Laura M. López Murillo
En algún lugar inescrutable, por debajo del umbral de la decencia el tiempo obedece una secuencia ilógica, y por eso, en los recovecos de la ambición se confabularon las reglas de la contienda y se ha iniciado la lucha encarnizada por el poder…
El escándalo que exhibió los compromisos de un pacto fallido entre el PRI y el PAN en el Estado de México exhibió también la premura de las negociaciones en la partidocracia con miras en las elecciones presidenciales del 2012. Evidencia contundente del poder como elemento conductor del sexenio y la ausencia de proyectos de gobierno. Todo lo que se hace y se dice que se hace, obedece a la agenda electoral.
Y en una secuencia fatal de vulgares exhibicionismos, los participantes desmintieron la existencia del pacto y negaron los compromisos asumidos; la revelación del documento firmado por los pactantes reveló también la podredumbre en el inframundo de la política y la ausencia genética del honor en los especímenes de la clase gobernante.
Y ese pacto, suscrito sin ética, revela la imperiosa necesidad de Felipe Calderón de consolidar a su partido en el poder: el fúrico mandatario encomienda a los presidentes de Acción Nacional, como sus esbirros incondicionales, la sucia tarea de negociar con el enemigo y/o emprender una brutal cruzada de linchamiento contra los adversarios.
La difusión del documento desató una secuencia insufrible de ataques y descalificaciones en la Cámara de Diputados. De esta forma, el escándalo mediático de la vulgaridad de los diputados y el dolo exacerbado de sus ataques en la tribuna atenuó el impacto del convenio fallido y del secreto revelado. Pero detrás de la beligerancia y los exabruptos de los diputados yace el motivo del conflicto: la estrategia prematura del calderonismo para debilitar a Enrique Peña Nieto, el contendiente más poderoso en la futura contienda presidencial. Es evidente que en Acción Nacional la curva del aprendizaje se extiende a los límites de la incompetencia porque no aprenden de sus errores.
Vicente Fox articuló un proceso judicial contra López Obrador para impedir su candidatura a la presidencia, pero en aquel intento, el transgresor de la ley se transformó en la víctima del régimen, fortaleciendo la aureola del candidato. Ahora en el calderonismo, el resultado de la ineptitud es el mismo: la figura de Peña Nieto se fortalece. Es por eso que de ahora en adelante, los esfuerzos del calderonismo se enfocarán a conjurar la amenaza del PRI.
Sí!... la iniciativa de la reforma laboral será el pretexto de las próximas concertacesiones, pero es muy probable que la curva del aprendizaje se deslice hasta el final del régimen, cuando el panismo rampante recapitule los errores del fracaso en esta lucha encarnizada por el poder…
Laura M. López Murillo es Lic. en Contaduría por la UNAM. Con Maestría en Estudios Humanísticos, Especializada en Literatura en el Itesm.
En algún lugar inescrutable, por debajo del umbral de la decencia el tiempo obedece una secuencia ilógica, y por eso, en los recovecos de la ambición se confabularon las reglas de la contienda y se ha iniciado la lucha encarnizada por el poder…
El escándalo que exhibió los compromisos de un pacto fallido entre el PRI y el PAN en el Estado de México exhibió también la premura de las negociaciones en la partidocracia con miras en las elecciones presidenciales del 2012. Evidencia contundente del poder como elemento conductor del sexenio y la ausencia de proyectos de gobierno. Todo lo que se hace y se dice que se hace, obedece a la agenda electoral.
Y en una secuencia fatal de vulgares exhibicionismos, los participantes desmintieron la existencia del pacto y negaron los compromisos asumidos; la revelación del documento firmado por los pactantes reveló también la podredumbre en el inframundo de la política y la ausencia genética del honor en los especímenes de la clase gobernante.
Y ese pacto, suscrito sin ética, revela la imperiosa necesidad de Felipe Calderón de consolidar a su partido en el poder: el fúrico mandatario encomienda a los presidentes de Acción Nacional, como sus esbirros incondicionales, la sucia tarea de negociar con el enemigo y/o emprender una brutal cruzada de linchamiento contra los adversarios.
La difusión del documento desató una secuencia insufrible de ataques y descalificaciones en la Cámara de Diputados. De esta forma, el escándalo mediático de la vulgaridad de los diputados y el dolo exacerbado de sus ataques en la tribuna atenuó el impacto del convenio fallido y del secreto revelado. Pero detrás de la beligerancia y los exabruptos de los diputados yace el motivo del conflicto: la estrategia prematura del calderonismo para debilitar a Enrique Peña Nieto, el contendiente más poderoso en la futura contienda presidencial. Es evidente que en Acción Nacional la curva del aprendizaje se extiende a los límites de la incompetencia porque no aprenden de sus errores.
Vicente Fox articuló un proceso judicial contra López Obrador para impedir su candidatura a la presidencia, pero en aquel intento, el transgresor de la ley se transformó en la víctima del régimen, fortaleciendo la aureola del candidato. Ahora en el calderonismo, el resultado de la ineptitud es el mismo: la figura de Peña Nieto se fortalece. Es por eso que de ahora en adelante, los esfuerzos del calderonismo se enfocarán a conjurar la amenaza del PRI.
Sí!... la iniciativa de la reforma laboral será el pretexto de las próximas concertacesiones, pero es muy probable que la curva del aprendizaje se deslice hasta el final del régimen, cuando el panismo rampante recapitule los errores del fracaso en esta lucha encarnizada por el poder…
Laura M. López Murillo es Lic. en Contaduría por la UNAM. Con Maestría en Estudios Humanísticos, Especializada en Literatura en el Itesm.
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