Antibióticos y piratería en tiempos de pobreza

Álvaro Cepeda Neri

Los... ¡representantes populares de todos los mexicanos, en cuanto Nación!, desde la Cámara de Diputados Federales, se han tomado la “molestia” de legislar contra la “piratería”, otorgándole más facultades a la PGR (donde Calderón puso al fallido ex procurador de Chihuahua: Chávez y Chávez), para que de oficio o sea sin ninguna orden judicial expedida por un juez, barra por todo el país el comercio ilegal donde los más se surten de miles de objetos a precios que, a pesar de estar al alcance de los bajísimos salarios, generan ganancias multimillonarias a sus productores. El embajador de China (la casi nueva potencia mundial) acaba de declarar que los empresarios mexicanos prefieren artículos chinos de baja calidad, por su bajísimo precio.

Incluso hay medicinas que, “chafas”. Y hasta perjudiciales. Se surten en ese mercado a la vista de todo público, quienes apenas tienen para comprar mercancías que en las tiendas de autoservicio, están carísimas. Los precios de las salas cinematográficas son para poner los pelos de punta (y recetan, previo a la exhibición del filme, más de 15 minutos de comerciales y un “mensaje” de la profesora de las perversidades: Elba Esther Gordillo, etc.). Así que si no fuera por la “piratería” de las copias de películas, que ya son de primera calidad, la clase media baja y otros estratos sociales, no tendrían esa diversión. Y si la población se automedica, es porque los médicos cobran de 300 a 500 pesos la consulta, para recetar lo que el paciente y su familia ya saben y por eso van directamente a las farmacias.

La piratería, por su precio, resuelve las necesidades de los mexicanos que durante los Fox y Calderón se han empobrecido más y, de paso, quieren que se comporten como compradores de primer nivel económico. Más de 50 millones sobreviven en todos los grados del empobrecimiento masivo. Otros 30 millones apenas reciben salarios para medio vivir y comprar alimentos chatarra por baratos. Y si engordan es por comer muchas tortillas para llenar sus estómagos. La pobreza es casi total para 80 millones y todavía se les lleva, con las alzas de precios e impuestos, al callejón con la única salida de la violencia social.

Así que cuando más pobreza tiene la Nación y a pesar de las cuentas alegres sobre la creación de empleos, siguen los despidos y no hay creación de plazas permanentes; cuando se encarece a tal grado cada producto que la inflación es incontrolable y el único mercado accesible para la población es el de la piratería, diputados y calderonistas aprueban aumentos de impuestos, de gasolina, etc. y endurecen sanciones para que los mexicanos reduzcan su poder de compra a niveles de hambre. No se sorprendan cuando por todo el país aumenten las protestas que deriven a revueltas civiles y seca la pradera, se incendie contra el mal gobierno que busca sacar dinero exprimiendo a los pobres, mientras los ricos y multimillonarios, completan la explotación que nos lleva a romper los frágiles límites que tenemos entre la vida pacífica y su contraria: la violencia.

Comentarios