactitud de la red teniendo más sensores de que es posible con la tecnología tradicional", dijo. "La tecnología de sensores y ciberinfraestructura están avanzando rápidamente, haciendo esta red cada vez mejor".
* Paula Gil / EFE
Los recientes terremotos de Haití, Chile y China han causado miles de víctimas e inmensos daños materiales pero estas tragedias podrán en breve por lo menos reducirse con algo tan simple como una computadora portátil.
Este es el objetivo de Elizabeth Cochran, investigadora de la Universidad de California en Riverside, que junto al profesor Jesse Fisher Lawrence de la Universidad de Stanford y otros sismólogos ha creado un original sistema para medir movimientos sísmicos utilizando computadoras normales y corrientes.
Para detectar terremotos, los sismólogos entierran complejos equipos de medición en el suelo, un proceso muy caro y complicado.
Cochran y sus colegas utilizan acelerómetros, unos pequeños dispositivos que se encuentran en numerosos aparatos electrónicos y que permiten, por ejemplo, que la imagen en la pantalla del iPhone gira cuando damos la vuelta al aparato o que el mando de la Wii nos permita simular una partida de bolos o un juego de tenis.
Los acelerómetros son también componentes frecuentes en muchas computadoras portátiles y su función es, precisamente, detectar movimientos bruscos y reducir daños si el aparato cae por ejemplo al suelo.
Gracias a la ayuda de más de mil voluntarios de todo el mundo que han ofrecido su colaboración y sus computadoras, Cochran y sus colegas han creado lo que llaman "Quake-Catcher Network", algo así como "red de cazaterremotos" y están recabando importante información sobre los movimientos sísmicos que cada día se producen en el planeta.
"La red está suministrando datos adicionales para las redes sísmicas", dijo Cochran. "Además, nos permite almacenar información sobre terremotos a una escala que nunca se había producido antes debido al alto costo de los equipos", añadió.
Mientras que los sensores sísmicos tradicionales cuestan entre 5,000 y 10,000 dólares cada uno, los sensores para portátiles son gratis y los usuarios de computadoras de sobremesa (lap top) pueden incluso incorporarse al programa comprando un acelerómetro para integrar vía puerto USB por sólo 50 dólares.
Después, los usuarios sólo tienen que descargar un programa de software y su computadora transmitirá información automáticamente a los investigadores en caso que su produzca un temblor de tierra de más de 4.0 grados.
La existencia de miles de sensores evita además que se produzcan "falsos positivos". Si una computadora cae o es golpeada accidentalmente, la red recibirá la señal pero no lo interpretará como un temblor de tierra, pero si las señales vienen de varias computadoras en la misma zona, los científicos pueden saber que se trata de un terremoto real.
La red carece todavía de la dimensión suficiente como para permitir detectar temblores con antelación basándose en las ondas suaves que suelen preceder a un gran movimiento sísmico, pero sus responsables creen que esto será posible algún día, suministrando a residentes de las zonas afectadas al menos unos valiosos segundos para ponerse a salvo.
Jesse Fisher Lawrence, investigador de la Universidad de Standford, dijo a EFE que la red tiene ya sensores en 67 países, entre ellos España y varios países latinoamericanos como México, Colombia, Bolivia, Ecuador y Chile.
"Recientemente colocamos 100 nuevos acelerómetros en Chile entre las ciudades de Concepción y Santiago para medir réplicas tras el terremoto de 8.8 grados que asoló esta región en febrero", dijo Lawrence. "Estamos interesados en tener sensores en todos los sitios donde suele haber temblores, incluyendo muchos países de Centro y Sudamérica", añadió.
Lawrence reconoce que el programa aún no es perfecto y que sus sensores son menos sensibles que los tradicionales, pero la posibilidad de disponer de una extensa red hace que su potencial sea muy superior.
"Incrementamos la exactitud de la red teniendo más sensores de que es posible con la tecnología tradicional", dijo. "La tecnología de sensores y ciberinfraestructura están avanzando rápidamente, haciendo esta red cada vez mejor".
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