• El show (de Genaro) debe continuar
• Martí y la “ridícula minoría”
Lo que mal empieza, mi estimado, mal acaba. Interesante inicio de semana con la distintiva cortina de humo y el bullicio que comunicó la grotesca función de Genaro García Luna´s Productions y la detención-presentación-confesión de La Güera, anunciada en este irreverente espacio el 26 de noviembre del año pasado, como la responsable del retén en donde secuestraron al joven Martí.
De nueva cuenta Genaro y su banda disfuncional, my friend, desarrollan historias justo cuando son epicentro de corrupción, desconfianza, impunidad o fracaso de sus elementos, como sucedió con el escandaloso caso de extorsión vendiendo “protección” de diez agentes de la PF en Ciudad Juárez justo cuando estos flotis de la patria expulsaron por la puerta de atrás al Ejército. Y en el colmo de la mala suerte, se atravesó no sólo la inédita balacera en plena costera del puerto de Acapulco entre la “ridícula minoría” y los federales de Genaro, matando en el fuego cruzado a varios civiles, entre ellos dos menores, sino además el rescate fallido de un joven de 21 años en Nezahualcóyotl, donde la PF mató a los plagiarios y a la víctima, lo que detonó la genialidad de la talentosísima asesora de García Luna, la misma persona a quien le ejecutaron a su escolta hace algunas lunas en territorio del Jefe de Jefes y la que hoy premia o golpea con el poder de su cercanía con el titular en el interior de la controvertida dependencia.
Y así con ese timing para la maniobra —que embrutece al gymboree (con minúsculas) presidencial—, García Luna y Cárdenas Palomino le regalan al mordaz respetable a la célebre Güera (aplausos) como la autora intelectual del siniestro retén y así seguir con su obsesión de sacar de la cárcel a la comandante Lorena González, la que está señalada por el chofer del joven Martí, a quien dieron por muerto, como la mujer que ordenaba en ese retén.
El problema detrás de La Lore es su pertenencia a ese inner circle de Genaro y, of course, de Facundo Rosas. Las lecturas e implicaciones de altos funcionarios de la SSPF en delicados epicentros y ejecuciones ha sido una divertida constante. El quid en el futuro cercano es cómo sacar a la ex colaboradora oliendo a rosas… en un mar de estiércol de pruebas. Pruebas que involucran a una víctima en un caso como el de Martí, donde hay varias peligrosas aristas que trastocan el poder empresarial y… la “ridícula minoría”.
Intereses que además estuvieron ligados con el extinto Sergio Humberto Ortiz, El Apá, reflejando un camino de sugestivas travesuras que involucra atractivos personajes con caprichos caros. La historia, mi estimado, no es como la pintan, con todo y el poder de los jilgueros, defensores y spin doctors mediáticos de Genarito. Los botoncitos jurídicos de las declaraciones de tanto revoltoso sujeto presentado terminan con inconsistencias entre lo dicho ante la PF y después ante el MP de la PGR. ¿Me sigue?
Luego entonces, como lo jurídico tiene fallas… ¡venga lo mediático! Venga el show porque éste debe continuar y nada como el script de La Güera, mujer que por cierto se le vio lastimada, con dificultades para caminar y moverse pero eso sí… confesó sin titubeos que el retén estaba bajo sus órdenes y que no conoce a La Lore testimonio que choca con el del chofer del joven Martí.
Chingón.
Lo divertido es que posiblemente su declaración ante la PGR no haya mostrado esa contundencia que tanto presumen en la SSPF para darle oxígeno a su ex colaboradora. En medio, la SSPF y la PGJDF han coincidido en que Los Petricolet, El Niño y La Flor son diversas células de la misma banda de secuestradores, así que para qué tanto espectáculo estando el suelo tan parejo, yes?
El segundo capítulo del caso Martí ya comenzó formalmente, y los procesos están en dos maravillosas vías: la local y la federal. Y nada debería estar dicho ni sujeto a entredicho.
Aunque en el Vive México calderonista, la justicia es con gracia para los cómplices. Y en este caso Genaro se juega su resto. Lo interesante es que Alejandro Martí y su simpático círculo... también. La duda en este peligroso jaloneo donde afloran muy delicadas presiones para tirios y troyanos radica en la llamativa vaguedad del fundador de SOS…
Esa que esboza de cuerpo entero el tamaño de los intereses detrás de este caso en particular. Caso que involucra a dos gobiernos, de dos colores distintos. Dos dependencias y mejor aún… dos güeras.
Y lo mejor, my friend, apenas inicia.
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