Triunfo popular

Francisco Rodríguez

¡ENHORABUENA! GANÓ EL
pueblo de Zimapán.

Venció a una transnacional española y a los gobiernos estatal y federal. Miguel Ángel Osorio Chong y Felipe Calderón son los grandes derrotados: no habrá confinamiento de desechos tóxicos.

Los intereses económicos españoles no continuarán envenenando los suelos de Hidalgo y de Querétaro. Tampoco provocarán más padecimientos cancerosos entre la población.

No prosperaron las “chicanas” jurídicas de la fallida Administración de Calderón. Tampoco la represión desatada por el gobernador hidalguense –en realidad, marioneta del cacicazgo de Jesús Murillo Karama-- en contra de la población. Ganó Zimapán.

Es un gran triunfo. Excepcional, además, pues son pocas las ocasiones en las que la gente logra que, tras muchos esfuerzos, tras meses y meses de lucha, las dizque “autoridades” –en realidad, carecen de ella-- se dobleguen y hasta –otra cosa rara-- “entren en razón”.

Fue el Ayuntamiento de Zimapán el que notificó a la empresa española Sistema de Desarrollo Sustentable, S.A. de C.V. (Befesa), dueña del confinamiento de desechos tóxicos y peligrosos, que los permisos otorgados por anteriores administraciones municipales fueron revocados de forma definitiva.
Se explicó que tal medida que favorece a la población fue adoptada al comprobarse que tales permisos “se expidieron por autoridad incompetente”.

Y es que la otorgación de tales permisos es facultad exclusiva del cabildo municipal. Befesa había obtenido las anuencias administrativas correspondientes de parte del anterior gobierno federal panista, y los apoyos de todo tipo –pretextando salvaguardas para la inversión extranjera-- de la actual fallida Administración. También Osorio Chong se prestó para que la empresa española instalara en esos territorios hidalguenses el basurero que consiguió contaminar la tierra y el agua de una vasta región del centro del país.

Ahora Befesa ha demandado a la Administración de Calderón por 100 millones de euros.
Este episodio deja no pocas lecciones. La primera es en torno a la “inversionitis” que padece esta fallida gestión de Calderón, no del todo distinta a la de sus antecesores. Se trata de atraer recursos del extranjero, sin importar los daños y perjuicios que las industrias puedan acarrear al medio ambiente e incluso a la economía de las personas.
Ha mostrado, asimismo, la venalidad de autoridades federales como la Semarnat y la Profepa, que se allanan como Malinches a cuanto les impongan los extranjeros.

La peor enseñanza, empero, se da en torno al triste papel que en todo este incidente ha jugado Miguel Ángel Osorio Chong, al mostrarse aliado de los extranjeros –más malinchismo--, contrario a los intereses de quienes son sus mandantes y no siervos, a quienes incluso mandó a golpear y a gasear para reprimirlos.
Lo mejor de todo, empero, es el empeño de los habitantes de Zimpapán.

Su larga y dolorosa lucha para evitar que su empobrecida tierra fuese depósito de basuras que contaminan y enferman todo cuanto está cerca ha culminado exitosamente.

“No somos enemigos de las inversiones que traigan progreso a nuestro pueblo –dice la activista sonorense Rosa María O’Leary, quien como muchos acompañó a los zimapenses en su lucha-- de lo que somos enemigos muchos mexicanos es de la corrupción de autoridades que se prestan a esto, y de esas organizaciones mundiales que fingen no darse cuenta de la verdadera situación, prestándose con esto a la simulación y al engaño.

“¿Porqué me dirijo a todos los mexicanos?, porque con esto estamos viendo que la unión hace la fuerza, que la voluntad del pueblo debe ser respetada, porque vivimos en un país soberano, eso quiere decir que la autoridad suprema reside en el pueblo, y eso queridos mexicanos tenemos que entenderlo nosotros. Entonces la historia comenzará a ser diferente.”

Por ello es que el triunfo del pueblo de Zimapán lo debemos festejar todos.

Índice Flamígero: Hasta hace unas semanas el polémico alcalde de Cancún, quien se hace llamar “Greg” Sánchez, era la carta fuerte de “Los Chuchos”, para la gubernatura quintanarroense. Aliados con el PAN, pensaban, sería competitivo. Pero de pronto, en medio de escándalos por una deuda de 10 millones de dólares, el edil dejó de ser el favorito. ¿Por no haber pagado una deuda contraída con un particular? No. No por eso. Que porque no entregó su “mochada” a Carlos Navarrete, quien lo impulsó, dicen por allá.

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